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Jóvenes sobradamente preparados para el uso responsable de las nuevas tecnologías

La campaña ControlaTIC de FUNDACIÓN MAPFRE –en colaboración con MAGISTERIO y Protégeles–, toca a su fin en la Región de Murcia.

María CuéllarMiércoles, 18 de junio de 2014
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Es una de las primeras comunidades autónomas que no ha querido dejar pasar la oportunidad de ofrecer a su alumnado la posibilidad de aprender a usar las nuevas tecnologías de forma segura y responsable. Han sido poco más de tres meses intensos de charlas donde el programa ha llegado a 37 centros educativos y a un total de 5.812 alumnos de entre 11 y 16 años.

Un periplo en el que se han repetido el mismo interés y las mismas caras de sorpresa. No en vano, todos los estudiantes y profesores que han participado en la misma consultados por MAGISTERIO reconocen que los 60 minutos que dura el taller les han servido de mucho, especialmente al tratarse de un tema del que, paradójicamente, los jóvenes de hoy en día saben mucho pero del que carecen de la información adecuada para gozar de una buena salud digital.

Precisamente éste era el hándicap al que se enfrentaban los precursores del programa, llegar a los estudiantes, tal y como explica Alicia García de Pablo, una de las psicólogas de Protégeles que han estado en las aulas murcianas: “En un principio pensábamos que nos iba a costar llegar a los chavales precisamente por la temática a tratar, pero lo cierto es que, por regla general, se han mostrado muy receptivos”.

En cuanto a la cantidad de casos de tecnoadicción detectados, la psicóloga de Protégeles afirma que tras pasar el cuestionario se puede decir que la gran mayoría de los alumnos murcianos usa las TIC dentro de lo previsible, “pero sí nos hemos encontrado con algún chaval que se ha sentido identificado y se ha acercado a nosotros al final del taller para preguntar qué tenía que hacer para solucionar este problema”.

Con todo, García de Pablo califica la experiencia de muy positiva y que los alumnos han vivido con mucho interés ya que “desde el primer momento se dieron cuenta de que lo que veníamos a decirles no era que dejaran de usar el smartphone, por ejemplo, sino que aprendieran a utilizarlo con control y prudencia”.

Algo con lo que está totalmente de acuerdo Baltasar Ramos, orientador del IES “Mediterráneo” de Cartagena, donde participaron 125 alumnos de 2º y 4 de la ESO. Para este educador, lo más beneficioso de los talleres impartidos por los psicólogos de Protégeles ha sido propiciar que sean los mismos alumnos los que hayan podido identificar a esos dos o tres compañeros que ya presentan algunos de los síntomas de tecnoadicción: “Algo realmente positivo si tenemos en cuenta que si son los compañeros los que te aconsejan de algo es más efectivo que si te lo dice un profesor”, explica.

Problemas, indica Ramos, que se presentan con más frecuencia en alumnos mayores “porque los de estas edades aun tienen la calle que le contrarresta mucho”. No obstante, el orientador opina que toda la información recibida les servirá como vacuna, porque “aunque no se reconozcan, sí que han aprendido que si siguen por ciertos caminos van a encontrarse con problemas como los que les expuso la psicóloga durante la charla”.

Ramos es de los que opina que hoy no se puede vivir de espaldas a las nuevas tecnologías “ya que si quieres estar en el mundo tienes que estar en las redes sociales”. Además, hoy en día es más que habitual que cada clase cree su propio grupo de whatsapp donde hablar de deberes, compartir trabajos, etcétera, “y no formar parte del mismo supondría estar aislado”, recuerda.

Por su parte, la profesora de Ciencias Sociales del IES “Alfonso X” de Murcia,María Dolores Sanz, apunta que en el uso de las TIC el principal problema es que los alumnos no son conscientes de lo que entra dentro de la normalidad y lo que ya sobrepasa los límites, “lo único que tienen claro es que necesitan usar a diario las TIC en todas sus modalidades, y para ello necesitan unas pautas que hasta ahora nadie les había dado”. Por esta razón, a Sanz le ha parecido de mucha utilidad “tanto lo que se dio como cómo se dio.

