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Así afectan los amigos al rendimiento escolar

padresycolegios.comSábado, 1 de enero de 2022
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El inicio de curso implica para muchos escolares comenzar un nuevo ciclo, cambiar de colegio o simplemente de grupo de trabajo dentro del aula. Todo ello conlleva conocer nuevos compañeros. Y acertar es crucial. A la hora de conseguir buenos resultados académicos, las compañías se consideran tan importantes como la calidad de los profesores, el tamaño de la clase o las características de la familia, tal y como se plasma en un informe del Instituto Nacional de Evaluación Educativa del Ministerio de Educación en el que se ha hecho una revisión de estudios sobre el tema. “La conducta de los niños y sus capacidades, así como sus resultados, son conceptos que van estrechamente ligados. La conducta de los menores, como la de todas las personas, puede estar determinada o causada por dos tipos de factores: innatos, es decir, biológicos; y adquiridos o aprendidos. Estos últimos sí se pueden ver influenciados por el ambiente que rodea al niño en el aula”, confirma Alexandra Sierra, psicóloga infantil y juvenil de Isep Clinic.
más chicas, positivo
De manera que la composición de los compañeros en el aula va a ser determinante a la hora de obtener buenos resultados en las pruebas de los estudiantes. Los estudios que tienen en cuenta la composición de la clase según el sexo concluyen que una mayor participación femenina en el aula afecta positivamente a los compañeros y aumenta los resultados promedios en las pruebas. Además, puede impactar en la reducción de la violencia en el aula y mejorar las relaciones interpersonales tanto entre los estudiantes como entre los estudiantes y el profesor. “Las afirmaciones que sugieren dichos estudios surgen de las conclusiones de un estudio específico realizado por Ammermueller y Pischke dónde se evaluaba a nivel europeo los efectos de los compañeros en escuelas primarias, concluyendo que variar la composición de la clase varía también los resultados del alumnado de forma significativa”, afirma Alexandra Sierra. Pero no se debe tomar a este factor como único en el efecto positivo –tal y como explica la psicóloga–, hay otros que también pueden influir: cuando en una clase hay estudiantes con muchas habilidades, los estudiantes se benefician entre sí; si los estudiantes de clase tienen considerables habilidades, el profesor puede enseñar mejor en un ambiente desafiante; si los logros académicos de los estudiantes son altos esto puede motivar al resto de estudiantes.
Cómo agrupar alumnos
Los estudios realizados para valorar los efectos más comunes de los compañeros de clase en el rendimiento académico han encontrado factores positivos y negativos. Entre los positivos: cuando en una clase hay estudiantes con muchas habilidades, los estudiantes se benefician entre si; si los estudiantes en una clase tienen considerables habilidades, el profesor puede enseñar mejor en un ambiente más desafiante; si los logros académicos de los estudiantes son altos esto puede motivar al resto de los estudiantes. Entre los negativos: si los estudiantes en un clase son desobedientes y se distraen fácilmente, el profesor presenta mayores dificultades para enseñar; un estudiante más indisciplinado puede perjudicar al resto obteniendo menores resultados académicos; algunos nombres de niños pueden ser un preindicador de un futuro comportamiento indisciplinado: si suenan extraños o femeninos, pueden ser objeto de bromas entre sus compañeros en la escuela, provocando un mayor desorden en el aula y afectando el rendimiento académico de los estudiantes. No hay duda de que el trabajo que se produce en equipo en el aula es un factor importante a tener en cuenta en el aprendizaje de cualquier materia. “El valor de dicho aprendizaje aumenta cuanto más diferente sea este mismo equipo de trabajo (a nivel intelectual, social, de genero…)”, dice la psicóloga. Para conseguirlo, se recomienda que el docente tenga en cuenta ciertos criterios: elaborar grupos de 4 o 5 niños; valorar compatibilidad/ incompatibilidad entre compañeros; mezclar niños y niñas; e incluir en cada grupo alumnos capaces de ayudar a los demás alumnos, alumnos con dificultades de aprendizaje y al resto de alumnos. “De esta forma conseguimos que el profesor sea capaz de explicar el contenido de su materia sabiendo que en cada grupo habrá por lo menos algún alumno que tendrá la capacidad de explicar al resto de su grupo aquello que para el resto de sus miembros no haya quedado claro. Así trabajamos a su vez la cooperación y colaboración entre compañeros, valores que les ayudan a crecer como personas y que una vez aprendidos les servirá de cara a su futuro”, argumenta Alexandra Sierra.
El Ministerio de Educación ofrece información muy útil para el profesorado sobre cómo agrupar a los alumnos en el aula: en grupos heterogéneos, que consiste en crear equipos en los que haya estudiantes con diferentes capacidades, desde aprendices a expertos en un tema específico, o con diferentes niveles de habilidad. Estos equipos pueden realizar tareas en común, de tal manera que aprenden a organizarse, compartir conocimientos y capacidades y llegar a un buen resultado común; agrupamientos flexibles, que consiste en realizar diferentes grupos dentro de la misma aula, en función de la actividad que se proponga (por ejemplo taller de cocina, cerámica, prensa, jardinería, reciclado) y de las afinidades que los alumnos tengan. Los alumnos se relacionan y, además, trabajan a su propio ritmo de aprendizaje, ya que se juntan para realizar una actividad determinada sin necesidad de pertenecer a un mismo nivel educativo, lo que favorece la comunicación y las relaciones interpersonales; y grupos interactivos, que son agrupaciones heterogéneas de cuatro o cinco alumnos o alumnas, tanto en género como a nivel de aprendizaje u origen cultural. Su composición es totalmente flexible y puede variar cada día, pero es importante asegurar la heterogeneidad de los mismos.

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