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En casa, fuera de casa

2.830 docentes españoles ejercen en los centros en el exterior, dependientes del Ministerio. Así han vivido esta crisis global.
Saray MarquésJueves, 30 de abril de 2020
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Los trabajadores españoles en el exterior, excluidos los del Instituto Cervantes, superan los 2.800. © MAKSYM YEMELYANOV

A Irene, a Yolanda, a Emma o a Noelia les pilló la pandemia de coronavirus Covid-19 cerca de sus coles pero lejos de sus casas.

Son solo algunas de los 2.830 docentes españoles en el exterior, dependientes del Ministerio de Educación, que nos trasladan su experiencia desde sus países durante este tiempo de confinamiento.

Irene Cabré (Bruselas)

Irene es maestra en la escuela europea de Bruselas I Berkendael.

“He experimentado una sensación, personal pero común, de desamparo, de indefensión, de soledad. No solo ahora. Al estar contratados por una parte por España y por otra, por la Comisión Europea, te encuentras en una especie de limbo, tienes la sensación de que nadie está demasiado pendiente de ti, de los problemas que te puedan surgir. Esto no es así otros centros en el exterior, donde la respectiva consejería sí está pendiente.

En Bruselas III se detectó un caso de coronavirus y se cerró la escuela dos días, lunes 9 y martes 10, pero no hubo ninguna medida de desinfección, solo se cerró. Se volvió a la escuela el miércoles y el jueves se envió un comunicado a todas las escuelas de que desde el lunes 16 de marzo se cerraba definitivamente. Ya el viernes la inmensa mayoría de los padres prefirieron que los niños se quedaran en casa.

Desde ese momento empieza el trabajo telemático. Al estar en maternal (Infantil), donde el trato de tú a tú es clave, y trabajamos en ámbitos como los hábitos o el juego simbólico, di unas pautas generales para las familias, como leer cuentos, hacer fichas de lectura, llevar un diario… algo muy abierto. Pero el lunes 16 nos envían un comunicado desde Dirección: debemos hacer llegar tareas diarias y realizar un seguimiento en el Share Point. Lo hago y las familias empiezan a quejarse: No tienen impresora, no tienen tiempo, están teletrabajando. Empiezo a adaptarme a sus realidades. Al fin y al cabo, soy maestra de maternal, de dos alumnos de cuatro años y 17 de cinco. En Primaria, en Secundaria, es distinto. Hay unas asignaturas, un currículum, y los profesores lo siguen.

Poco después, también Dirección se adapta y envía un segundo comunicado para que se rebaje un poco la carga de trabajo, para que se frene el ritmo. Aquí de nuevo algunos padres se quejan, quieren más tareas, tener a los niños todo el día ocupados.

Un tercer comunicado insiste en que se recurra a videoconferencias o clases grabadas, en que haya una tutorización por esta vía, con una acreditación para cada niño. Yo había empezado ya motu proprio, pues la relación en Infantil es muy concreta, para los niños de estas edades eres muy importante, un referente, y pasar de repente a estar sin sus compañeros y sus profes les rompe su día a día.

Aunque el 16 de marzo nos habían autorizado a usar como plataformas Microsoft Teams y Zoom el 20 de marzo nos enviaron un comunicado prohibiéndonos el uso de Zoom, quizá porque en la Comisión y el Parlamento europeos solo funcionan con Teams. Esta plataforma también se emplea para contactar con Dirección, no solo con las familias. Hay centros con hasta tres reuniones de seguimiento diarias, como Bruselas III.

A nosotros no se nos dijo si nos podíamos ir a nuestro país o no. Hubo compañeros franceses o polacos que se fueron. Cada uno ha hecho lo que ha considerado. Al estar en escuela europea somos personal contratado, no interinos”

En Bélgica continúa cerrada la actividad presencial docente hasta el 3 de mayo. Esta semana se ampliará la información sobre el futuro del curso. 

Yolanda Martín Criado (Lisboa)

   “¿Cómo estamos pasando desde Lisboa este “encierro” obligatorio? Creo que en ninguno de nuestros peores sueños habríamos imaginado que un ser microscópico pudiera paralizar el planeta y coartar nuestra libertad. Eso, la libertad, es lo que yo echo en falta; salir con libertad a tomar un café, a comer con los amigos, a ver cada día a los compañeros de trabajo, los alumnos/as, a salir de casa y ver gente, niños gritando y jugando, pasear por el parque sin que un coche de policía, cual película de ciencia ficción, te invite a volver a casa, a esa casa de la que no sales… Echo de menos poder ir a España a ver la familia y que mi hija, que ha cumplido dos años en confinamiento, pueda abrazar a sus abuelas, sus tías y sus primos.

