fbpx

Talis 2018: Así se ven los profesores en España

Las opiniones argumentadas de los educadores en el último Estudio internacional de la enseñanza y del aprendizaje de la OCDE permiten detectar las fortalezas y debilidades percibidas por los profesionales de la Educación en España en comparación con las de sus colegas de otros países.
Saray MarquésJueves, 20 de junio de 2019
0

Por primera vez se pueden comparar las percepciones de los profesores de Secundaria y de Primaria.

“La calidad de los sistemas educativos no puede exceder a la calidad de sus directores y profesores, pero la calidad de estos no puede exceder su formación, sus prácticas, sus oportunidades para colaborar y desarrollarse y los entornos de aprendizaje en los que se encuentran inmersos”. Con estas palabras ha explicado la responsable del programa de Educación y Competencias de la OCDE Marta Encinas-Martín la importancia de un informe como Talis, que alcanza su tercera edición, tras las de 2008 y 2013, con la participación de 48 países.

Entre ellos, España, que amplía muestra por comunidades en esta edición, en la que, además, participan docentes de Primaria. Nuestro país, con un 10% de los encuestados (7.407 profesores y 396 directores), cuenta con la mayor muestra de todos los países de la OCDE.

Peor formación inicial (aunque mejora con los nuevos)

Si en la media de la OCDE un 79% de los docentes asegura haber abordado durante su formación inicial no sólo los contenidos específicos de su materia sino también la didáctica y la práctica en el aula, este porcentaje se reduce en España al 48%. El informe destaca, sin embargo, cómo España, con Francia (que también partía de una posición peor que la media) ha mejorado en los últimos cinco años. Así, en el caso de España, si nos fijamos en los profesores que se han formado en este periodo, la tasa de los que cuentan con formación en estas tres dimensiones se eleva al 68%. Al tiempo, España ha mejorado en la incorporación de prácticas de aula, aunque sigue siendo el segundo peor país en este registro.

48%
de los docentes

en España ha recibido formación en los contenidos de su materia, en su didáctica y en la práctica en el aula, frente al 79% de la OCDE

Para el secretario de Estado de Educación y FP en funciones, Alejandro Tiana, la mejoría que se observa en la formación desde Talis 2013 puede deberse a la llegada a las aulas de los titulados en los nuevos grados de Magisterio y el nuevo máster de formación del profesorado, según ha detallado en la presentación del estudio Talis en la sede del Ministerio de Educación y FP.

El peso de la tradición

La innovación llega a las aulas con menor impulso en España que en otros países. Así, un 71% de los docentes, frente al 78% de media de la OCDE, aseguran que ellos y sus colegas se apoyan mutuamente en la implementación de nuevas ideas. Curiosamente, esta edición de Talis refleja cómo los profesores millennials y de países europeos suelen ser los menos abiertos a la innovación.

También son menos proclives a dar autonomía a los alumnos para resolver problemas complejos (41% lo hacen, cuatro puntos menos que el promedio del profesorado de la OCDE). En cuanto a la evaluación, sólo el 23% de los docentes españoles recurre de momento a la autoevaluación de los estudiantes frente al 41% de media de la OCDE.

Los profesores en España están por debajo de la media en cuanto a la lectura de revistas científicas y ensayos sobre educación. Menos del 50% lo hacen, en línea con Francia o Italia y lejos del 90% de Estonia, por ejemplo.

Eso sí, son los más viajeros, tras los holandeses y los italianos. Un 29% ha realizado estancias en el extranjero durante su formación.

“Puede que el hecho de que no haya una mayor apertura a la innovación venga dado por un currículum demasiado extenso y estricto que no deja lugar a esa innovación, un currículum que habría que revisar”, ha planteado Marta Encinas-Martín.

Para el sociólogo de la Universidad Complutense Mariano Fernández Enguita, “En lo esencial, el de la enseñanza es un sector conservador. Pero conviene tener en cuenta que innovar es arriesgar y, por tanto, para promover esa innovación es necesario un entorno que apoye y proteja contra el error y el fracaso con proyectos de centro, liderazgo, un clima adecuado o la publicación de las mejores experiencias”.

Primaria y Secundaria

Por primera vez en la muestra se incluyen a profesores de Primaria. Se puede ver cómo en estos pesa más la vocación y que la formación en la parte pedagógica es más sólida. Los de Secundaria, en cambio, han pensado en menor medida en la Educación como primera opción (el 40% no se veía como profesor) y la valoran más por la estabilidad laboral que aporta (58%). Sólo un 44% de sus colegas de Primaria cita la estabilidad laboral como motivación para ser maestro.

