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El éxito en gestión de calidad está en formar al personal del centro

En el nuevo coloquio organizado por MAGISTERIO, los invitados destacaron la importancia de la motivación y la formación del personal para implantar un sistema de gestión de la calidad en un centro.
Adrián ArcosMartes, 2 de diciembre de 2014
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Quedan más que comprobados los buenos resultados que produce la implantación de modelos y sistemas de gestión de calidad en los centros, pero el camino hasta llegar a ellos está lleno de dificultades. La falta de financiación, el convencimiento del personal del centro, la necesidad de un liderazgo fuerte y las resistencias a la medición de los resultados son solo algunos problemas a los que se tienen que enfrentar los directores de los centros que deciden apostar por un sistema de calidad. Así lo hicieron saber los invitados al nuevo coloquio organizado el pasado día 25 por MAGISTERIO en colaboración con Cospa&Agilmic, sobre Aplicación de modelos y sistemas de calidad, y que contó con la participación de responsables de centros y de la Administración.
“Tras tres años en proyectos de calidad no hemos recibido ni un céntimo”, denunciaba Hugo López Puerta, jefe de Estudios del CEIP “Giner de los Ríos” de Fuenlabrada (Madrid). “Por muy buenas intenciones que tengamos, después de todas las dificultades para convencer a los compañeros del colegio, finalmente presentamos el proyecto a la Inspección y no nos conceden ni una pequeña dotación económica, cuando nuestro presupuesto anual para el funcionamiento es de 11.600 euros”, manifestaba este representante de la enseñanza pública.

Juan de Santiago es director del Colegio “BASE” de Alcobendas (Madrid), un colegio privado que primero se certificó en ISO y en 2011 obtuvo el sello 500+ de EFQM. Para él “no cabe duda de que hacen falta recursos económicos, ya que difícilmente puedes mejorar si no puedes pagar la mejora”. Sin embargo, él encuentra otra serie de problemas en los centros privados en motivación de personal: “A los compañeros les cuesta mucho aceptar la implantación del sistema de calidad, ya que se van a los tópicos y piensan que va a entrar mucha burocracia y que vana tener que escribir todo lo que hacen”. La solución, desde su punto de vista, es “una formación que realmente les motive”. De hecho, uno de los pilares básicos de su modelo de EFQM es la formación docente, con lo cual en un colegio con 140 trabajadores, realizaron 11.000 horas de formación.

La formación, esencial
Desde el Colegio “La Salle Nuestra Señora de las Maravillas”de Madrid, su director, Juan Alberto Pérez, subrayó la importancia de la formación:  “Cuando se trabaja en calidad durante muchos años, se establece una especie de cultura de la calidad, de la mejora continua, de buscar resultados excelentes. Y esa cultura tiene que ver con un mismo lenguaje y con el uso de las mismas herramientas, y en ese sentido la formación es fundamental”. En cuanto a la motivación, explicó que “puede ser intrínseca –la que tiene el colegio por su historia o por su dinamismo– o extrínseca –la de los alumnos–.

Juan Antón, director del Departamento de Calidad de la CECE, considera que “el éxito en la implantación de un modelo está en que la dirección se lo crea”. En cuanto al convencimiento, afirma que “a los profesores hay que decirles que miren la curva de natalidad, y se van a dar cuenta que dentro de 10 años sobrará un colegio de cada tres”, por lo que tener un buen sistema de calidad es fundamental para competir con los demás centros.

Desde la Administración pública intervino Francisco Javier González, jefe del Servicio de Formación de la Dirección General de los Servicios de la Comunidad de Madrid, una unidad que realiza proyectos de asesorías de los centros públicos de la Comunidad. González cree que “el criterio del liderazgo es vital” y lo considera “el motor de arranque”. Sobre la formación, apuntó que “ha habido un recorte muy importante de las partidas en el sector público en los últimos años” y también advirtió de las “resistencias mentales de las propias personas que trabajan en los centros a la hora de implantar los sistemas, que son muy difíciles de romper, pero que una vez que se rompen da muchos frutos”. Por eso, desde esta unidad se encargan de asesorar a los centros y dotarlos de una serie de herramientas sencillas de utilizar, económicas y que se puedan compatibilizar con la actividad educativa y la gestión diaria.

Desde la Concertada, el Colegio “Calasanz” de Alcalá de Henares (Madrid) está intentando acogerse a un sistema de gestión de la calidad. Para Rosa Carmona, orientadora del centro, “la financiación no es el principal problema”, ya que pueden recurrir a fuentes distintas, ni tampoco la formación, ya que los equipos y el Claustro son muy estables. Sin embargo, sí que les está costando pasar de un colegio a una fundación, “y necesitamos que la dirección se lo crea”.

La importancia del sello
También intervino Carlos Romero, director del IES “Beatriz Galindo” de Madrid. Él también está convencido de que “tiene que haber un fortísimo liderazgo y convencimiento” para la implantación, pero cree asimismo que es muy importante el sello: “Es fundamental porque hace que padres y alumnos se crean esa idea de equipo, da un sentido de identidad y deja una impronta en el centro”. De hecho, aseguró que puede evitar “el problema de los colegios públicos de que cada curso hay que organizar el centro, es como empezar de nuevo, lo cual es un fallo de calidad tremendo”.

En cuanto al sello, Juan Antón explicó que el modelo EFQM “es más connatural a cualquier educador, porque propone la mejora continua y abarca toda la gestión del centro, desde los recursos a los resultados, pasando por la gestión de las personas”. Sin embargo, ISO se centra en asegurar una producción de forma que “aquello que hace usted no lo toque” y “eso es complicado en un mundo cambiante como el educativo”, aseguró.

Juan de Santiago reconoció el aspecto limitador de ISO para mejorar. Por eso en el Colegio “BASE” empezaron a trabajar en el 2007 en el modelo EFQM. Sin embargo, sí que piensa que “una buena forma de entrar en EFQM es haber pasado primero por ISO, porque los procesos te los deja niquelados”.

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