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“Un pacto educativo bien hecho no perjudicaría ni beneficiaría a nadie”

El consejero asturiano de Educación, Genaro Alonso, reflexiona sobre la situación general de la Educación en su comunidad y en el conjunto del Estado. Además, habla sobre las posibilidades de alcanzar un pacto a nivel nacional y la situación de la Concertada.
José Mª de MoyaMartes, 9 de enero de 2018
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Genaro Alonso (Felechosa, Aller, 1958), es licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de Oviedo; premio extraordinario de Licenciatura; doctor en Filología Hispánica por la Universidad de León; catedrático de instituto entre 1984 y 1994; e inspector de Educación desde ese año. Miembro de número de la Academia de la Llingua Asturiana desde 1990 y presidente de la Asociación de Inspectores de Educación de Asturias (Adide) entre 2001 y 2007, es autor de varios trabajos relacionados con el asturiano.

¿Cuáles son los ejes de su legislatura?
El primer eje que me he marcado es la estructura orgánica de la Consejería, ya hemos hecho dos modificaciones de estructura. Una, crear un servicio de infraestructuras de obras que no teníamos. En segundo lugar he hecho una reestructuración muy importante, un desdoble de una dirección general que era descomunal en razón de materia, la Dirección General de Personal más Planificación y Centros, que hemos desdoblado para separarlas por la amplitud de sus competencias y garantizar una mayor eficacia y eficiencia. Otro de los ejes que vertebra todo nuestro trabajo es el esfuerzo por reducir, sí o sí, la tasa de interinidad, es decir, apostar por la mayor oferta pública de empleo con el objeto de reducir la tasa de interinidad a un 8%.

¿Cuál es ahora mismo?
Pues está en torno al 30%.

Reducirlo al 8%, ¿en qué plazo de tiempo?
En dos años.

¿En esta legislatura?
Sí, en esta legislatura.

¿Cuántas plazas habrá en la OPE de este año?
Hablamos de que en la OPE hay más de 1.300 plazas, a las que hay que sumarle las que devengan de la tasa de reposición de 2018, 2019 y 2020. El objetivo es rebajar esa tasa al 8%. Son 1.308 plazas provenientes de la OPE de 2017.

¿Cuándo se celebrarán?
En julio de 2018, Secundaria y FP, y en julio de 2019 Primaria. Además, vamos a convocar por primera vez en 20 años convocatoria de acceso para catedráticos.

Parecía que el Cuerpo de Catedráticos era una reliquia del pasado.
Ya no es cuerpo, sino que es “condición de catedrático”, porque el aspirante que obtenga la “condición de catedrático” no pierde el destino ni cambia su situación más que a efectos retributivos. Por tanto, es una promoción dentro de la función docente sin perder la pertenencia al cuerpo 590, que es el de Secundaria.

¿Esto es ratificar algunos principios de igualitarismo formativo de la Logse?
Sí, de hecho, una de las propuestas que llevamos al Senado para el pacto era la posibilidad de determinar un cuerpo único de profesores de Secundaria y Primaria. Un cuerpo único no tiene nada que ver ni con igualitarismo, ni el cobro de un único sueldo igual para todos, sino un cuerpo único, puesto que ya no hay distingos entre el acceso en cuanto a título de un graduado para Magisterio o uno de Filología. Un tercer eje de nuestra legislatura es la innovación, de hecho, vamos a abordar la construcción de tres IES, dos en Oviedo y otro en Siero. Su estructura no tiene nada que ver con lo que se conoce de los centros educativos. Son estructuras versátiles, pensadas para el desarrollo de una metodología basada en el trabajo cooperativo y en el trabajo por proyectos. Pero no es suficiente solo con tener el edificio, sino que es necesario formar profesores que serían los responsables en los inicios de lanzar esos centros en comisiones de servicio.