Quizá eso sea lo más doloroso, sentir como la peque no entiende por qué no puede jugar con los niños que ve en la terraza de enfrente y a los que llama con todas sus fuerzas, o por qué el portero del edificio, con el que jugaba cada día, se aleja cuando ella se acerca, por qué ya no va a la piscina o por qué no puede jugar con mamá, aunque esté en casa.

En fin, deseamos que esto pase pronto, que nuestras vivas vuelvan a la normalidad, que podamos recuperar lo que el Covid-19 nos ha robado y que escuchemos que no hay más muertos ni infectados en los hospitales, QUE TODO ACABÓ”

En Portugal está previsto el regreso a las clases presenciales el 18 de mayo solo para Bachillerato. 

Emma Renovell (ALCE de Dublín)

 “Te encuentras un poco a la expectativa, tanto de lo que ordenen desde el Ministerio de Educación como de lo que hace el propio país. Aquí, en Irlanda, la suspensión de las clases se anunció el 12 de marzo, muy a la par con España. Ese día el presidente decretó la suspensión de la actividad escolar. Nosotros en ese momento no habíamos recibido ninguna directriz del Ministerio. En realidad, las instrucciones del Ministerio se refieren al territorio español y resulta complicado aplicarlo al exterior, al final somos una minoría dentro del sistema educativo. Desde la consejería sí están pendientes de nosotros. Desde la subdirección general nos han dado orden de permanecer en el país. También nos han recomendado no usar la plataforma Zoom.

Mantenemos bastante bien el contacto con las familias que tenemos en Dublín, que además son muy cercanas y agradecidas. En mi caso, grabo la clase y se la envío, adjuntando los materiales que necesitan o los vídeos que deben ver, aprovechando que hay muchos recursos en la red que ahora son de libre acceso. Las familias van enviando lo que van haciendo cuando pueden. Las ALCE son clases complementarias y los niños además tienen las tareas del colegio que les envían los profesores de la Educación reglada. Además, los padres están teletrabajando. Por ello, les damos flexibilidad. Lo importante es que no pierdan el contacto con la lengua y la cultura materna o paterna.

En condiciones normales, en las ALCE trabajamos en semipresencialidad. Los niños tienen una hora y media presencial y otra a través del Aula Internacional, por lo que ya estábamos acostumbrados”

Centros cerrados hasta el 5 de mayo de momento. Posibilidad de que abran los centros de Secundaria (el curso termina en mayo). La idea en principio es abrir los centros de Primaria un día a la semana. 

Noelia Illana (ALCE de Nueva York)

“No tenemos consejera, pero sí contamos con mucho apoyo de la agregaduría en Nueva York, que está muy pendiente e informándonos en tiempo real, siempre en contacto con el consulado y la embajada. El director lo ha gestionado muy bien, con reuniones de coordinación por Skype todas las semanas. Aunque estamos cada uno en nuestra casa todas las semanas nos vemos.

Yo el martes 10 de marzo tuve clase en New Jersey y al día siguiente empezaron las clases virtuales. En un día nos encontramos frente a una enseñanza completamente diferente. Es cierto que en las ALCE contamos con una plataforma de Moodle, Aula Internacional, con foros con los alumnos. Al ser enseñanza semipresencial nos ha facilitado este tránsito, pero tampoco ha sido algo tan natural como se pudiera pensar. Desde el primer día hemos explicado a través de tutoriales con materiales, enlaces, cuestionarios…. Hemos sido un poco autodidactas. Hemos aprendido a utilizar nuevas herramientas, como Genially, que es española y permite dar las clases de manera muy visual e interactiva.

Aunque hemos reducido los contenidos y nos basamos en los mínimos estamos siguiendo con la temporalización del curso. Esto es más fácil con alumnos más mayores. Nosotros trabajamos con alumnos de 7 a 17 años de nacionalidad española.

Aquí cada estado se está organizando de una forma. Incluso cada centro, pues estos tienen mucha autonomía. Por ejemplo, un compañero de Washington me comentaba que les dejan bastante margen de actuación, mientras que en la escuela de la ONU me consta que hay una programación muy detallada que se tiene que seguir.

