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Acercar la familia al centro, clave para el éxito educativo de los alumnos

Mediante el análisis de varios centros situados en entornos desfavorecidos, los consejos escolares autonómicos y del Estado han enumerado una serie de factores que hacen que esos centros obtengan muy buenos resultados. Uno de los principales es la mayor participación de las familias en la vida del centro.
Adrián ArcosMartes, 10 de junio de 2014
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(Foto: Shutterstock)

¿Cuál es el impacto real de las escuelas en un aprendizaje eficaz de los alumnos? ¿Qué factores promueven y estimulan ese aprendizaje? Para responder a estas preguntas, es imprescindible tener en cuenta el entorno en el que se encuentran los centros, de forma que tendrán más mérito aquellos que están en contextos difíciles y que consiguen buenos resultados en sus alumnos. Son las llamadas “escuelas de éxito”, aquellas que son capaces de compensar la influencia de los factores socioeconómicos y socioculturales, obteniendo buenos rendimientos en entornos socialmente desfavorecidos.

De hecho, este ha sido el tema de análisis elegido por los consejos escolares autonómicos y del Estado en su XXII Encuentro, celebrado en Oviedo el pasado mes de mayo. Esta clase de centros logra situar y mantener a sus alumnos por encima de lo que se espera de ellos cuando se consideran los condicionantes de su contexto, es decir, aportan un gran valor añadido teniendo en cuenta los principios de igualdad de oportunidades, de equidad en la Educación y de compensación de desigualdades.

Un ejemplo es el CEIP “Ramiro Soláns” de Zaragoza, elegido por el Consejo Escolar de Aragón por la calidad de su proyecto titulado Entre todos. Este centro público está situado en un entorno social desfavorecido y, en el curso 2001-02, presentaba un elevado índice de absentismo, graves problemas de convivencia, grandes desfases curriculares, mínima relación con las familias y con el barrio, y pocas expectativas de futuro. Esta era la situación de partida cuando un grupo de profesores decide poner en marcha un proyecto de transformación global del centro y ofrecer una respuesta educativa a este alumnado con gran diversidad cultural, elevada presencia de minorías étnicas y graves carencias personales, familiares y sociales.

Actualmente, el panorama es bien distinto. De ser un centro marginal y poco valorado, ha pasado a ofrecer una Educación de calidad y afecto a los alumnos y a sus familias. Gracias al liderazgo del equipo directivo y a la excelente formación de los docentes, toda la comunidad rema en la misma dirección: desarrollar las competencias básicas y los procesos de evaluación para reducir el fracaso escolar, erradicar el absentismo, fomentar un clima positivo de convivencia e implicar a las familias en la Educación de sus hijos.

En el ejemplo anterior, bastante significativo de las escuelas de éxito, observamos que la eficacia de un centro se debe tanto a su acción educativa como a la influencia de las familias, del entorno social y de las características de sus alumnos. También resultan decisivos los procesos educativos y didácticos que ocurren dentro del propio centro, las características de la dirección o la orientación del currículo.

La labor del centro
Con ejemplos como el del colegio de Zaragoza, los consejos escolares destacaron la labor del propio centro para conseguir el éxito, como el liderazgo directivo, el trabajo en equipo del profesorado, la calidad del currículum propio, la definición de objetivos orientados al rendimiento, un clima escolar ordenado y disciplinado y una evaluación frecuente. Y también es labor del centro potenciar la influencia de la familia.

Los resultados muestran altas correlaciones entre las características socioeconómicas y culturales de las familias y el logro educativo. De ahí que, para los consejos escolares, deban realizarse grandes esfuerzos a través de la institución escolar para incrementar su influencia y lograr esa igualdad de oportunidades. Aquí también entra la relación con el profesorado y, ya que el entorno social es tan importante, habría que impulsar la interacción de los docentes con las familias para favorecer la formación integral de los alumnos.

Otra pieza clave, como hemos visto anteriormente, es una dirección escolar capaz de ejercer un liderazgo efectivo en el seno de la comunidad educativa. Y también depende de la dirección el objetivo de fortalecer las relaciones entre familias y centros, desarrollando compromisos recíprocos que promuevan una acción concertada en beneficio de alumnos, familias y el propio centro.

Finalmente, unos buenos resultados tampoco se pueden conseguir sin el papel crucial del profesorado. A nivel del aula, resulta fundamental el tiempo dedicado a la tarea de aprender y a los deberes, la utilización de una enseñanza estructurada que ordene y facilite los aprendizajes, la generación de diferentes oportunidades para aprender los mismos contenidos, unas altas expectativas del profesor en relación con el progreso de los alumnos y la evaluación de sus avances.

Al final se consigue que las escuelas más exitosas tengan altas expectativas académicas sobre sus alumnos. Además, aportan un currículum de calidad, gozan de un clima escolar ordenado, tienen una participación destacada de las familias y éstas muestran una fuerte implicación en la Educación de sus hijos.

RECOMENDACIONES

  • Profesorado

Reforzar la calidad de su formación y estimular su compromiso profesional. Promover su dominio de metodologías y estrategias que faciliten la cooperación y el trabajo en equipo, en un clima positivo de interacción. Potenciar sus relaciones con el entorno social de los centros, así como la interacción con las familias a fin de favorecer la mejora de los resultados de los alumnos.

  • Procesos didácticos

Llevar a cabo un desarrollo del currículo, por parte del profesorado, que promueva en todos los alumnos un conocimiento sólido de los contenidos, la adquisición de las competencias básicas y el cultivo de actitudes y valores necesarios para esa formación integral.

  • Alumnos

Fomentar el interés y la motivación del alumnado por la escuela y la formación. Detectar tempranamente sus dificultades de tal manera que se pongan en marcha los apoyos pertinentes, adaptados a los distintos niveles y ritmos personales de aprendizaje.

  • Equipo directivo

Promover una dirección escolar capaz de ejercer un liderazgo efectivo en el seno de la comunidad educativa.

  • Familias y entorno

Fortalecer las relaciones entre familias y centros, desarrollando compromisos educativos recíprocos. Establecer lazos sólidos entre la escuela y la comunidad en la que está inmersa.

  • Centro

Impulsar un Proyecto Educati-vo de Centro, que defina su filosofía y que preste una atención especial al sistema de evaluación formativa. Dotar de capacidad a los centros para que puedan identificar y dar respuesta a sus necesidades.

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