Gasto escolar y equidad
Despachar con trazo grueso los resultados educativos que se obtienen en distintas comunidades, entre otras cosas, distorsiona el análisis y resta valor a las evidencias consistentes y fiables, justo porque se valoran con una improcedente simplificación. Además, la instrumentalización de tales juicios es notoria y la sensatez, el rigor de los análisis, da paso a confrontaciones de otra naturaleza.
Tras una sistemática y documentada elaboración, el IVIE ha realizado un informe, Diferencias educativas regionales 2000-2016. Condicionantes y resultados, cuya consulta debería ser obligada para emitir valoraciones mucho más juiciosas.
Una conclusión, ya algo conocida, destaca: no es cuestión de gastar más, sino de gastar mejor. Ejemplo ilustrativo: en euros del año 2015, el gasto público por alumno fue, en el País Vasco, de 7.320, el más alto de las comunidades autónomas españolas, mientras que la Comunidad de Madrid, con 4 496, fue la que menos gastó. Sin embargo, Madrid obtuvo 516 puntos en Ciencias, junto a Castilla y León (519), los más altos resultados en la prueba internacional de evaluación PISA correspondiente a 2015; mientras que el País Vasco alcanzó 483, por debajo de la media española de 493.
Datos concluyentes pero, aun así, con matices, ya que el informe señala la existencia de diferencias regionales sustantivas: el gasto público es menor cuanto más se recurre a la Educación privada (en la Comunidad de Madrid el 40% del alumnado se escolariza en centros privados y concertados) y más concentrada está la población.
Asimismo, también en euros de 2015, el gasto de los hogares en Educación por alumno va de los 1.640 en Madrid o los 1.400 en el País Vasco a los 613 de Andalucía o los 592 de Castilla-La Mancha. Luego confluyen, además, significativas variables.
Por otra parte, la influencia del Índice Socioeconómico y Cultural es alta en el rendimiento de los estudiantes. De ahí que los resultados de Castilla y León no solo resulten de interés por ocupar el primer puesto en el “cuadro de honor” de las distintas comunidades, sino por alcanzar resultados por encima de los esperados para su ISEC, sobre todo, por disminuir el condicionamiento de las diferencias socioculturales en los logros educativos del alumnado.
Gastar mejor y mejorar la equidad.
Antonio Montero es inspector y profesor de la Universidad de Sevilla.