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No mires hacia otro lado: no a la exclusión en el aula

El 83% de los jóvenes ha sido testigo de comentarios negativos a otra persona por su orientación sexual.
Alba BartoloméMartes, 14 de septiembre de 2021
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El 30% de los encuestados teme que los profesores no hagan nada ante el acoso. © A.R.

Hace unos meses el caso de Samuel Luiz, el joven gallego de 24 años asesinado por una paliza mortal a gritos de «maricón de mierda», golpeó con fuerza a la sociedad y sacó a la luz la discriminación y acoso generalizado que sufre la comunidad LGBTI+.

Según un informe de la Unesco, el 54% de jóvenes lesbianas, gais, bisexuales, trans e intersexuales que participaron en encuestas ha sufrido acoso en la escuela, y el 83% ha sido testigo de algún comentario negativo dirigido a otra persona en razón de su orientación sexual, identidad de género, expresión de género y variaciones de sus características sexuales.

Las escuelas deben ser lugares seguros, inclusivos y de apoyo para todos los alumnos y alumnas. No obstante, el alumnado LGBTI+ soporta condiciones hostiles en la escuela y experimenta violencia física, acoso y discriminación, o corre el riesgo de sufrirlos.

Resultados por países

En su informe No mires hacia otro lado: no a la exclusión del alumnado LGBTI, la Unesco señalaba que el 42% de jóvenes lesbianas, gais, bisexuales y trans declaró haber sido “ridiculizado o ridiculizada, objeto de burlas, insultos o amenazas en la escuela” por su orientación sexual, identidad de género o expresión de género, principalmente por parte de sus pares.

Cerca del 37% señaló no sentirse nunca o rara vez en seguridad en la escuela, con una prevalencia más elevada en los Estados árabes y en el África Subsahariana.

En China, el 41% del alumnado LGBTI señaló haber escuchado observaciones negativas a sus expensas, el 35% había recibido amenazas verbales, el 22% se había sentido aislado por sus pares y el 6% había sido objeto de amenazas físicas.

El 42% de jóvenes lesbianas, gais, bisexuales y trans declara haber sido ridiculizado o ridiculizada, objeto de burlas, insultos o amenazas en la escuela.

En Japón, el 68% de las personas LGBTI con edades comprendidas entre los 10 y los 35 años había experimentado violencia en la escuela y en una encuesta en internet realizada en Turquía, el 67% de las personas LGBTI informó que había sufrido discriminación en la escuela debido a su orientación sexual o identidad y expresión de género, y el 52% había sido objeto de observaciones o reacciones negativas en la universidad.

En Nueva Zelanda, el alumnado LGBTI tenía tres veces más probabilidades de sufrir acoso que sus pares. En el Reino Unido, casi la mitad de las y los jóvenes LGBTI había sufrido acoso en Secundaria, y más de la mitad afirmó que no había en la escuela ninguna persona adulta con quien hablar acerca de su orientación sexual, identidad de género o expresión de género.

En Estados Unidos, el 12,5% de los alumnos y las alumnas lesbianas, gais y bisexuales dijo que no había asistido a la escuela al menos una vez en los 30 días anteriores porque no se sentía en seguridad en la escuela o en el trayecto de ida o vuelta de la escuela, en comparación con menos del 4,6% de sus pares heterosexuales.

Personal docente

El personal docente desempeña un papel fundamental en la vida de los alumnos y en la creación de un entorno seguro para todos.

La mayoría de los alumnos y  encuestados, el 58%, no informó nunca acerca del acoso sufrido al personal docente; menos del 15% de los encuestados lo comunicaba de forma sistemática. Dos tercios señalaron que los profesores no habían intervenido en situaciones anteriores y el 30% que temían que no hicieran nada.

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