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Fotografía solidaria, una manera de concienciar

Km. 42 es un proyecto fotográfico que ha puesto en marcha el fotógrafo Joan Vendrell y la ONG Colabora Birmania.
Pilar RuzMartes, 7 de octubre de 2014
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Km. 42 es un proyecto fotográfico sin ánimo de lucro que ha puesto en marcha el fotógrafo Joan Vendrell junto a la ONG Colabora Birmania y que ha contado con el apoyo de Canon. El objetivo de esta iniciativa, desarrollada durante el mes de septiembre, es potenciar el desarrollo de la creatividad y expresión de niños refugiados birmanos en las escuelas de Mae Sot (Tailandia).

En el proyecto se ha formado a un grupo de alumnos de 10 años en fotografía básica, inculcándoles los conocimientos y motivación necesarios para que cada uno de ellos pueda fotografiar su día a día. “El primer día tenía que enseñarles, incluso, qué era una batería. Al día siguiente ya sabían poner el temporizador y hacerse selfies”, aseguraba Joan Vendrell.

El propio fotógrafo señalaba la necesidad de emprender este tipo de proyectos educativos, en especial con estos jóvenes. “Son niños ilegales, en una mala situación, que van a la escuela solo porque les dan de comer, porque no son enseñanzas regladas. Aun así tienen mucho que decir y les estamos dando una herramienta de expresión”, así definía Vendrell la finalidad de Km. 42.

Material para la escuela
Por su parte, Canon ha respaldado el proyecto cediendo el material fotográfico, que se compone de 20 cámaras y una impresora. Ese equipo ha sido regalado a la escuela para que los niños puedan seguir utilizándolo. En ese sentido, Vendrell ha asegurado que se vio respaldado por la multinacional “desde el principio”.

Ahora comenzará una segunda fase en la que se creará una galería para cada estudiante dentro de la web www.joanvendrell.com. De esta manera, serán los propios niños, a través de las más de 5.000 imágenes tomadas, quienes cuenten su realidad a aquellos que la desconozcan. “El objetivo es dar a conocer estas realidades e iniciativas para concienciar al mundo y conseguir extender la ayuda”, señalaba Vendrell.

Después de la experiencia, Vendrell explicaba que el estilo de las fotografías recogidas seguía una tendencia común. Según el fotógrafo, los niños prefieren las autofotos en las que se disfrazan y posan, mientras que las chicas optan más por sacar a sus familias y seres queridos.

Por último, el fotógrafo ha recogido y montado gran parte del material audiovisual tomado durante la experiencia para producir un vídeo documental con el que concienciar sobre la situación de estos niños. De este modo, Vendrell refleja las dos vertientes del proyecto: “Por un lado, yo cuento su historia y, por otro, ellos cuentan lo que están viviendo”.

Herramienta de expresión
“Elegí este proyecto por su labor formativa, para enseñar a los niños que la fotografía es una herramienta de expresión. Quise trasladarles mi experiencia, haciéndoles entender que salir con la cámara es una manera de descubrir que podemos contar historias”, señalaba el fotógrafo.

Una de las cosas que más impactó a Joan fue “la capacidad de asimilación de algo nuevo” y “el entusiasmo y las ganas” de los chicos. Por esto, el profesional no descarta emprender otras iniciativas similares.

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