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Alumnos de Bachillerato elaboran su propio periódico: La voz de Chacel

Este proyecto forma parte de una experiencia que comencé hace tiempo, cuando conocí el programa de prensa escuela que viene desarrollando el diario El País desde hace 14 años.
Martes, 9 de febrero de 2016
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Se llama El País de los estudiantes y han sido siete las ediciones en las que he participado y ocho los periódicos realizados, siempre con alumnos de Bachillerato.

Fuimos segundos de la Comunidad de Madrid en la décima edición y hemos sido primeros finalistas durante dos años consecutivos –cursos 2013-14 y 2014-15–. En estas dos últimas ediciones hemos obtenido el premio a la mejor fotografía –también obtenido en nuestra segunda participación– y el premio a la mejor viñeta, respectivamente.

El País de los estudiantes es un programa que permite a los docentes la realización de un periódico, tanto en formato papel como en digital. La experiencia que aquí comento tiene que ver con la primera opción.

De la teoría a la práctica
Para un profesor de Lengua esta es una oportunidad única de trabajar la expresión escrita y llevar a la práctica muchos de los aspectos teóricos que se explican en el aula. El lenguaje periodístico, desde sus principales subgéneros –noticia, reportaje, artículo de opinión…–, se trabaja de manera práctica cuando los alumnos son los principales protagonistas de su propia redacción. Otros lenguajes cobran también parecida importancia cuando se trabaja con la fotografía, con la publicidad, etc.

La experiencia se plantea desde la óptica de un concurso donde los diferentes centros, más de 1.900 en la edición de 2014-15, presentan su solicitud de participación a través del profesor que va a dirigir el proyecto. El programa asigna unas claves para acceder al espacio web donde se va a de-
sarrollar el periódico, con un programa de maquetación de fácil manejo –aunque muy mejorable–. El profesor da de alta a los alumnos en el programa, una vez estos han solicitado también su participación, y distribuye las tareas que van a realizar.

Básicamente son dos las funciones de los alumnos: maquetadores o redactores. Cuando se conoce en qué secciones se va a dividir el periódico, el profesor asigna una o varias al alumno o alumna que va a realizar la maquetación. Su responsabilidad es la distribución de los espacios –titulares, cuerpo de la noticia, fotografías…–. La sección en cuestión queda definitivamente configurada cuando se ocupan los espacios con lo elaborado por los redactores, fotógrafos, etc.

Para todo ello el programa asigna unas claves a cada alumno, un espacio “privado” dentro del sitio web, al que acceden para subir sus textos. El maquetador los distribuye, según el diseño previo que ha previsto para las diferentes secciones. Por tanto, esta es una función que se debe encargar a una persona hábil y experimentada con las nuevas tecnologías. El programa ofrece tutoriales para aprender el manejo de la herramienta, aunque en este sentido nuestros alumnos están suficientemente preparados para ello de forma más que suficiente.

Las secciones
Hemos hablado antes de las secciones. Me explicaré: el profesor y el grupo han de decidir cuántas secciones va a tener el periódico y cuáles serán dichas secciones. Se pueden elaborar periódicos con un mínimo de tres secciones y un máximo de cinco –insisto, en formato papel–. Hay que elegir también si las secciones –portada, nacional, internacional, sociedad, cultura, deportes…– van a tener una o dos páginas.

El resto es trabajo organizativo, de puesta en común, de realización de las entrevistas, de búsqueda de información, de borradores y borradores… Es un trabajo intenso, que merece la pena si llega a buen término. Lo más difícil es tirar de los alumnos: es un trabajo que se realiza fundamentalmente fuera del aula –también dentro–, que supone desplazamientos al lugar de la noticia, horas de transcripción de las grabaciones realizadas a los entrevistados, horas de preparación de la entrevista –antes y después–, búsqueda de temas y óptica original para desarrollarlos, corrección, corrección y corrección…

Se cuenta con un plazo de realización en torno a los cuatro meses. Suele comenzar –la prensa da cuenta de ello– casi a finales del primer trimestre. Si se quiere participar en el concurso, debe estar “publicado” en el mes de abril. El programa da una fecha exacta para cerrar los periódicos. Con todos los ejempares publicados, un jurado procede a la selección de los tres finalistas por comunidad. El primero de ellos participará en la final nacional, que se celebra en Madrid, a finales del mes de junio.

Premios y reconocimiento
El concurso ofrece tres grandes premios: al mejor periódico, al segundo y al tercero. Consisten en un cheque regalo para un viaje y 6.000 euros para dotación informática destinada a cada uno de los centros ganadores. Hay, además, premios “individuales”a la mejor foto, mejor viñeta, mejor publicidad, mejor sección en inglés, mejor reportaje…

Variedad de participantes en esta iniciativa

Este año el periódico La voz de Chacel ha vuelto a ser nuevamente un motivo de gran satisfacción para este pequeño grupo de alumnos del Instituto “Rosa Chacel”, sobre todo para las alumnas y para mí. Tras un intenso trabajo, compaginado con el estudio de las distintas asignaturas de Bachillerato, el resultado está a la vista y así lo ha reconocido el Jurado en esta edición. Nos hemos quedado con ganas de poder saborear qué se siente al estar entre los tres primeros clasificados en la final nacional, pero igualmente valoramos el premio obtenido –a pesar de la decepción inicial–.

Faltaría añadir a todo lo dicho ya que este proyecto ha tenido tres subdirectoras que han sido alumnas de dos grupos de 2º de Bachillerato. Ellas han sido las responsables de que el grupo fuera realizando sus tareas, además de asumir también la redacción de una parte importante de los artículos que se publicaron o de la realización de las fotos necesarias.

Hemos contado también con una jefa de maquetación que ha sido la encargada de dar el formato a la mayoría de las páginas del periódico. Ha sido una labor compleja, ya que hemos empleado un instrumento de maquetación algo caprichoso y muchas veces inestable que nos ha dado algunos quebraderos de cabeza.

Además, ha sido necesario contar con un grupo de redactores que estaba compuesto por los alumnos y alumnas de Bachillerato de 1º A , 1º B , 2º A , 2º B y de 2º C.

El proyecto ha sido coordinado y dirigido por quien suscribe, Fernando Martínez –del Departamento de Lengua–, con la ayuda puntual de dos profesoras más –Ángela López y Cristina Carrillo del Departamento de Inglés– y la implicación total y absoluta de Cristina del Pozo –profesora de Lengua en prácticas–.

Fernando J. Martínez Hurtado IES “Rosa Chacel” de Colmenar Viejo (Madrid)

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