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“El alumno es el protagonista de su aprendizaje y también del propio colegio”

Canales critica a los centros que anteponen los intereses económicos a los educativos y defiende que el alumno sea el protagonista del aprendizaje y del propio centro, de forma que todo funcione para su bienestar académico y personal.

Adrián ArcosMiércoles, 18 de junio de 2014
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Profesor de Educación Física, fue uno de los fundadores del Colegio “Estudiantes” de Las Tablas (Madrid), donde fue director durante tres años. José Canales ha creado ahora la Escuela “Ideo”, un nuevo concepto de centro privado en el que, mediante la motivación y la ilusión, el alumno se convierte en protagonista de su propio aprendizaje.

¿Qué le llevó a crear el centro?
Un grupo de trabajadores, entre los que hay muchos docentes, apostamos por una forma diferente de educar. Creemos que la Educación necesita ahora valentía, apostar por unas metodologías diferentes, dinámicas y activas a través de la experiencia. Y también necesita de una ampliación curricular de contenidos genéricos. La sociedad actual cambia de forma vertiginosa, y tenemos que preparar a los alumnos para que se enfrenten a esa sociedad cambiante.

¿Por qué salieron del Colegio “Estudiantes”?
Había intereses puramente económicos que predominaban sobre los educativos, mientras que nosotros primamos más los formativos. A partir de ahí decidimos seguir con nuestro propósito en otro sitio.

Se supone que en todos los centros deberían primar los intereses educativos.
No es una crítica extensiva a todos los centros, sino solo a algunos en los que sí es verdad que, al menos a la par, se ponen los resultados económicos junto a los educativos. Incluso en otros prima obtener esos resultados educativos porque, al fin y al cabo, te traen más gente, más alumnos, más dinero… Es normal que en una sociedad como la nuestra esto ocurra; lo único es que nosotros no lo compartimos. Creemos que es un objetivo secundario. Escuela “Ideo” pone delante al alumno no solo convirtiéndolo en protagonista del proceso de aprendizaje, sino del propio colegio.

¿Cómo se consiguen esos buenos resultados?
Los alumnos se lo pasan bien en el colegio, disfrutan, se ríen, vienen con ganas y tienen interés por todas las actividades. Esta motivación garantiza que los resultados sean buenos en el futuro. Solo se puede aprender, memorizar, llegar a unas competencias y capacidades determinadas si esa persona está motivada, ilusionada y tiene ganas por aprender. Si no llegarán solo aquellos que tengan una capacidad de esfuerzo mayor o mucha presión familiar, aunque se dejarán algo en el camino, sobre todo a nivel emocional. Pero habrá muchos niños que no lleguen. Y hay que intentar que se queden los menos posibles, incluso ninguno. Porque si hacemos que el modelo de aprendizaje sea atractivo, que los niños se sientan seguros con él, atraídos a él y, además, partícipes, es más fácil que alcancen las capacidades y habilidades competenciales que todos pretendemos, y además genéricas, no exclusivamente en algunos ámbitos.

Habla de ampliación competencial de contenidos genéricos cuando se critica que los currículos son demasiado extensos.
Es cierto que los currículos son extensos. En los colegios privados y concertados lo que hacemos es aumentar las horas del centro para poder abarcar más esos currículos. Por eso, ya que el alumno está más tiempo en el centro, intentamos que esté motivado, ilusionado y lo mejor posible. Tampoco le mandamos trabajo extra para casa, ya que pensamos que este debe ser el que cada uno quiera, dependiendo de su interés particular. Hay que cumplir con unos currículos establecidos, que sí que necesitan una revisión importante que no es la Lomce, porque hay contenidos que se repiten constantemente en los ciclos. Por ejemplo, todo lo que se ve en el primer ciclo de Primaria, vuelve a tratarse en el segundo. Todo esto hay que ordenarlo y organizarlo bien, y nosotros lo hacemos internamente, dando los contenidos que exige la ley, pero temporalizándolos como creemos que corresponde. Por otra parte, faltan contenidos que ahora mismo son demandados por la sociedad y que la ley no los recoge, por ejemplo todo el arte y cultura. Esto entra dentro de la formación en el centro, como herramienta de expresión artística, plástica y visual, musical, dramática y corporal. Y, además, como fin en sí mismo para alcanzar los objetivos.

¿Cómo trabaja el profesor con esta metodología?
El profesor es el guía y el que conduce al niño hacia ese aprendizaje. En esa metodologia experiencial, a través de la actividad y la vivencia, los profesores tienen que trabajar en equipo para ilusionar a los niños. Y el aprendizaje es también transversal, por lo que rompemos con esas parcelaciones de aprender por materias y por contenidos.

¿Ese trabajo en equipo no esfuma en cierto modo la idea de profesor especialista?
Tenemos el problema de que cada profesor pertenecemos a una especialidad determinada. ¿Yo me voy a ocupar entonces de otras materias? No, sino que tengo que ser capaz de trabajar en equipo con el resto, aprendiendo de ellos y aportando mis capacidades y conocimientos en el ámbito correspondiente. Además, tenemos que formarnos continuamente, a través de esos referentes que hay en España, desde las escuelas Waldorf, Montessori o Montserrat, que también trabajan en otra línea. Queremos una forma diferente de educar, porque creemos en ella, y eso necesita del trabajo cooperativo de todos: alumnos, profesores y comunidad educativa.

¿Qué defectos tiene el sistema actual que pueden dificultar los buenos resultados?
Estamos limitados por el desarrollo curricular establecido, las metodologías apenas han cambiado y los resultados de las evaluaciones echan mucho para atrás –hay que evaluar más en competencias que en instrumentales–. Los centros deben tener más autonomía, la Inspección educativa tiene que dejar más libertad y no ocuparse exclusivamente del papeleo, de forma que se permita que los centros tengan más capacidad de gestión.

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