La beca Erasmus en FP también se queda corta

Hace ya casi seis años que el programa Erasmus dejó de ser solo para universitarios. Desde que se creó Erasmus+ en 2014, el programa se extendió también a la Formación Profesional. Desde entonces, el número de estudiantes y docentes de FP que ha participado en él ha aumentado un 87%. Los alumnos de Grado Superior dedican sus estancias a realizar las prácticas obligatorias. En vez de estar tres meses en una empresa en Madrid, Barcelona o Valencia, las hacen en una ciudad europea acogidos bajo el paraguas Erasmus. La experiencia bien merece la pena, pero tiene una pega: la ayuda se queda muy corta para financiar la estancia. Como cuenta la estudiante Rebeca Guerrero en el reportaje de las páginas 25-26, “es necesario que los destinos a los que nos mandan tengan pisos o habitaciones donde alojarnos y sea fácil encontrarlos, ya que resulta muy difícil hacer un alquiler para tres meses. Y el importe de los 350 euros de la beca Erasmus es insuficiente cuando solo el alquiler cuesta más”.