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Super Reciclator, el sentido de la inclusión educativa

Una campaña de reciclaje por una buena causa: recaudar fondos.
Martes, 26 de mayo de 2015
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Nuestra aventura comienza el curso pasado, cuando la familia de Adriana, una niña afectada por el Síndrome de Dravet, escoge la escuela pública “San Miguel” de Noáin para iniciar su etapa escolar. El síndrome de Dravet, también conocido como epilepsia mioclónica severa de la infancia, ataca a sus afectados de muy diversas formas, por lo que, a pesar de tener ciertas características comunes, cada caso es único y sus necesidades también.

Se estima que la incidencia de la enfermedad es de 1 entre 20.000 nacimientos, lo que la encuadra en el grupo de enfermedades raras (1/2.500). Además, el trabajo con estos niños debe ser multidisciplinar, lo cual dificulta aún más su intervención educativa.

Desde el primer momento intentamos mirar de frente a este nuevo reto que se nos planteaba, con miedo e incertidumbre al principio, pero con muchas energías e ilusiones puestas en nuestra nueva tarea. Nuestro propósito estaba claro, queríamos que Adriana se sintiera parte del grupo y que el grupo la aceptara como una más. Y así fue, porque donde los adultos vemos posibles diferencias, los niños no ven más que niños para jugar y compartir, dándonos a todos una gran lección de inclusión educativa.

Con el paso del tiempo hemos sido testigos de los valores que Adriana ha aportado al grupo por el simple hecho de formar parte de él, y emocionadas hemos visto cómo el resto de sus compañeros se han ido poco a poco responsabilizando de su compañera, desarrollando estrategias para cuidar de ella sin protegerla en exceso, tratándola con la delicadeza adecuada y enseñándonos a los adultos la naturalidad del mundo infantil.

Estamos orgullosas del camino recorrido durante estos dos años y somos conscientes del que aún nos queda por recorrer. No hemos hecho nada especial, hemos dejado que todo fluyera, acompañando a nuestros peques en la difícil tarea de empezar el cole y trabajando para que las dificultades de Adriana no supusieran una barrera infranqueable entre ella y sus compañeros del aula. Sabemos que su enfermedad le pone limitaciones, pero estamos dispuestas a luchar contra ellas del mismo modo que Adriana y su familia luchan contra su enfermedad cada día.

Poco a poco, por unos motivos u otros, la comunidad educativa se fue haciendo eco de la situación, y es entonces cuando la familia de Adriana nos propone iniciar una campaña solidaria que aún hoy continúa vigente en el centro. Este proyecto solidario, organizado por BIC y Terracycle, consiste en el reciclaje de bolígrafos y rotuladores gastados, que son canjeados por puntos, y el dinero recaudado se destina a la Fundación Síndrome de Dravet (www.dravetfoundation.eu), que lucha por encontrar un fármaco que mejore la calidad de vida de los afectados por esta enfermedad rara y posteriormente su cura.

La escuela sirve además de plataforma para dar visibilidad a una enfermedad cuyos pacientes “se encuentran doblemente desprotegidos, por un lado por la propia enfermedad y, por otro, por el desconocimiento de la misma” dice Juan Carrión, presidente de Feder.

Hace pocos meses, la Escuela San Miguel de Noáin fue premiada con el premio Super Reciclator, otorgado por BIC y Terracycle, y no ha sido más que un nuevo impulso para seguir colaborando con esta iniciativa que combina reciclaje y solidaridad. Creemos que la inclusión educativa y los proyectos solidarios aportan valores que no se encuentran en los libros de texto.

Nuestra aventura no termina aquí… tenemos plena convicción de que Adriana y sus compañeros de aula nos seguirán sorprendiendo, dándole un verdadero sentido a la expresión inclusión educativa.

Maite Errea y Andrea Rodríguez
CPEIP «San Miguel» de Noain (Navarra)

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