Personas sin hogar hablan sobre su realidad en un IES

No existen datos oficiales, pero en España se calcula que hay entre 23.000 y 40.000 personas en situación de calle, una realidad que se define como la exclusión más absoluta.

Adultos y jóvenes no piensan que algo así pueda sucederle a cualquier persona, por eso son importantes iniciativas como esta, que sirven para “poner nombre y apellido, rostro humano”, afirmó Salomé Adroher –directora general de Servicios para la Familia y la Infancia del Ministerio de Sanidad–, a las personas sin hogar. “La mirada está llena de falsos mitos y de prejuicios, y eso hay que cambiarlo”, denunció Laura Esteban, de RAIS Fundación.

“Vamos a ver qué chorradas os cuento para convenceros”, dijo entre risas Juan a los alumnos. “Lo primero es que cada persona que está en la calle es una vida diferente, no hay un patrón”. Él, por ejemplo, va con corbata, “quién diría que estoy en la calle”, pero todos, “desde el que está en un banco con la botella hasta el que lleva corbata necesitamos ayuda”. Juan es español, Ion de Rumanía, lleva 20 años en España. Ambos preguntan a los alumnos: “Qué pensáis de nosotros, cómo creéis que se puede llegar a la calle?” Porque “cuando me tocó a mí me lo preguntaba y no encontraba una respuesta”, explicó Ion.

Llegó el turno de preguntas por parte de los alumnos y la cuestión no se hizo esperar. Fue Mónica: “¿Cómo llegasteis a la calle?” Ion trabajó durante 15 años, “luego cerró la fábrica, se acabaron los recursos, los ahorros, no podía comprender cómo se puede quedar una persona en la calle hasta que me vi sin un duro, como se suele decir”. Juan fue por “una depresión que tuve hace 20 años”. Hay “problemas familiares, psíquicos, laborales, una enfermedad… hay muchos problemas que te pueden dejar en la calle”, prosigue Juan.

Andrea hace una pregunta difícil: “¿Tenéis familia?”. Sí, “tenemos familia, pero no existe, tal vez en algún momento la familia se ha hartado y ha de-saparecido, pero con esto no digo que sean malos”, dice Juan. “Para mí ahora mi familia es el 112, RAIS y las personas que están a mi alrededor y cuidan de mí”. La familia de Ion está en su país “y no quiero que se enteren de mi situación, es mejor sufrirlo en solitario”.

Sale el tema de que hay personas en la calle que no se dejan ayudar. “Por eso nosotros tenemos que esperar y respetar los tiempos, insistir hasta que la persona confía en nosotros”, explica Laura de RAIS. “La persona que está en la calle por lo general no quiere subir arriba porque ha tocado fondo y es comprensible porque esa persona lo ha pasado muy mal. Se pasan putas subiendo, eres consciente de todo lo que te está pasando y sufres la vergüenza, el miedo. Por eso no quieren recibir ayuda”, explicó Juan.

El alumno Cornell les pregunta por cuando eran “normales”. Ahora también “somos normales, todos somos personas normales, ¡hermoso!”, le riñó en tono amable Juan. En definitiva una conversación distendida donde Juan y Ion compartieron sus vivencias para visibilizar la realidad de tantas personas. Porque sí, “te sientes invisible”, apuntó Juan, muchas veces. Algo tan sencillo como “comprar una cocacola y sentarse a hablar con una persona… para esa persona esto vale muchísimo”, añadió Ion.

El IES acoge una exposición sobre sin hogarismo de Cooperación Internacional ONG.