Ahora la gestión emocional es más importante que nunca
Desde hace más de diez años, los colegios «Zola» apuestan por trabajar la inteligencia emocional en las aulas, ya que creen firmemente que «los alumnos necesitan desarrollar su dimensión emocional como complemento indispensable del desarrollo de su dimensión cognitiva».
En este sentido, los colegios «Zola» organizan desde el 2017 Eduemoción, un congreso en el que se aborda la importancia de que los centros educativos cuenten con un programa de inteligencia emocional. Sin embargo, debido a la actual crisis sanitaria, se ha tenido que suspender el IV Encuentro Eduemoción. Mientras se decide la nueva fecha, los colegios «Zola» han lanzado la iniciativa Juntos para que vuelvan los abrazos con el objetivo de ayudar a la comunidad educativa a gestionar las emociones durante este confinamiento; puesto que hoy, más que nunca, la gestión emocional es fundamental para hacer frente a la situación en la que nos encontramos. «Creemos firmemente que no podemos dejar atrás las emociones: ahora es cuando más hay que cuidarlas, mimarlas y trabajarlas poniendo en práctica todo lo aprendido y lo que nos queda pendiente por interiorizar».
Por eso, han actualizado el programa de Pensamiento Emocional de los colegios «Zola» para poder ofrecer a la comunidad educativa un ‘Plan de Acompañamiento Online’ para sobrellevar mejor desde el punto de vista emocional la situación que estamos viviendo. Actualmente, este plan incluye: mentorías personalizadas para familias y para el personal de los colegios con acompañamiento emocional y un plan de acción; seminarios online de gestión de las emociones; un decálogo con recomendaciones, recursos de gestión emocional y de orientación adaptados a los diferentes tipos de familia, etapas o necesidades educativas; material audiovisual y artículos.
Una herramienta muy valiosa que tienen los padres para enseñar a los niños a desarrollar la inteligencia emocional, conocer sus sentimientos y a aprender a gestionarlos es el juego.
Por ejemplo, a través de la ‘Gallinita Ciega’ se trabaja el valor de la autoconfianza porque el niño debe dejarse guiar por otra persona. Con esta actividad se busca que los niños se sientan seguros y que comprueben por ellos mismos que, al tener los ojos tapados, otros sentidos como el oído y el tacto, también nos pueden ayudar a conseguir nuestro objetivo, aunque nos cueste un poco más. Son retos que les impulsan a esforzarse y en los que se implica una colaboración por parte de todos los participantes.