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Apps contra el bullying

Crece el número de aplicaciones y herramientas informáticas orientadas a resolver el problema del acoso escolar personal y virtual. Con nombres como ReThink, STOP!T, Bully Tap, Brave Up, Bully Button, NearParent… son solo algunas de las muchas propuestas para combatir el acoso escolar en los centros y a través de internet.
Javier FarfánMartes, 29 de marzo de 2016
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Todas ellas nacen con la vocación de herramienta para reducir y erradicar el acoso. Algunas se centran en evitar y persuadir del acoso a través de las redes sociales y los servicios de mensajería instantánea, y otras enfrentan el problema en la realidad de los centros. Unas son gratuitas y fruto de la conciencia y solidaridad de personas afectadas, mientras otras se cuentan entre las iniciativas privadas con ánimo de lucro.

Muchas aplicaciones buscan una solución basada en el control y la denuncia, y algunas apelan a la propia responsabilidad del usuario y a potenciar la comunicación y la buena convivencia reforzando los lazos de la comunidad escolar. Estas son algunas.

Algunas opciones
STOP!T, creada por Todd Schobel en EEUU, permite a las víctimas de acoso escolar denunciar de manera anónima a través de mensaje. La aplicación es comprada por el centro, y el alumnado se la descarga para informar de los actos de acoso. Sus promotores aseguran que su uso en centros de EEUU ha supuesto una reducción del 75% en los casos registrados de abuso.

ReThink ha sido creada por iniciativa de una adolescente en EEUU, Trisha Prabhu, y está disponible de manera gratuita. Aparece indexada en el Play Store de Android. Su creadora, que ha sido invitada por la Casa Blanca y da conferencias TED, asegura que su aplicación reduce el acoso en un 93%. En este caso no se trata de potenciar la denuncia sino de dar una segunda oportunidad al potencial agresor para que se piense dos veces lo que va a comunicar a través de las redes.

Rethink es compatible con todos los servicios de mensajería e invita a la reflexión sobre las consecuencias de las propias acciones. Ante un mensaje identificado como hiriente o potencialmente violento, salta una alerta que invita al usuario a reconsiderar el envío de dicho mensaje. Tiene una clara vocación preventiva y confía en que si se elimina el factor de inmediatez en las comunicaciones, la propia conciencia de las acciones recude los daños irreparables.

Bully Tap, también estadounidense, vuelve a incidir en la denuncia del acoso. Pone a disposición de sus usuarios chats y foros con asesores especializados. Esta aplicación, como otras, incluye el compromiso de presentar una denuncia civil contra aquellos centros educativos que no presten atención a los casos de acoso debidamente identificados.
Álvaro Carrasco, de la Universidad Andrés Bello de Chile, es uno de los desarrolladores de la aplicación Brave Up. Se trata de una plataforma de comunicación escolar que tiene múltiples utilidades, desde la información para la organización y gestión escolar (agenda, comunicados, etc) hasta un sistema de comunicación para alumnos y profesores.

También integra un botón de denuncia que está disponible con una asesoría para el denunciante. De acuerdo con los protocolos chilenos, el centro está obligado a informar a la policía en un plazo de 24 horas. Además incluye apoyo psicológico para las víctimas. Los creadores de esta app se apoyan en la idea de que, aunque es necesario denunciar los casos de acoso, la mejora de la convivencia en los centros se fomenta con la comunicación fluida entre todos sus miembros. Esta aplicación también es de pago para los centros.

Este breve recorrido termina con Bully Button, en la que llama la atención su interface, que incluye un botón de apoyo para suicidas y permite grabar y enviar escenas de acoso de manera instantánea.

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