fbpx

La Lomloe rompe el equilibrio

José Mª de Moya
Director de Magisterio
24 de noviembre de 2020
0

Educar tiene mucho que ver con guardar el equilibrio. Lo vemos cada día quienes tenemos hijos o alumnos a nuestro alrededor. El equilibrio entre exigir y disculpar, entre fomentar la autonomía y proteger del entorno… Me decía recientemente un psiquiatra infantil que la mayor parte de casos clínicos que le llegan tienen su causa en unos padres o extremadamente permisivos o extremadamente exigentes.

Digo esto porque el diseño de las políticas educativas debería intentar guardar un cierto equilibrio y eso independientemente de que vengan respaldadas por un pacto educativo. No hace falta pacto que valga, basta sentido común y sentido de la responsabilidad por parte de quien gobierna. De hecho, ninguna de las ocho reformas educativas anteriores a esta ha venido respaldada por un pacto de Estado y, sin embargo, en todas o casi todas se intentó. Ese intento fracasó pero solo a medias porque sirvió para que el gobierno de turno no olvidase el objetivo de guardar un cierto equilibrio, de tratar de contentar un poco a todos, de ser sensible con la pluralidad ideológica del país. Por supuesto, cada reforma educativa ha tenido la impronta del gobierno de turno, faltaría más, pero siempre se trató de no humillar al adversario y concederle su minuto de gloria. Las reformas socialistas ponían los acentos en determinados conceptos sin la necesidad de tachar otros. Las reformas de centro-derecha (realmente solo ha habido una, la Lomce) cambiaban de lugar esos acentos sin tachones.

Ninguna de las ocho reformas educativas anteriores a esta ha venido respaldada por un pacto de Estado y, sin embargo, en todas o casi todas se intentó

Me temo que esta última reforma ha roto esta norma no escrita y por primera vez no se ha buscado ese equilibrio. No digo que no se haya logrado –que por supuesto–, digo que ni siquiera se ha buscado. ¿Por qué en esta ocasión el Gobierno se ha comportado de esta forma? ¿Por qué no plantearon ni siquiera la posibilidad de alcanzar un pacto como hizo Gabilondo? Parece obvio que tiene que ver con la presencia en el Gobierno de un partido como UP, que no ha venido precisamente a mantener equilibrios y que ha defendido públicamente una posición radical en materia educativa. No lo esconden ni lo han escondido nunca y les honra porque son, probablemente, los más sinceros del arco parlamentario. La revolución cultural que propugnan pasa por influir en los medios de comunicación –lo sabíamos– pero también en los “medios” de Educación. Su impronta no podía dejar de estar presente en una reforma educativa que no es del PSOE sino de este Gobierno. Si el PSOE ha hecho todo lo posible, ellos sabrán.

0
Comentarios