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Un grupo de alumnos lleva a su pueblo la guerra en Ucrania y la realidad saharaui

Como motivo del Año Europeo por el Desarrollo, 11 alumnos de 4º de ESO del IES “Hermanos Argensola” de Barbastro (Huesca) me pidieron que ejerciera de guía o coordinadora para participar en un concurso convocado por el Parlamento Europeo bajo el lema Nuestro mundo, nuestra dignidad, nuestro futuro.
Jueves, 1 de octubre de 2015
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De la mano de Euroscola, recopilamos la información y buscamos dos proyectos solidarios con los que se sintiesen reflejados los alumnos. El primero fue el conflicto de Crimea. Entre otras cosas, un exalumno había salido en la prensa porque quería volver a Ucrania para participar en la guerra, lo que despertó nuestra atención. Como profesora de Matemáticas que soy, abordé el tema desde el punto de las cifras: devaluación de la moneda, PIB y ayuda del FMI.

El profesor de Historia les informó sobre la trayectoria del país. En clase de Ética trataron los intereses del país visto desde el punto de vista ruso y ucraniano, en Química trataron la situación actual del
reactor de Chernóbil, y, por ultimo, en Educación Física realizaron un ejercicio de acrosport sobre la guerra y la paz.

Pero nos faltaba lo mas importante: la parte humana. Contactamos con nuestro exalumno Slavik y con Eduardo Puente, presidente de la Asociación de Asistencia a la Infancia, encargado del acogimiento temporal de niños provenientes de orfanatos o familias necesitadas ucranianas. La fórmula que ideamos para poder trasmitir todos estos conocimientos a toda la comunidad educativa fue realizar una charla bajo el título Conflicto de Crimea, dirigida a los alumnos y padres de nuestro instituto.

Para el segundo proyecto, visto el éxito anterior, quisimos usar la misma fórmula. En este caso lo que despertó nuestro interés fue la familia de una de nuestras compañeras de curso, la cual tiene en régimen de acogida por estudios a Deddi, un niño encantador de 10 años procedente de un campo de refugiados del Sáhara. Todos los alumnos de la clase conocían a Deddi y querían empaparse de su cultura y comprender un poco más su situación. Nos reunimos y empezamos a organizar una charla denominada Hablemos del Sáhara. Aquí volvimos a pedir la colaboración a la profesora de Ética para que explicase objetivamente los datos morales e históricos del Sáhara. El tema suscitó gran controversia, puesto que muchos de nuestros alumnos son de origen marroquí y desconocían la mayoría de los datos, incluso la existencia del “Muro de la Vergüenza”, aunque, gracias al dialogo, podemos decir que la clase fue un gran ejemplo de convivencia que traspasa fronteras, religiones y culturas.

Consideramos que la forma más correcta para explicar la situación era ponernos en contacto con la ONG Alouda, –Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui del Alto Aragón–, lo que nos dio la oportunidad de conocer a otras familias de la provincia de Huesca que tienen niños saharauis en acogida durante el periodo escolar. Entre ellos se encontraban Lala, de 15 años, y Jadiyetu, de 18. Les propusimos que participaran activamente en la charla y, a pesar de su juventud, en seguida aceptaron.

Más acciones
Aquí no acabaron nuestras iniciativas, queríamos que todos los cursos se implicasen activamente y trataran los temas de manera multidisciplinar. Los grupos de ESO colgaron en las puertas de sus clases siluetas en papel sobre los países de la UE con los índices de analfabetismo y de escolarización comparándolos con países con menos suerte. Además exhibimos un “Argenmundi” donde situamos en el mapa del mundo a los alumnos de nuestro centro. En el ámbito científico lanzamos cohetes con mensajes solidarios.

El trabajo ha sido extra, en especial para mí, ya que mi campo son las Matemáticas, pero gracias a ellos he aprendido mucho y, contradiciendo a aquellos que dicen que los jóvenes de ahora no luchan por sus ideas o no ven la realidad, puedo decir con la cabeza alta que me siento orgullosa de contar con estos alumnos que han dedicado sus horas libres y su ilusión a sacar adelante un proyecto solidario de estas dimensiones con tanto éxito.

Nos hemos sentido reconfortados por el sentimiento de curiosidad y solidaridad que hemos despertado en nuestros compañeros. Como colofón, somos uno de los 10 equipos ganadores del Premio Nacional Euroscola, por lo que próximamente visitaremos el Parlamento Europeo en Estrasburgo, un premio, en mi opinión, más que merecido.

Esther Cama Codoñer
IES “Hermanos Argensola” de Barbastro (Huesca)

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