Que ocurran estas cosas en un centro público es muy innovador, aunque suelen ser iniciativas privadas, sobre todo en lo que se refiere a la preparación de los docentes que señalaba.
Tienen que ir en paralelo porque si no sería un fracaso. De nada vale tener un edificio de espacios abiertos, versátiles, convertibles, donde los pasillos sean aulas, si lo conviertes en espacios con una metodología tradicional de sentar a 25 alumnos y dar una conferencia.

La escuela pública sigue siendo muy rígida. Los directores de Secundaria se quejan de la poca autonomía. ¿Qué opina usted de esto?
Ese punto es uno de los ejes que planteamos en el Senado. La idea es que el propio centro pueda diseñar, implementar sus currículos y su metodología.

Dar mucha libertad en los procesos y al final evaluar, ¿es esto lo que plantea?
Sí, justamente eso. Dejar los procedimientos de la mano de los centros y de sus equipos directivos y, eso sí, al final, como es obligado, las evaluaciones de diagnóstico, control, externas e internas, porque nosotros pensamos que las evaluaciones de diagnóstico son un factor de calidad del sistema.

Hay un tema que ha contado con la oposición sindical, que es la idea que propusieron de que los jubilados pudiesen colaborar en los centros. ¿Cuál es su posición con respecto a este tema?
Los sindicatos hicieron una lectura equivocada. Se creía que lo que pretendíamos era utilizar mano de obra gratis para desplazar al profesorado o para ahorrar dinero. Lo que se pretende es dar cobertura al profesorado que viene colaborando con los centros y lo quiera seguir haciendo, con la única salvedad de que el profesorado tiene que estar incluido en alguna asociación sin ánimo de lucro, en alguna ONG o alguna ley de voluntariado.

No sé si tiene la sensación de que a veces los sindicatos, al poner tanto el foco en esto, pueden desvirtuar la idea de que el foco debe estar puesto en el servicio que se presta a los alumnos.
Y a la comunidad.

Parece que el sistema educativo gira en torno al profesorado y debería girar en torno al alumno. ¿No cree?
Efectivamente.

¿Quizá haga falta una visión más moderna?
Creemos que sería bueno para el sistema, para el profesorado, para el alumnado, para el centro, revertir la situación y volver a las 18 horas, pero no lo vamos a hacer hasta que no sea derogado el Real Decreto 2012 que produjo este incremento.

También hubo unas protestas solicitando la gratuidad del 0-3, supongo que serían escuelas infantiles. ¿Tienen sentido estas protestas?
El Gobierno no está satisfecho del desarrollo que está teniendo el 0-3, los partidos políticos, la inmensa mayoría de los ayuntamientos piden que lo asuma y lo integre Educación y nosotros no somos, en principio, partidarios de la integración porque eso conllevaría la gratuidad y la LOE determina que la etapa de 3-6 es voluntaria y gratuita pero de 0-3, dice que es voluntaria, pero no gratuita. Nosotros defendemos que sea una red pública, queremos seguir extendiendo la red a otros municipios, pero queremos seguir manteniendo un modelo de financiación mixta.

También hay quien reclama la universalización y gratuidad del Bachillerato.
No, no nos lo hemos planteado, es una etapa postobligatoria.

Se quejan sobre todo centros concertados, que al terminar 4º de la ESO pierden muchos alumnos porque el Bachillerato pasa a costar. ¿Hay solución para esto?
No, porque los conciertos no permiten concertar etapas postobligatorias.

¿No contemplan la posibilidad de que el alumno pueda continuar en el centro hasta dar el salto a la universidad?
No, nosotros tenemos centros públicos donde es gratuito.

¿La relación con la Concertada es buena? Hubo protestas antes del verano…
El proceso yo lo he calificado como “ejemplar”. Primero porque fue de unas relaciones cordiales y muy profesionales, y sobre todo sujetas a principios objetivos, medibles, contables. Aún habiendo muchos centros con unas ratios que no cumplían, hemos suavizado mucho los criterios de cierre de unidades, hasta tal punto que cerramos solo 29 unidades de las 70 u 80 que podíamos haber cerrado. Nuestro principio era no mantener las mismas aulas teniendo menos alumnos. Además se hizo un esfuerzo para mantener el empleo de los afectados por el cierre de unidades.

