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El tiempo diario de aprendizaje se redujo a más de la mitad por el Covid

Según datos de Alemania, extrapolables a otros países, el tiempo diario de aprendizaje ha pasado de 7,4 horas antes de los cierres a 3,6 durante ese periodo. Esta reducción ha sido mayor en el caso de los alumnos con bajo rendimiento.
Diego FranceschMartes, 28 de septiembre de 2021
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Con el cierre de escuelas, los recursos digitales se han convertido en el salvavidas. © Stock Rocket

A partir de una encuesta aplicada en Alemania (pero que fácilmente se puede extrapolar a nuestro país) sobre el empleo del tiempo escolar durante la pandemia, vemos cómo durante el cierre de las escuelas, el tiempo diario de aprendizaje se ha reducido a más de la mitad, pasando de 7,4 horas antes de los cierres a 3,6 durante ese periodo. Esta reducción ha sido significativamente mayor en el caso de los alumnos con bajo rendimiento, que han sustituido en número no proporcional el tiempo de estudio por actividades que se consideran contraproducentes para el desarrollo de los niños –tales como los videojuegos y ver la televisión–, antes que por actividades beneficiosas como la lectura o el ejercicio físico.

La brecha de aprendizaje motivada por la Covid-19 entre los alumnos con alto y con bajo rendimiento no ha sido compensada por la actividad de los padres. Ya antes de los cierres de las escuelas, los padres de alumnos con bajo rendimiento pasaban menos tiempo estudiando con sus hijos que los padres de los alumnos con alto rendimiento (0,4 frente a 0,6 horas diarias). Dado que el incremento del tiempo invertido ha sido mayor en el caso de los padres de los alumnos con alto rendimiento (+0,6 frente a +0,5 horas), los cierres de las escuelas no han hecho sino exacerbar esa desigualdad en cuanto a la implicación parental. Tampoco las actividades escolares han compensado la brecha de aprendizaje entre unos y otros alumnos.

Efectivamente, la pandemia ha puesto de manifiesto las numerosas deficiencias y desigualdades de nuestros sistemas educativos: desde la banda ancha y los ordenadores que requiere la enseñanza online hasta los entornos de apoyo necesarios para el aprendizaje, y de ajustar los recursos a las necesidades. De hecho, todos los indicadores apuntan que la pandemia ha impactado de forma muy negativa en el ámbito educativo aumentando las desigualdades y afectando particularmente a los estudiantes más desfavorecidos. Así se refleja en el informe Indicadores comentados del sistema educativo español 2021 que publican las fundaciones Ramón Areces y Sociedad y Educación.

El informe incluye el comentario Garantizar una recuperación post-pandemia igualitaria, de Andreas Schleicher, director de Educación de la OCDE, donde analiza el impacto de la pandemia en los sistemas educativos a partir del informe The State of School Education-One year into the covid pandemic, realizado por la OCDE. Schleicher pone de manifiesto que los países que presentan un peor rendimiento educativo son los mismos que han perdido más días lectivos durante la pandemia. “Esto significa –afirma Schleicher– es que esta crisis no se ha limitado a incrementar la desigualdad educativa dentro de cada país, sino que es probable que haya incrementado también la brecha de rendimiento entre países”.

El informe de OCDE demuestra que como consecuencia del cierre de escuelas, muchos países han realizado importantes esfuerzos para mitigar su impacto sobre los alumnos, las familias y los docentes, prestando especial atención a los grupos más marginales. El 71% de los países con datos comparables han empleado medidas correctoras para reducir las brechas de aprendizaje en Primaria, el 64% lo han hecho en las primeras etapas de Secundaria y el 58% en la enseñanza Secundaria Superior. Cerca de la mitad de los países han utilizado medidas especiales dirigidas a los alumnos desfavorecidos, mientras que en torno a un 30% se han centrado en las medidas dirigidas a inmigrantes, refugiados, minorías étnicas y grupos indígenas.

