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Disminuye la edad de acceso a internet, pero no aumenta el peligro

La sede de la Comisión Europea en Madrid ha sido el escenario de la presentación del libro Entre selfies y whatsapps. Oportunidades y riesgos para la infancia y adolescencia conectada. El libro es el resultado de la colaboración entre más de 20 universidades europeas y latinoamericanas.
Estrella MartínezMartes, 13 de marzo de 2018
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Entre Selfies y WhatsApps. Oportunidades y Riesgos para la Infancia y la Adolescencia Conectada.

Entre selfies y whatsapps. Oportunidades y riesgos para la infancia y adolescencia conectada también ha contado con la coordinación de miembros de EU Kids Online y de la Universidad del País Vasco.

Como explicó Dimitri Barua, portavoz de la Comisión Europea en España, “las instituciones europeas sí tienen algo que decir ante los retos sociales, es importante que tomemos posición en estas cuestiones porque el bienestar on line de los niños y jóvenes se ha convertido en algo fundamental”. Maialen Garmendia, directora del equipo de investigación de EU Kids On line de la Universidad del País Vasco, afirmó durante la presentación que “el uso de las TIC es imprescindible para el bienestar de los menores”.

El libro habla de ciberbullying, el sexting, el contacto con desconocidos, el uso excesivo, la perspectiva de género, internet en la escuela o la labor de mediación de las familias. Todo ello en el marco de las oportunidades y riesgos que supone para la infancia y la adolescencia el uso de las nuevas tecnologías. “Más allá de tópicos y alarmismos, es necesario formar en la prevención de riesgos y alentar a niños y niñas a que asuman su papel como internautas exigentes y conscientes con autonomía y seguridad”, defienden los coordinadores del libro.

Algunos datos
En España los niños disponen de su primer móvil a los 8 años. Hace seis años se tenía móvil a los 11 y se accedía por primera vez a internet a los 10. Los niños, por tanto, cada vez están en contacto antes con internet, aunque los riesgos no han aumentado en la misma medida. Los riesgos existen, pero también ha aumentado la conciencación sobre ellos entre las familias y los propios menores. Es decir, aumenta la frecuencia de uso de internet, lo que aumenta exponencialmente los peligros, pero la proporción de quienes han sufrido daños tras afrontar riesgos en internet ha sido menor.

Este hecho no exime de la necesidad de dotar a los menores de recursos para que sepan aprovechar al máximo las posibilidades que les ofrecen las nuevas tecnologías y a su vez sepan combatir los riesgos que estas suponen.
Según el libro, el hecho de que cada vez los menores accedan a dispositivos móviles e internet a edades más tempranas supone una oportunidad para los padres para supervisar y acompañar a sus hijos en el uso de estos dispositivos, aunque el libro reconoce que esta mediación es ahora más difícil que en los tiempos en los que no existía la tecnología móvil y solo había equipos fijos en las casas, como un ordenador de mesa.

Ciberbullying y sexting
Entre los riesgos detectados para la infancia y la adolescencia en el uso de las nuevas tecnologías aparecen en lugar destacado el ciberbullying y el sexting. En cuanto a los mensajes de contenido sexual, la mayoría de los jóvenes españoles de entre 11 y 16 años (94,5%) considera que el sexting es una práctica peligrosa. El 44,7% admite que es parte del juego erótico o sexual y uno de cada cuatro considera que mejora las relaciones de pareja.

A pesar de lo afirmado de que la edad de acceso a internet ha disminuido con los años y no por ello el aumento proporcional del riesgo, también es cierto que la incidencia del bullying entre usuarios de 9 a 16 años se ha doblado en menos de una década. En 2010 estaba en un 15% de jóvenes que declarararon haberlo sufrido en cualquiera de sus variedades. Según los datos actuales que recoge el libro, ahora la cifra se eleva al 31%. También ha aumentado extraordinariamente en los útlimos años el porcentaje de menores que ha recibido mensajes de contenido sexual, llegando a que casi uno de cada tres hayan respondido afirmativamente a esa pregunta.

El libro ha optado por hablar simultáneamente de bullying y ciberbullying, acoso y ciberacoso, pues “los datos evidencian que el acoso es mucho más frecuente cara a cara que on line”. Es decir, en contra de lo que muchos podrían pensar dada la extraordinaria presencia de las nuevas tecnologías entre el público infantil y juvenil, las cifras de este estudio reflejan que prevalece el acoso escolar frente al ciberacoso, aunque el libro también reconoce que no es raro que se simultaneen las dos variedades, pero siempre con una prevalencia del acoso cara a cara y no a través de las nuevas tecnologías.

Al hablar de acoso y ciberacoso el libro hace hincapié en el papel fundamental que de-sempeñan profesores y alumnos. Sin la implicación de unos y otros es difícil que se produzca la detección y combate de estos males. Como denunció Garmendia durante la presentación, “el ciberbullying suele ir acompañado por una ley del silencio en los colegios”. Algo con lo que hay que terminar sí o sí.

El reto educativo

– El libro dedica un apartado a la Educación en la era digital. “Nos encontramos en una fase en la que se pone el acento en la necesidad de incorporar las tecnologías móviles en las aulas, pero dicha necesidad queda reducida a una declaración de intenciones por parte de la Administración y al voluntarismo de equipos directivos o de profesionales especialmente motivados”, explica el libro. Aprender a usar las TIC es básico para la inserción en la sociedad, pero todavía hay centros que presentan resistencias y dificultades. “Hay que hacer más énfasis en preparar al profesorado porque tiene un papel muy activo en el uso de las TIC”, defendió Maialen Garmendia durante la presentación, que añadió que la Educación de los menores en el uso de las TIC es una responsabilidad compartida entre padres y profesores.

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