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El principal error de la Logse

José Mª de Moya
Director de Magisterio
21 de mayo de 2019
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El viernes pasado se celebró en el Espacio Bertelsmann de Madrid la IV edición de los Premios Escuela Infantil. La gala respiró esa ilusión, frescura y ternura que solo las maestras de Infantil saben poner en todo lo que tocan. Fueron galardonadas 22 escuelas de 11 comunidades autónomas por proyectos sobre alguna de estas cinco categorías: Fuera del aula, Desarrollo y rutinas, Comprensión lectora, Coeducación e igualdad y Aprendizaje-servicio. Aunque ya tuve la oportunidad de hacerlo personalmente, aprovecho este rincón del periódico para felicitar a todos los premiados. Enhorabuena por hacer cosas tan grandes desde escuelas tan pequeñas.

Pero quería referirme hoy a las palabras que pronunció al inicio de la gala la escritora Paloma González (Premio Alandar 2019 de Narrativa Juvenil de la editorial Edelvives) sobre la animación a la lectura. La clave para que el niño o adolescente no pierdan el hábito de la lectura es administrar la dieta apropiada a cada franja de edad. Utilizó el símil de la alimentación infantil. Si al recién nacido primero se le alimenta con leche, luego se le introduce la verdura, después la carne y el pescado, la fruta, el huevo, la legumbre… del mismo modo habrá que proceder con la lectura. Habrá que comenzar con cuentos sencillos para pasar a novelas, poesía, ensayo, teatro, etc.

Educamos con prisa, tal vez con la misma prisa y ansiedad con la que vivimos. Nos saltamos etapas y nuestros alumnos e hijos necesitan que respetemos sus tiempos de maduración. Cada día vemos a críos atragantarse con dosis de información que son incapaces de digerir, escuchando y reproduciendo cosas que exceden su capacidad de asimilación crítica. Niños empachados.

Educamos con prisa, tal vez con la misma prisa y ansiedad con la que vivimos

Tal vez el principal error de la Logse fue adelantar el paso de la Primaria a la Secundaria a los 12 años y el consiguiente traslado de niños (subrayo lo de niños) del cole al instituto a una edad excesivamente temprana. Allí, muchos se tuercen por someterles a un proceso de maduración acelerada y artificial, en cámara frigorífica. De pronto, ese crío se ve compartiendo patio con morlacos de 18 años… Es una opinión que a lo largo de estos años me han trasladado docenas de maestros de Primaria y Secundaria fruto de su experiencia diaria. En el caso de la escuela concertada y privada este cambio de etapa no afecta tanto porque los alumnos continúan en el mismo centro; me consta que algunos colegios, incluso, los mantienen en su misma aula hasta los 14. Por eso, me parece una buena noticia que comiencen a proliferar los CEIPSO en la escuela pública en algunas comunidades autónomas.

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