El uso de tecnologías y recursos digitales

  1. Los cierres de escuelas han afectado especialmente a alumnos de entornos más desfavorecidos. Aunque distintos informes ya habían señalado que los cierres incrementan la desigualdad entre los niños pertenecientes a contextos familiares desfavorecidos, también ha perjudicado a los alumnos con bajo rendimiento.
  2. Durante el cierre de escuelas, los recursos digitales se han convertido en el salvavidas de la enseñanza; la pandemia ha obligado a profesores y alumnos a adaptarse rápidamente a la enseñanza y el aprendizaje online. Prácticamente todos los países se han apresurado a mejorar las oportunidades de aprendizaje digital tanto de los alumnos como de los profesores, y han promovido nuevas formas de colaboración entre profesores.
    3 No obstante, la crisis ha cogido desprevenidos a muchos sistemas educativos, incluido el español, como puede apreciarse en los gráficos, que muestran la dotación de aulas digitales y los servicios de entorno virtual de aprendizaje por comunidades autónomas de los centros educativos públicos y privados. Un curso antes de la pandemia (2018-19), la dotación de aulas con sistemas digitales interactivos y el porcentaje de centros con servicios de entorno virtual de aprendizaje eran menores en los centros públicos que en los privados.
  3. Para Andreas Schleicher, «es el momento de que los países aprendan a reconfigurar personas, espacios, tiempo y tecnología, y diseñar entornos más efectivos y eficientes para crear un marco de igualdad para la innovación en las escuelas».

La familia, tan importante como los medios materiales

«A ciertas edades, la aportación de la familia es tan importante o más que los medios materiales de que se dispone», señalan José G. Clavel y Roberto de la Banda de la Universidad de Murcia, en un comentario publicado dentro de la monografía Indicadores comentados del sistema educativo español 2021.

Usando los datos para España recogidos en TIMSS 2019, combinando diversas variables del cuestionario de contexto familiar y escolar, estos autores encuentran que «la confianza de un estudiante en las Matemáticas, una variable que se ha demostrado importante para el rendimiento en esta asignatura (un incremento de ese índice se vincula a un aumento significativo de 33,1 puntos en España, explicando un 21% de la varianza) depende más de las actividades realizadas en el hogar durante su infancia, que de los medios que ahora tiene».

En TIMSS 2019 los recursos del hogar, el estatus socioeconómico medido en otras bases de datos por el Índice Socioeconómico y Cultural se recoge en la escala Recursos para el aprendizaje en el hogar, que además de los tradicionales nivel de educación de los padres, número de libros en el hogar y ocupación, incluye también recursos que facilitan el aprendizaje en casa del estudiante, incluyendo por ejemplo conexión a Internet y un ordenador o tableta en casa.

La diferencia en la media entre los hogares con muchos y pocos recursos es de más de 100 puntos, con Asturias como la comunidad con un rango máximo de 127 puntos, según estos profesores.

Por otro lado, aquellos estudiantes que disponen de ordenador tienen, de media, un mayor rendimiento en Matemáticas: 497,83 frente a frente a 431,65, en el caso de las chicas, y 513,70 frente 448,01, en el caso de los chicos: en ambos casos, algo más de 60 puntos de diferencia, «que es mucho», señalan estos autores, que añaden: «Nosotros pensamos que ese problema se podría paliar un poco con la participación de los padres».

No hay relación entre contagios y días de cierre de escuelas

Según el director de Educación de la OCDE, Andreas Schleicher, «las tasas de contagio entre la población no parecen guardar relación con el número de días que las escuelas han permanecido cerradas». Y añade que «países con tasas de contagio parecidas han optado por políticas diferentes en cuanto al cierre de las escuelas en función bien de sus objetivos educativos, bien de la infraestructura sanitaria o de otros objetivos políticos». Según el director de PISA, «España es un caso ilustrativo de ello. Pese a haber sido duramente golpeado por la pandemia, el país ha logrado mantener el número de días lectivos perdidos por debajo de la media europea». Pero, «lo más preocupante, sin embargo, es que por lo general los países que presentan un peor rendimiento educativo son los mismos que han perdido más días lectivos», añade Schelicher.

De hecho, este experto en Educación de la OCDE indica que «el rendimiento de los alumnos de 15 años de los países participantes en las pruebas de lectura de PISA 2018 explica el 53% de la variación en el número de días perdidos en 2020 en los centros de enseñanza de Secundaria Superior».

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