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Paradoja de género: a más igualdad, menos mujeres científicas

La elección de los estudios superiores está marcada por los estereotipos de género y se da la paradoja de que cuánta más igualdad de género hay en un país, menos mujeres científicas tiene.
Leyre ArtizMartes, 15 de octubre de 2019
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Las chicas prefieren profesiones o estudios donde no existan estereotipos. © ALESIA KAN

En la próxima década, 600 millones de niñas adolescentes accederán al mercado laboral, según la ONU, y no lo harán en igualdad de condiciones con respecto a los chicos. “Se enfrentan a la discriminación sistemática y a los prejuicios, pero también a la falta de la capacitación que requieren las profesiones del futuro”, advierten desde la ONU.

Sobre este último punto también insisten desde Unicef: “Una de las ocho grandes amenazas a las que se enfrentan las niñas actualmente es no poder obtener las habilidades necesarias para desempeñar los trabajos del mañana”

Esta realidad, en España y en los países de nuestro entorno, no tiene que ver con que las niñas abandonen sus estudios al llegar a la etapa universitaria. De hecho, según datos de Eurostat, hay 115,6 mujeres por cada 100 hombres en las aulas de las facultades. Sin embargo, la elección de los estudios superiores está marcada por los estereotipos de género.

Hay titulaciones feminizadas y titulaciones masculinizadas –especialmente las relacionadas con el ámbito STEM–, lo que no ayuda a fomentar la igualdad.

Esta realidad, en España y en los países de nuestro entorno, no tiene que ver con que las niñas abandonen sus estudios al llegar a la etapa universitaria

“Existen muchos estereotipos de género acerca de los roles que los hombres y las mujeres han de desempeñar y de las profesiones que idealmente han de ocupar. Esto hace que muchas chicas no se sientan atraídas por algunos ámbitos STEM, por ejemplo, por la ingeniería y la informática”, apunta Milagros Sáinz, directora del grupo de investigación Género y TIC (GenTIC), de la Universidad Oberta de Cataluña (UOC).

Para Sáinz, “las mujeres se interesan por ámbitos de la ciencia vinculados a la vida y la química, congruentes con los cuidados, roles que se han asociado tradicionalmente con ellas. Por eso hay tantas que se matriculan en medicina, biotecnología, biología o química. Sin embargo, estos estereotipos cuestionan su capacidad para desarrollarse competentemente en otros ámbitos científicos. Se sigue pensando, por ejemplo, que las mujeres tienen menos competencias para las matemáticas que los hombres”.

“Existen muchos estereotipos de género acerca de los roles que los hombres y las mujeres han de desempeñar y de las profesiones que idealmente han de ocupar

La Unión Europea calcula que en 2020 existirán 825.000 empleos vacantes en Europa relacionados con la informática y las telecomunicaciones, unos puestos de trabajo inaccesibles para las mujeres desde el momento en que renuncian a estudiar estas carreras. Esto repercute en su nivel de empleabilidad.

En relación a la falta de vocaciones STEM entre las mujeres, hay algo que llama la atención de los investigadores. “Sorprende que en sitios con altas cotas de igualdad como los países nórdicos, las chicas huyen de los ámbitos STEM masculinizados, como las ingenierías o la informática. Sin embargo, países como Pakistán o la India, con menores tasas de igualdad efectiva entre hombres y mujeres, tienen una alta participación de mujeres en estos ámbitos”, apunta la investigadora de la UOC.

Sorprende que en sitios con altas cotas de igualdad como los países nórdicos, las chicas huyen de los ámbitos STEM masculinizados, como las ingenierías o la informática

Cómo revertir la situación

  • “La falta de referentes femeninos en los roles científico-técnicos, especialmente en las primeras etapas de desarrollo, hace que las niñas no se sientan identificadas con estos y no tengan a quién emular”, dice María Teresa Ballester, profesora de los Estudios de Economía y Empresa.
  • “No tienen por qué ser referentes famosos, pueden ser familiares, amistades o profesores. Si los niños no ven mujeres en ciertas posiciones, deducirán inconscientemente que esos puestos de trabajo no son para mujeres”, añade Ballester.
  • “Es muy difícil para las familias educar en igualdad si en el colegio (y en medios de comunicación) no lo hacen y viceversa”, concluye.
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