Lucía Saorín es una de los 300 alumnos de este IES de la capital murciana que asistió al taller de ControlaTIC . Estudia 4º de la ESO y opina que acciones como ésta son muy útiles para ellos “porque muchos pensamos que sabemos del tema pero en realidad hay muchísimas cosas que se nos escapan, durante la charla conocimos peligros que ni sabíamos que existían”.

Su compañera Sofía Catarineu asiente con la cabeza a todo lo que explica Lucía, y eso que ella ha estrenado móvil este curso, con 16 años, algo poco habitual en estas edades, pero ya también intercambia información en el grupo de whatsapp de su clase.

Otro de sus compañeros de pupitre, Alberto Zambudio, señala que internet, por ejemplo, “a veces ayuda mucho a la hora de estudiar y hacer trabajos” pero admite que para lo que más lo usa es para comunicarse en las redes sociales y el ocio.

Por último, el balance que el director del Área de Salud y Prevención de FUNDACIÓN MAPFRE, Antonio Guzmán, hace de estas primeras paradas de la campaña ControlaTIC, que continuará a partir de septiembre en Castilla-La Mancha, no podía ser mejor: “Nos sentimos muy satisfechos porque hemos llegado casi al doble de alumnos de los que preveíamos inicialmente”. De hecho, las encuestas que se han pasado tanto a alumnos como a profesores han recibido una calificación media de sobresaliente”. Lo que demuestra que nos se equivocaron cuando decidieron poner en marcha este programa educativo que facilita que los escolares cuenten con los conocimientos y herramientas apropiadas para el uso responsable, controlado y seguro de las nuevas tecnologías. “Es un tema que hacía falta tratar y que los mismos centros nos demandaban”, recuerda Guzmán. Para el responsable de MAPFRE está claro que los protagonistas de ControlaTIC son los jóvenes, pero también los que conviven con ellos, sus familias y sus profesores, “ya nadie duda de que a los padres se nos ha duplicado el trabajo porque a la labor de formar a personas responsables, ahora se nos añade la formación de la vida virtual que se nos escapa”.

Con todo, Antonio Guzmán admite que de todo se aprende, así que por eso se van a incorporar algunas cosas nuevas, aunque no sustanciales, al programa tras nuestro contacto con los jóvenes, “pero hemos visto que la campaña se ha ajustado bastante a lo que pensábamos en la teoría”.

¿Por qué no probamos a apagar el móvil un rato?
“Casi sin darnos cuenta hemos llegado a ser esclavos del móvil”, alerta María Dolores Sanz, profesora de Ciencias Sociales del IES “Alfonso X” de Murcia. Y no sólo los jóvenes, que han nacido con ellos prácticamente debajo del brazo –el 70 por ciento de los escolares de entre 11 y 14 años tienen móvil, según un estudio europeo–, sino también los mayores que nos hemos incorporado después a las nuevas tecnologías. “En nuestro centro se prohíbe al alumnado entrar con móvil, pero a menudo nos encontramos con la oposición radical de muchos padres que dan por hecho que sus hijos tienen que llevarlo porque piensan que así están más controlados”, dice Sanz.

Una dependencia que empieza a preocupar al conocer que sólo el 30 por ciento de los jóvenes lo apaga cuando va a dormir, “por eso a menudo les digo a mis alumnos, ¿por qué no probamos a apagar los móviles un rato?”. Y lo dice con vehemencia delante de Alberto, Candela y Elena, tres de sus alumnos de 4º, que se echan a reír. Ninguno lo apaga para irse a dormir, y cuando les preguntas si serían capaces de apagarlo un rato, contestan al unísono: “¿Para qué? Si me han dicho que no es bueno para el dispositivo tenerlo tanto tiempo apagado”.

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