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“Un alumno con altas capacidades debe estudiar, como Nadal entrenar”

Los conocidos como “superdotados” tienen mayor facilidad para aprender, pero si quieren alcanzar el éxito necesitan hábito de estudio y esfuerzo, por ello resulta clave intervenir en edades tempranas, antes de que pierdan la motivación. Luz Pérez es la presidenta de la Sociedad Española para el Estudio de la Superdotación.
Laura García RuedaMiércoles, 9 de marzo de 2016
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Hace ya un cuarto de siglo que la Institución Educativa SEK puso en marcha una iniciativa pedagógica dirigida a alumnos con altas capacidades: el Programa Estrella. MAGISTERIO ha entrevistado a su fundadora, Luz Pérez, catedrática de Psicología Evolutiva y de la Educación en la Universidad Complutense de Madrid y presidenta de la Sociedad Española para el Estudio de la Superdotación.

En primer lugar, ¿superdotación y altas capacidades son lo mismo?
Hay bastante imprecisión técnica al respecto, ya que el empleo del término superdotación proviene de una mala traducción del inglés –idioma en el que se utiliza gifted, pero no supergifted–. El consenso es que superdotación es un término genérico que se aplica para unas capacidades consolidadas pero que no se debe emplear cuando hablamos de niños y, de hecho, la ley no lo hace. De esta forma, en un diagnóstico infantil no es adecuado porque habría que ponerle apellidos, “superdotación en” o “talento en”.

De esta forma, lo que todos entendemos como “superdotados” son en realidad menores con altas capacidades. ¿Qué es lo que les caracteriza?
Son muchas sus características y no hay un perfil único, pero lo que más les diferencia es la facilidad para aprender. Por esto, aprenderán unas cosas u otras en función de cuál sea su entorno.

¿Cómo es el día a día en el colegio de uno de estos pequeños antes de que se detecten sus capacidades?
Depende mucho de la personalidad y también de si son niñas o niños. En general, en el caso de las primeras, éstas se suelen adaptar; pero los niños suelen volverse más inquietos y disruptivos.

¿Qué consecuencias puede tener en su desarrollo un diagnóstico tardío?
De nuevo, depende de cada caso, pero en general las consecuencias posibles son falta de motivación, sentimiento de sentirse diferente, falta de hábitos de estudio y, en algunos casos, también aislamiento porque no comparten los mismos intereses que otros niños.

Destaca como consecuencia la falta de hábitos de estudio. ¿Un alumno con altas capacidades también necesita estudiar?
Nadal es un gran tenista, pero necesita entrenar. Pensar que porque una persona tiene una alta capacidad nunca va a necesitar estudiar o leer no es real. Sí es cierto que en los primeros niveles de Educación Infantil o Primaria, en los que gran parte del aprendizaje es verbal, con lo que escuchan les basta, pero en Secundaria necesitan estudiar. Puede que tarden menos que los demás, pero tienen que hacerlo. Por este motivo es muy importante detectarlos y que empiecen a tener que esforzarse de pequeños para evitar que lleguen a la universidad sin hábito de estudio. Puedes tener aptitudes intelectuales para llegar a ser un Premio Nobel, pero un Premio Nobel estudia y trabaja muchas horas.

¿Es posible integrar a los niños con altas capacidades en aulas tradicionales o requieren acudir a centros específicos?
Ambas cosas son necesarias. Muchos países cuentan con colegios para niños con altas capacidades, en otros, como Alemania, no hay colegios pero sí unidades específicas. En España, sin embargo, la legislación recoge dos modalidades: el enriquecimiento y el salto de curso. Son una muy buena forma de intervenir, el problema es que el enriquecimiento supone hacer un currículo paralelo y eso es lo que los colegios no tienen claro, si ese niño necesita durante toda su escolaridad un currículo específico. Si esto se hace, estupendo porque la integración es total; pero si no, surgen problemas.

Por otro lado, que estos niños estén en ciertos momentos con otros de su mismo nivel es bueno porque les facilita tener un autoconcepto de sí mismos mucho más claro y les ayuda a no sentirse raros.

¿Cuáles son las necesidades educativas de los menores con altas capacidades?
Lo fundamental en estos alumnos es que tienen la posibilidad de aprender más deprisa, si esto se frena o no se atiende, pueden surgir problemas de motivación, conducta e, incluso, de atención. Sin embargo, pese a que siempre estamos hablando de enseñanza individualizada, la realidad es que en las aulas no se trabaja así, siempre se trata de homogeneizar a los grupos.

Hay formas de trabajar en las aulas en las que se hacen grupos de las mismas características, en estos casos los alumnos con alta capacidad se atenderían dentro del sistema o haciéndoles un programa específico de enriquecimiento de la misma manera que se realiza con los niños con un retraso mental o madurativo.

Lo que ocurre es que habitualmente los centros no se lo plantean. Es decir, de la misma manera que un colegio de integración se plantea que dentro de su diseño curricular tiene que haber unos horarios y unos especialistas para atender a los niños de integración, un colegio con un determinado número de alumnos debería pensar que van a surgir casos de altas capacidades y que habría que tener prevista esta situación.

¿A día de hoy podría decirse que los centros españoles no están preparados para estos alumnos?
Generalizar es muy complicado, pero hay muchos que realmente no se han planteado que pueden tener alumnos de alta capacidad. Desde mi punto de vista, la gran dificultad del sistema educativo es no tener previsto y no entender que hay un 2% de población que tiene necesidades educativas especiales asociadas a talento o a alta dotación intelectual.

¿Hay diferencias entre los públicos y los privados?
Depende más de la formación de los docentes y del diseño curricular del centro, que ha de ser lo suficientemente flexible para que los profesores puedan atender a estos alumnos. Ahora bien, está clarísimo que no hay formación en el profesorado porque las universidades y los centros de formación hasta hace muy poco no tocaban el tema de los alumnos con altas capacidades.

¿Hacen falta profesores especiales para alumnos fuera de lo corriente?
Como bien dice la ley, los alumnos con altas capacidades presentan necesidades específicas, ya que se diferencian de la media. Por ello, los docentes, sin ser especialistas, han de presentar una mínima formación, igual que conocen las características de un niño con discapacidad intelectual o dislexia, deben reconocer los rasgos de uno con alta capacidad y saber cómo ayudarle.

¿Es distinta la situación fuera de nuestras fronteras?
No hay un ejemplo a seguir, pero sí varios modelos, porque cada país lo enfrenta de una manera diferente. Quizá el mejor modelo sea el del enriquecimiento –un diseño curricular específico para el alumno de altas capacidades que está en el aula ordinaria y programas complementarios–, pero es costoso porque supone medios y formación.

Para terminar, qué consejo daría a los educadores para detectar estos casos a tiempo.
La clave es darse cuenta de que realmente son brillantes en algunas áreas, lo que puede ser la punta del iceberg, pero que no son perfectos en todo.

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