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“Aunque dicen que la utopía es esencial, lo más importante es vivir el presente”

El escritor y redactor de MAGISTERIO Paulino Arguijo ha resultado ganador del XXVI Concurso de Ensayo Becerro de Bengoa por su trabajo Mito y utopía.
Pilar RuzMartes, 20 de enero de 2015
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(Foto: Jorge Zorrilla)

El pasado 16 de diciembre el periodista redactor de MAGISTERIO Paulino Arguijo recogió en la Casa de Cultura Ignacio Aldecoa de Vitoria el premio del XXVI Concurso de Ensayo Becerro de Bengoa, entregado por la Diputación Foral de Álava por su trabajo Mito y utopía. En él, el ganador plantea un recorrido comparativo de estos dos conceptos a lo largo de la historia, partiendo de los planteamientos de Platón hasta llegar a la actualidad.

¿Por qué decidiste presentarte al concurso?
Conocía este concurso de años anteriores. Tenía un texto que pensaba que podía tener cabida en este tipo de concursos y me decidí a presentarlo aquí, aunque también lo presenté en alguno más.

¿Por qué surge la idea de escribir este texto?
Tenía la idea desde hace tiempo a raíz de mi tesis doctoral sobre la novela utópica contemporánea. Hice un estudio preliminar del pensamiento utópico a lo largo del tiempo, desde el mundo clásico hasta la actualidad y esta introducción es la que presenté. Lo que recojo es el cruce entre mito y utopía partiendo de Platón. Por un lado, este diseña el mito de la Atlántida, ese continente que sucumbe bajo un maremoto. Esto es un referente de lo que quiere ser el pensamiento mítico y utópico al mismo tiempo. Por otra parte, Platón, en su libro La República, plantea la ciudad ideal. Esa obra está madurada a partir de una situación crítica que se está produciendo en Atenas, la Guerra del Peloponeso, en la que sufre grandes pérdidas de fortuna. Platón asegura que la ciudad no está preparada y se plantea cómo salir de ese atolladero en el que se encuentra, no solo por la guerra, sino también por las turbulencias políticas. Por ello, La República proyecta una sociedad ideal a la que llegar, algo distinto de lo que se vive, es decir, la semilla de ese pensamiento utópico.

En este estudio cronológico, ¿qué periodo desarrollas después del mundo clásico?
Tras estos autores entramos en la época Alejandrina. Alejandro Magno conquista un imperio. Aquí domina más el mito porque Alejandro Magno se considera el hijo de Zeus, es decir, la asociación del jefe con la divinidad. Lo mismo pasa con los césares.

¿Cómo evoluciona el pensamiento utópico en la Edad Media?
Esta época está dominada por el pensamiento agustiniano, que separa en su concepción del mundo la Ciudad de Dios y la Ciudad de los Hombres, existentes en los corazones de los humanos. Realmente lo que hay en la Edad Media no es un pensamiento utópico, sino escatológico. Se cree en una situación apocalíptica igual que en un reino físico de Dios en la tierra. Dentro de esta época destaca la figura de Joaquín de Fiore. Este cree que ha habido una Edad del Padre hasta el nacimiento de Cristo, una Edad del Hijo, que se prolongó hasta la vida del propio Joaquín de Fiore, y una Edad del Espíritu Santo, que se inaugura a partir de ahí.

Planteas la Edad Moderna como un redescubrimiento de los clásicos, ¿en qué sentido?
En este momento los turcos invaden Constantinopla, cae Bizancio y hay unos sabios que emigran a Occidente. Ahí se conocen las obras de Platón. Además, hay un progreso científico en el que se desarrolla la pólvora, la imprenta o las artes de navegación. Esto conlleva el descubrimiento de América. Se entra en contacto con nuevas civilizaciones que se asocian con el paraíso perdido. En esa Edad Moderna, a raíz de esas novedades, hay autores que se ponen a escribir sobre sociedades ideales. Además, aparece el Estado como tal y con él sus teóricos como Hobbes y Rousseau y los filósofos alemanes, que lo ven como el mayor bien sobre la tierra. Todo lo que se haga a favor del Estado es un acto bueno. Esto desemboca en los estados totalitarios.

¿Cómo llega el pensamiento utópico al siglo XIX?
A partir del siglo XIX, se seculariza la idea de Joaquín de Fiore del tercer reino con una dirección utópica. Tenemos los socialistas utópicos como Saint Simon y Fourier que ven la sociedad como una sucesión de edades de menos perfecta a más perfecta. También los socialistas científicos como Marx y Engels esperan una sociedad sin clases.

¿Y en la actualidad este concepto sigue existiendo?
Lo que se produce en el siglo XX es la aparición de la novela utópica, que no es igual que la ciencia ficción. La novela utópica tiene rasgos con componente político y la ciencia ficción puede ser cualquier cosa. Además, en el periodo entreguerras se ve que falta esa llama que alumbra hacia un futuro mejor. Paradojicamente se aprecia que los descubrimientos científicos harán posible la utopía, cuando se presiente esta como un peligro. Por otro lado, han aparecido los estados totalitarios, que se ven como algo monstruoso. La novela utópica de Orwell es una crítica a lo que se está haciendo en ese momento.

Se crean visiones utópicas en sociedades que tienen problemas. ¿Esto siempre es así?
Hay autores que sostienen que la utopía aparece cuando se vive una situación de crisis porque se ve la insuficiencia del presente. En el mito antiguo, la sociedad habría ido decayendo desde la Edad de Oro –asociada a la realeza–, a la Edad de Plata –relativa a la figura sacerdotal–; la de Bronce – de los guerreros – hasta la Edad de Hierro, sin vínculos. En cambio, la concepción modesta ve el presente como una situación crítica, pero susceptible de ser superada y crear una sociedad mejor. Esto corresponde al pensamiento de los siglos XVIII y XIX. La utopía surge de esa crisis que se puede superar.

Hay veces que mito y utopía se mezclan. ¿Cuál es la diferencia?
Hay autores como Sorel que hablan de que la utopía está acabada, pero perviven los elementos míticos. La utopía que ha gobernado en el siglo XIX queda desacreditada en el XX porque ha triunfado, por ejemplo, en la Unión Soviética en la que se pretende haber llegado a esa sociedad ideal, sin clases. Por otro lado están los mitos fascistas que asocian con ellos a los jefes y buscan las raíces de la sociedad en el pasado.

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