En cuanto a la posibilidad de retornar a España, tuvimos una reunión al inicio de la crisis y estuvimos debatiéndolo. Al final, la mayoría de los funcionarios prefería quedarse aquí y se decidió no reclamar al Ministerio un plan de retorno”

En Nueva York no se van a volver a abrir los centros en lo que queda de curso. 

Interino en el colegio Reyes Católicos de Bogotá

“Aquí estamos confinados en las casas y hacemos las clases de forma telemática desde que se cerraron los colegios, el 16 de marzo.

Nuestro centro es considerado de excelencia y se encuentra en una de las zonas más caras de Bogotá. Tenemos un perfil de alumnado de renta media-alta, con lo que casi todos tienen medios para conectarse.

La consejería nos ha prohibido abandonar el país. La embajada fletó un avión con turistas, pero al estar trabajando para el Ministerio de Educación se nos negó esa posibilidad. El equipo directivo nos dio la orden expresa y explícita de no abandonar el país.

Para los interinos, irse es renunciar a su puesto de trabajo. Sin embargo, en un momento en que las clases son telemáticas no tiene mucho sentido quedarse. En realidad, a los interinos docentes en el exterior se nos contrata en fraude de ley, pues antes de venir al país se nos obliga a firmar una declaración jurada que dice que ya estamos viviendo en el país. Entramos de forma ilegal. Nos arreglan los papeles una vez aquí, pero entramos con visado de turista. De hecho, en Marruecos se pasan todo el año con visado de turista, tienen que salir cada tres meses para sellar el pasaporte. En Colombia tenemos que asegurar que dejaremos el país en menos de tres meses, con lo que en Navidad tenemos que salir un fin de semana para sellar el pasaporte y no quedarnos de forma irregular.

Además, cobramos menos que cualquier profesor en cualquier comunidad autónoma en España, la cuarta parte del salario de los compañeros adscritos y en comisión de servicio, y no se nos cubren gastos que ellos sí tienen cubiertos, como los desplazamientos. Si se nos obliga a firmar que vivimos en el país es para no pagarnos el complemento de extranjería. El Ministerio juega con la desesperación de muchos para ganar puntos para la oposición.

No tengo constancia de que ningún interino haya abandonado el país. En Portugal o en Marruecos es más fácil. Aquí, el fin de semana que el presidente anunció el cierre de colegios, se cerró el espacio aéreo, con lo que no tuvimos esa posibilidad”

Centros cerrados hasta el 31 de mayo. Se prevé el cierre hasta el final de curso para los centros de calendario B (que comienzan en septiembre y no en enero). 

Una decena de interinos han sido cesados en Marruecos

Por considerarse colectivo de riesgo, por tener familiares enfermos de coronavirus que cuidar en España, o por miedo a enfermar en un país extranjero. Una veintena de profesores españoles en Marruecos regresaron a España en un vuelo a principios de abril. Todos habían pedido permiso a la Consejería de Educación de la Embajada de España en Marruecos, pero solo a tres se lo había concedido, por ser mayores de 60 años en dos casos y con un informe actualizado de asma crónica en la mano en el otro. Una vez en España, alguno más lo recibió. Sin embargo, en una decena de casos de profesores interinos no se ha considerado justificada esa marcha y se ha procedido a su cese “por abandono del país y del puesto de trabajo”, con la consiguiente penalización que incluye, entre otros, la prohibición de volver a trabajar en un centro en Marruecos en los próximos tres años.

Las instrucciones del 16 de marzo de la Consejería eran claras: Solo se permitía salir con permiso plenamente justificado por causas extraordinarias.

La semana pasada, de vacaciones escolares en Marruecos, cundió la esperanza de que esta semana esos 10 profesores cesados pudieran ser readmitidos y estar, por tanto, teletrabajando para sus centros en Marruecos desde su casa en España. El Ministerio les había pedido más documentación para justificar su marcha del país o, en el caso de los justificantes médicos, que estuvieran actualizados. En base a esa nueva documentación se podía revocar su cese y concederles permisos individuales.

Sin embargo, esta semana los afectados están recibiendo ya comunicación de que se le enviará por escrito el cese a su domicilio en España, por lo que se abre la vía judicial, presentando un recurso de reposición.

Mientras, a los docentes interinos en Londres que habían vuelto a España se les está pidiendo que vuelvan a sus puestos el lunes, pero no se les ha cesado.

En Marruecos los centros siguen cerrados y el confinamiento se prolongará de momento hasta el 20 de mayo. 

Carta de CSIF a Fernando Gurrea

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