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Internet se ha convertido en el mayor “educador sexual” de los menores

El informe Menores y contenidos sexuales en internet, impulsado por The Family Watch y realizado por un equipo de investigación de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, concluye que las familias se muestran más preocupadas (75,4%) que los profesores (43,6%) por la gestión que hacen los hijos de los contenidos sexuales en internet (75.4%). Al parecer, los docentes no perciben que los padres estén tan preocupados a efectos prácticos.
Diego FranceschMartes, 12 de junio de 2018
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De forma muy mayoritaria, familias (86,32%), docentes actuales (86,25%) y futuros docentes (88,24%), opinan que el consumo y creación de los contenidos sexuales en relación con los menores debe ser regulado.

Los tres colectivos encuestados manifiestan desconocimiento de las propuestas educativas que existen o pueden llevarse a cabo en los centros, en relación a estos temas, y coinciden en que se trabaja poco en prevención del daño que puede ocasionar en los menores el impacto negativo de los contenidos sexuales por internet.

Solo el 19,38% de las familias, el 26,58% de los docentes actuales y el 30, 77% de los futuros docentes están de acuerdo –cuando se les pregunta– en que se trabaja para minimizar el impacto de los contenidos sexuales de la red desde el ámbito educativo.

Por otra parte existe gran unanimidad en que los jóvenes se informan sobre sexo desde internet, si bien, se aprecia a un grupo de padres (26,21%) que se muestra indiferente o en desacuerdo con este hecho.

Para los padres y docentes en ejercicio, la estrategia educativa más apropiada en relación al consumo de contenidos sexuales explícitos consiste en evitarles este consumo, en la medida de lo posible, al mismo tiempo que se les proponen alternativas positivas para el despliegue de la sexualidad.

Sin embargo, para una buena parte de los futuros docentes (56,41%), la estrategia más apropiada pasa por enseñarles a consumir este tipo de contenidos con control y pensamiento crítico.

Por otro lado, mientras que a la mayoría de los docentes actuales y padres les resulta preocupante el hecho de que los menores consuman pornografía de forma habitual, sin embargo, una parte de los futuros docentes no aprecien riesgos en ello.

Eso sí, todos ellos opinan mayoritariamente que la presencia de contenidos sexuales explícitos en internet podría favorecer conductas como las agresiones sexuales o las violaciones.

En gran medida, los futuros docentes encuentran en la pornografía un medio que, bien gestionado, podría resultar formativo o al menos, no afectar negativamente a su Educación, ya sea como ayuda para descubrir la auténtica identidad sexual o como medio para mejorar la confianza, la autoestima y la competencia sexual.

Incluso, los futuros docentes aceptan en mayor medida (40,4%) que la pornografía pueda servir como un sustituto parcial de la vida sexual para los sujetos que, por diversas razones, no pueden tenerla.

Como conclusión general, en el informe se puede apreciar que los actuales docentes y las familias ven la gestión de contenidos sexuales explícitos en internet como un inconveniente en la Educación de los menores. Sin embargo, los futuros profesores ven en buena parte que lo que se debe hacer es educar a los menores para que gestionen los contenidos sexuales explícitos con control, y, por otra parte, que esos contenidos se vayan adecuando de tal modo que se eliminen todos los rasgos de machismo, abuso o violencia que puedan contener.

Para los investigadores de la Universidad Rey Juan Carlos, “es necesario establecer una mesa de trabajo en la que dialoguen representantes de las diferentes tendencias en materia de Educación ante los contenidos sexuales en internet”. Además, “se propone que tanto desde las universidades como desde los centros de Educación no universitaria, se den a conocer una serie de puntos fundamentales que garanticen la protección del menor y la prevención de consecuencias negativas”.

El estudio también aconseja “el establecimiento de vías de comunicación en las familias, y de las familias con los profesores, para prevenir y detectar los problemas para poder evitarlos”. También recomienda que “los educadores se formen en el uso seguro y responsable de internet para poder acompañar a los menores”. Por último, se recomienda “prevenir y concienciar sobre los riesgos que supone compartir imágenes en las redes”.

El informe analiza tanto la producción como el consumo de contenidos sexuales por parte de los menores a la vista de que la práctica del “sexting” aumenta entre la población, especialmente entre niños y adolescentes que “no son conscientes de los riesgos que conlleva”, dicen desde Pantallas Amigas. 

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