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Alumnos recogen tapones para ayudar a Idaira

¿Qué podemos hacer para cambiar el mundo en el que vivimos? ¿Cuál es el valor de nuestras acciones? Partiendo de estas dos cuestiones, los alumnos de tercer curso de ESO de Ciudadanía y Derechos Humanos del Colegio “El Pinar” de Alhaurín de La Torre (Málaga), bajo supervisión del profesor Antonio Santiago, han querido poner en marcha una iniciativa didáctica que demuestra que otro mundo es posible desde la solidaridad.
Martes, 26 de abril de 2016
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Alumnos y profesor han participado de las corrientes del aprendizaje basado en la experiencia, enfoque por tareas y proyectos, para desarrollar conceptos de esta asignatura como solidaridad, colaboración, ayuda mutua, cooperación y reciclaje; parámetros que han llevado a la práctica y que en “El Pinar” han dado el salto desde el manual y la teoría a la realidad de un proyecto didáctico.

Los alumnos han aplicado todos estos conceptos y han diseñado una campaña de ayuda a la pequeña Idaira, enferma de AME –Atrofia Muscular Espinal–, que supone la recogida de tapones para sufragar el coste de los tratamientos de su enfermedad. Según la información que aparece en la propia web de apoyo a Idaira, la Atrofia Muscular Espinal es una enfermedad neuromuscular sin tratamiento que afecta al sistema nervioso central, y que llega a inhabilitar completamente a los pequeños, haciéndoles casi imposible la tarea de respirar.

Los estudiantes han convertido la tarea en todo un reto para el centro; y han logrado implicar a sus compañeros en la iniciativa que consiste en una recogida masiva de tapones para luego canjearlos por dinero y trasladar estas cantidades a la familia en apoyo de los caros tratamientos que requiere la niña. Así, los chicos de tercero han diseñado una nueva campaña en varios idiomas para captar tapones.

¿Cómo ayudan a Idaira?
La metodolodía del proceso consta de varias fases: información, preparación, actuación y comunicación.

En primer lugar los alumnos han tratado el caso en mayor profundidad, para luego poder elaborar carteles, tanto en español como en inglés, con los tipos de tapones que son aptos, así como cartas a la familia de Idaira y el diseño de un contenedor para guardar los tapones.

Para hacer el proyecto aún más comprometido, los contenedores son simples garrafas de agua, ya que así se amplía la vida útil de este elemento. Este gesto es un guiño a la idea original que tuvo la familia Osuna Martín, ya que ellos se benefician del reciclado de tapones.

Por otro lado, es un recipiente transparente, por lo que los alumnos ven la cantidad de tapones que traen y se mantienen más motivados al ver el progreso.

A través de charlas adaptadas a grupos de edad que van desde Infantil a Bachillerato, los jóvenes de Secundaria pasan clase por clase explicando las claves, procedimientos y el porqué de este trabajo que trasciende lo académico para convertirse en un enorme causa solidaria al servicio de quien realmente lo necesita.

El uso de las nuevas tecnologías es otro de los pilares claves del proyecto: a través del contacto con la familia con las mencionadas cartas y correos electrónicos, los alumnos ven su propio proyecto y foto en diversas cuentas de la pequeña en las redes sociales, por lo que ven el impacto de su proyecto y tienen respuesta de manera inmediata.

La campaña concluirá al final del año escolar, momento en el que se le entregarán todos los tapones a la pequeña, pero, hasta entonces, la labor de los estudiantes continúa: han habilitado un stand en cada una de las jornadas y eventos que tienen lugar en el colegio para lograr la máxima participación y compromiso de la comunidad educativa en este proyecto.

La iniciativa de apoyo a Idaira, que lleva al terreno de la realidad las competencias que deben adquirir los estudiantes en el marco de esta materia, permite a los menores una toma de conciencia real sobre el problema de las enfermedades raras y el papel que la sociedad debe jugar en el acompañamiento de las familias que viven estas circunstancias.

La labor del profesorado es otro punto clave del proyecto. Todos colaboran en función del grupo de alumnos: desde los más pequeños, que han establecido concursos entre líneas A y B para ver qué clase recoge más tapones, hasta los más mayores, que estudian temas tales, como los efectos de una campaña de marketing en Economía o la enfermedad en Biología.

La implicación del alumnado es formidable, los alumnos ven que es posible aportar su grano de arena para ayudar a otra persona con dificultades. Además de estar aprendiendo los contenidos relacionados con la materia, aprenden también una serie de contenidos transversales que les serán útiles en cualquier otro campo académico o de su realidad cotidiana. La nueva sociedad de las TIC y de acceso masivo a la información no demanda conocimientos teóricos, sino personas que sepan desenvolverse en la práctica, resolutivas, capaces de crear, innovar y pensar.

Bajo todas estas bases se cimienta el proyecto que responde de manera afirmativa a la, a veces difícil pregunta, de cómo llevar a cabo un enfoque práctico y por proyectos en el aula.

Antonio Santiago y Emilio Fuentes
Colegio “El Pinar” de Alhaurín de la Torre (Málaga)

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