El trabajo infantil incrementa el abandono escolar en el Líbano
El Líbano se enfrenta a una de las peores crisis humanitarias, con cifras en aumento de trabajo infantil. ©WORLDVISION
El trabajo infantil y el abandono escolar baten récords y alcanzan sus peores cifras en 20 años en el Líbano.
World Vision ha presentado su informe, Percepciones de los cuidadores y su influencia en la Educación y el trabajo infantil en el Líbano, en el que se pone de manifiesto las preocupantes tendencias de estas cifras tanto de los niños libaneses como de los refugiados, en medio de un colapso económico sin precedentes y una creciente crisis humanitaria.
Los datos hablaron por sí solos en el informe. El 12,3% y el 71,6% de los hogares de libaneses y refugiados sirios, respectivamente, tienen al menos un niño de 3 a 18 años que no está matriculado en ningún tipo de Educación.
El 1,5% y el 20,2% de las familias libanesas y sirias tienen al menos un niño, de entre 3 y 18 años, que trabaja. Mientras que casi la mitad (el 45,9%) de los cuidadores de niños y niñas creen que la situación económica actual impulsa el aumento del trabajo infantil, el 37% aseguró que las creencias culturales son un motor clave de estas prácticas. Además, preocupantemente, el 44% de los padres y cuidadores entrevistados piensa que la participación de los niños en un empleo remunerado mejora sus habilidades para la vida. Y el 35,1% considera aceptable involucrar a los niños mayores de 14 años en el trabajo.
de los hogares de libaneses tienen al menos un niño de 3 a 18 años que no está escolarizado
Hans Bederski, director nacional de World Vision en el Líbano, afirma que «la situación de los niños en el Líbano ha empeorado en los últimos 20 meses. Este informe muestra que la situación socioeconómica de un hogar no es necesariamente el único factor determinante que obliga a los niños a abandonar la escuela. De forma alarmante, las percepciones de los padres, tal y como muestra el estudio, influyen significativamente en la decisión de que un niño vaya a trabajar».
Bederski añade que «si no se actúa ahora, las consecuencias intergeneracionales podrían ser de gran alcance, no solo para el Líbano, sino para toda la región de Oriente Medio».
Por otro lado, Aldeas Infantiles SOS proporcionó ayuda humanitaria a 240.000 personas en 2020. Los equipos de la organización atienden a niños en riesgo en 26 países afectados por conflictos, desastres naturales o migraciones. Entre ellos, se encontraba el Líbano.
En agosto de 2020 una explosión causada por la detonación de más de 2.700 toneladas de nitrato de amonio devastó el pueblo de Beirut y causó estragos irreparables, lo que dejó a centenares de personas sin hogar y a decenas de niños privados del cuidado de sus padres.
Acción contra el hambre fue otra de las organizaciones que prestó ayuda a el Líbano tras la explosión de 2020. Los daños en las infraestructuras dejaron viviendas y negocios total o parcialmente destruidos, incluyendo bienes, suministros y equipos. Esto se tradujo en un aumento del desempleo y de la inseguridad alimentaria para miles de personas.
de las familias libanesas tiene al menos un niño de entre 3 a 18 años que trabaja
El Banco Mundial señaló que el Líbano se enfrenta en la actualidad a su peor crisis. La pobreza extrema aumenta, de hecho, la mitad de las personas vive por debajo de este umbral, lo que hace más difícil que la población local, migrante y la refugiada (el Líbano acoge a más de un millón de personas refugiadas por el conflicto en Siria) pueda satisfacer sus necesidades básicas. Por este motivo se produce también el aumento del trabajo infantil y la imposibilidad de ir a la escuela a los más pequeños.
La comunidad internacional debe responder rápidamente para evitar una crisis de protección de la infancia y hacer frente a los factores que impulsan el matrimonio precoz y forzado, el trabajo infantil y el abandono prematuro de la Educación.