fbpx

Silencio, por favor

Rafael Guijarro
Periodista
17 de septiembre de 2019
0

Parece que ahora lo más fácil es distraerse. Mucho más que trabajar o estudiar. El estruendo puede resultar casi continuo y las interrupciones casi constantes con el teléfono o el correo electrónico o la bulla. Mucho de lo que hay alrededor de cada uno es una invitación a dejarse llevar por lo que viene de fuera.

El silencio hay que pedirlo por favor para que nos dejen en paz, porque la tendencia es a invadirte. En cuanto te descuidas, hay alguien o algo llamando tu atención, para que dejes lo que estás haciendo y te centres en lo que te dicen.

Si quieres aturdir a alguien, dale la monserga una vez y otra, porque es muy difícil cerrar los oídos. Mucho más que los ojos, que se pueden cerrar o desviar la vista; pero lo que va al oído entra hasta el fondo sin poderlo evitar. Por eso empieza a ser tan elocuente la necesidad de encontrar espacios de silencio donde te puedas concentrar en lo que te interesa. Y también que todo el que te quiera mantener con una atención dispersa, utilice el chundarata para ello, para que no pienses por tu cuenta sino que aceptes lo que te están diciendo una y otra vez.

Tal vez por eso un rato de silencio sea algo maravilloso, y el que pueda encontrarlo, que lo disfrute, en medio de esta sociedad tan ensordecedora con tanta frecuencia.

0
Comentarios