La Concertada discrepa. Ellos piensan que se les aplica un rasero bajo, pero que con la Educación pública se es mucho más flexible aún.
Si la ratio en Secundaria es 1/18, al centro concertado se le exige que tenga al menos 1/18. Si está por debajo, hay razones para rescindir el concierto y desconcertar. Otra cosa a la que apuntan es que sus ratios globales por aula son más numerosas que en la Pública y efectivamente hemos rebajado en Asturias las ratios de Infantil a 1/23 y no a 1/25 y en Secundaria a 1/25 y no a 1/30, en la Privada está a 1/30.

No sé si ese cálculo es del todo justo, en el sentido de que al hablar de una media habrá centros públicos que estén muy por debajo de la media y que no sean suprimidos. Los centros privados se preguntarán por qué se les suprime a ellos, ¿no cree?
Eso es cierto. Así lo contempla el criterio del Real Decreto de Revisión de Conciertos y es el que hemos aplicado, pero efectivamente, puede darse esa situación. Respecto a esas ratios, es cierto que no-sotros decimos que la Educación pública es la que vertebra todo el sistema educativo, es la que está en los sitios más inhóspitos y alejados, con cuatro alumnos en un aula. Allí no hay centros privados ni concertados.

A veces lo que percibe la Concertada es que se les sigue viendo como un plan B, como subsidiarios, ¿no?
Siempre he dicho que deben de convivir en modo armónico, lo que pasa es que en el fondo hay una apuesta clara por la Educación pública. En ese sentido, desde Asturias, queremos seguir apostando por la enseñanza pública. Es la que vertebra el sistema.

Con el corazón en la mano, ¿ve posible en términos de posibilismo político alcanzar un pacto en esta ocasión?
Lo veía y ahora, contestando con mucha sinceridad, cada día soy más escéptico. A medida que transcurre el tiempo, veo que una parte del PP, sabido que ahora la Lomce está implantada completamente y que el sistema funciona, no tiene demasiada urgencia en sentarse a hablar del pacto o trabajar por el pacto. Y, paralelamente, veo algunos grupos políticos que consideran el pacto por la Educación como una cuestión menor.

¿Fueron oportunas, para alcanzar un pacto, las proposiciones de ley que presentó el PSOE al principio del curso?
A mi juicio fue totalmente inoportuno y equivocado. Yo he discrepado de la forma y del fondo, porque no ganamos nada y sí sembró la idea de la confrontación. Me parece que enfriaron esas posiciones de acercamiento por las que luchamos. Los temas no son temas nucleares y, además, si lo son, pueden esperar, se puede ir avanzando en otros aspectos y nada hay hoy por lo que no se puede pactar. Si pactar es ceder y dialogar, no hay nada sobre lo que no se pueda pactar. Yo no estuve nunca de acuerdo con esa posición.

Hay una posición que yo veo que se está extendiendo en ambos partidos, que es la de no ser excesivamente ambiciosos. Es decir, pensar más en un acuerdo de mínimos. ¿Qué opina?
Si fijamos cuáles son los grandes fines y principios del sistema educativo, ¿hay quien no puede estar de acuerdo con que la equidad y la calidad sean los pilares?, ¿quien pueda no estar de acuerdo con que el alumno sea el verdadero protagonista del sistema educativo?, ¿quien pueda no estar de acuerdo con que los currículos tengan que ser modernos?, etc. Nadie, estoy seguro que nadie, ni siquiera el Partido Popular.

¿Le parece que los pactos benefician al Gobierno y perjudican a la oposición?
Creo que un pacto bien hecho no beneficiaría ni perjudicaría a nadie. Yo exhibiría como PSOE que he sido capaz de pactar con el PP en beneficio, no mío, sino de la mayoría, y yo creo que eso los ciudadanos lo valorarían como algo muy positivo. Los ciudadanos te verían más cercano y humano. 

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