40%
no se veía como profesor.

En Secundaria, la docencia no era la primera opción para cuatro de cada 10 encuestados

Según Fernández Enguita, “Cuando un maestro entra en Magisterio sabe que va a ser maestro. Cuando está en cualquier otra carrera sabe que esta le puede conducir a más sitios que la docencia, incluso puede ver esta con cierta frustración. Y está la cultura heredada del Bachillerato Superior. En Primaria sabes que vas a tener a todos los alumnos. Cuando yo estudié en Bachillerato Superior llegaba el 15%… Ahí hay un problema, porque a la ESO van todos, sí o sí, ahí y en la falta de formación pedagógica, que en parte se está intentando arreglar con el máster de formación del profesorado. En eso estamos”.

Urgente: Más trabajo en equipo

Si según los propios profesores y directores la formación con más impacto es la formación entre iguales, España tiene aquí una asignatura pendiente. Se vio ya en otras ediciones de Talis, en que los docentes españoles eran los que más en falta echaban el feedback, y se sigue viendo. La observación, tan en boga en países asiáticos como Japón o Singapur, aquí apenas la practica el 19% de los docentes, frente al 40% de media de la OCDE. Y sólo un 24% de los docentes españoles participa en una red de docentes, frente al 40% de media de la OCDE. Tampoco hay tutoría. Sólo un 10% de los docentes en España ha contado con un tutor en su aterrizaje en el aula, frente al 22% de la OCDE. En países como Japón este acompañamiento acaba de ampliarse hasta los primeros cinco años de ejercicio.

19%
practica la observación

entre iguales en España, frente al 40% de media de la OCDE

Para Enguita, “la manera de hacerlo sin disparar el gasto, sin necesidad de un coach para cada nuevo profesor en el aula, es la codocencia. Ya hay múltiples experiencias en la privada y se hace también en centros públicos como el IES «Julio Verne» de Leganés, que está fundiendo distintos grupos”. Según el informe Talis, los docentes de la privada cuentan con más incentivos para el desarrollo profesional.

¿Qué necesita la Educación?

El estudio Talis pregunta a los docentes qué harían si el presupuesto para Educación se incrementara en un 5%. Internacionalmente, un 60% lo primero que haría sería subir el sueldo de los profesores. En España, este porcentaje es inferior al 50%.

España es el segundo país con unos salarios más altos, y uno de los países en que el componente social y vocacional de la Educación es más importante. Aquí sí cumplimos otro de los preceptos de la OCDE, que subraya que es importante que la carrera docente sea vocacional, no atrayente por el sueldo y la estabilidad laboral.

“Incluso tras los recortes los salarios son buenos. Particularmente los iniciales. Los finales, algo mejores. En otros países como Japón se entra cobrando mucho menos y se va a más, el sueldo se convierte en un instrumento de aspiración”, explica Fernández Enguita.

Los profesores en España le darían prioridad, antes que al sueldo, a reducir el tamaño de las clases mediante la contratación de más personal (85%, frente al 65% de la OCDE), ofrecer formación continua de alta calidad (65%) y apoyar a los estudiantes con necesidades educativas especiales (63%).

España, con una persona de apoyo por cada 20 docentes en Secundaria, mientras que en la UE hay una dada 16 y en la OCDE una cada 12, es uno de los países que demanda más personal de apoyo en comparación internacional.

Clima de aula

España parece contar con un ambiente idílico en términos de bienestar en la escuela, integración de los alumnos, sentimiento de pertenencia, relación de los alumnos con los profesores, de los profesores entre sí y de los profesores con los directores, con un porcentaje de bullying e intimidación muy bajo, y que mejora, con apenas lesiones físicas (aunque registran un leve aumento), a juzgar por las respuestas de docentes y directores, pero a la vez el tiempo que los profesores pasan mandando callar va al alza. En la práctica, sólo el 75% del tiempo de aula se dedica a la enseñanza y el aprendizaje (frente al 78% de la OCDE), un porcentaje que ha disminuido en 2 puntos porcentuales en los últimos cinco años y que sitúa a España en cabeza, con Holanda y Brasil, de los países en que más cuesta poner orden parar empezar las clases.

Los docentes echan en falta formación en esto en concreto, en gestión del aula y comportamiento del alumnado –sólo el 40% la ha recibido, frente al 72% de media de la OCDE–. Y se ve que la única herramienta con la que cuentan a la hora de enfrentarse a un aula de potenciales alborotadores es la experiencia: Los docentes experimentados –más de cinco años en el aula– son más capaces de controlar las conductas disruptivas: 82% frente a 66%. España es, a su vez, uno de los países en que el clima de aula más empeora con la llegada de los alumnos a Secundaria.

40%
ha recibido formación

en gestión del aula y comportamiento del alumnado, frente al 72% en la OCDE

Sin embargo, no todo el tiempo que resta a ese 75% para llegar al 100% se dedica a mantener el orden. Aquí se les va el 16,4% (13% en la media de la OCDE), mientras que un 8% se dedica a tareas administrativas, tanto en Primaria como en Secundaria, en la media de la OCDE pero al alza en el caso de España. En una década, los profesores han aumentado en una hora a la semana el tiempo que dedican a la docencia mientras que han visto cómo se reduce en 24 minutos el tiempo de que disponen para preparar esas sesiones.

Formación permanente: ¿oferta adecuada?

Los docentes españoles se forman en la misma medida que los de la OCDE (el 94% participó en actividades de formación en los últimos 12 meses), pero acusan la falta de incentivos (un 76% de los profesores de Secundaria no recibió ninguno, frente al 48% del promedio de la OCDE). Los directores echan en falta más formación en necesidades educativas especiales, y uno de cada cuatro cree que la calidad de la enseñanza de sus centros se resiente por no contar con profesores con esta formación específica. Además, los profesores españoles creen que necesitan más formación en TIC, en enseñanza en entornos multiculturales y multilingües y en competencias transversales.

En cuanto a los directores, tienen más formación en administración y dirección de centros que en liderazgo pedagógico. Un 25% la ha recibido, en comparación con el 83% de promedio de la OCDE.

“Se ha dedicado mucho tiempo y esfuerzo a la formación continua del profesorado pero hay lejanía entre una formación demasiado general y el aula. Hace falta que esta sea más sólida y deje de ser un mero mecanismo automático de conseguir sexenios”, concluye Fernández Enguita.

Docentes más mayores, directores más jóvenes

El profesorado español es de los más envejecidos –46 frente a 44 años de media en la OCDE, con un incremento en un 7% de los docentes de 50 años o más, que suponen el 36% del total–, mientras que contamos con directores más jóvenes que la media de la UE –50 frente a 52 años, de media, con un 9% de mayores de 60 años frente al 20% de la OCDE–. Para Alejandro Tiana, lo primero puede venir dado por el tapón que supusieron los recortes a partir de 2008 en cuanto a la incorporación de profesorado nuevo, mientras que lo segundo puede deberse a que, en el debate entre un cuerpo de directores o no, España ha optado por la elección de estos y no por un cuerpo específico, cuando esta última opción, por lo que se ve, conduce a un plantel más senior.

La brecha de género se percibe en cómo, siendo una profesión eminentemente feminizada, los puestos en equipos directivos no les corresponden a las mujeres en la misma proporción (62% de profesoras en Secundaria, frente al 68% de media de la OCDE). Aún así ha habido una leve mejoría. Las directoras en Secundaria en España han pasado del 40% al 49% (del 39% al 47% en la OCDE) desde 2009.

Como en otros países del entorno, los docentes principiantes suelen ir a escuelas con contextos difíciles por la concentración de estudiantes desfavorecidos o de alumnado inmigrante. En los primeros, en España, más del 30% son novatos. En los segundos, más del 10%. La OCDE considera un error que a estos centros se destine «el último en llegar» y apuesta, por el contrario, por enviar a los más capaces a las escuelas más complicadas.

La falta de una carrera profesional

“Se echa en falta una carrera profesional, porque los docentes en España se sientan solos delante de los alumnos en su aula el primer día de clase y 30 años después siguen en esa misma aula, con poco intercambio con los compañeros, sin un desarrollo como el que ofrecen los países con mejores sistemas educativos”, según Marta Encinas-Martín. Esto no significa que los profesores en España estén mal formados, aclara. Están en el promedio del resto de españoles con formación terciaria, según PIAAC, teniendo en cuenta que el nivel de competencias de los licenciados universitarios españoles es algo inferior a la media.

Según Alejandro Tiana, “Nos hemos centrado mucho en mejorar más la formación inicial que la permanente, los nuevos profesores están mejor preparados, pero no se ha abordado el conjunto de la profesión, cuando se sabe que el mejor instrumento para la mejora de un sistema educativo es dar forma a la profesión docente”.

0