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Cómo afrontar 21 situaciones de primeros auxilios con niños

padresycolegios.comSábado, 1 de enero de 2022
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EVA R. SOLER
Es frecuente ver en los servicios de urgencias de los Hospitales, como en el de el Niño Jesús, a padres que no saben cómo actuar ante algunos accidentes infantiles (quemaduras, golpes, intoxicaciones, atragantamientos…). Esto motivó a los pediatras Juan Casado y a Raquel Jiménez a elaborar esta guía. “Saber qué hacer en una situación de urgencia y hacerlo correctamente es tan importante como saber lo que no hay que hacer, tanto que puede salvarle la vida a un niño”, sostienen Juan Casado y Raquel Jiménez, autores del manual.
Los accidentes son la primera causa de mortalidad infantil. La guía aporta ayuda para afrontar estas y otras situaciones de emergencia más frecuentes como traumatismos, convulsiones, hemorragias, asfixias… Además, también aconseja qué hacer en otros casos más cotidianos como vómitos, diarreas, fiebre alta o sangrado nasal pero que generan ansiedad y preocupación en los padres.
Por otra parte, en el Hospital también se imparten cursos de primeros auxilios presenciales dirigidos a padres y cuidadores y de ocho horas de duración. Con videos, talleres y ejemplos prácticos los pediatras del Hospital informan, desmitifican y enseñan a valorar las situaciones facilitando pautas concretas y directas.

1Atragantamiento. Si es una obstrucción leve (el niño está consciente y con tos fuerte, puede respirar, hablar o llorar y tiene buen color de labios), colócale en posición incorporada, debes estimularle para que siga tosiendo y vigila si tiene síntomas de dificultad para respirar o tragar, arcadas continuas, tos persistente, afonía o babeo…
En caso de obstrucción grave (el niño está consciente pero la tos es débil, no puede respirar o hablar y se pone azul), pide ayuda, mira la boca y sólo si el objeto es visible y accesible sácalo con el dedo en posición de gancho de atrás hacia delante. En caso de que no se vea, si el bebé es menor de un año, da cinco golpes en la zona media de la espalda con el talón de la mano. Si el niño es mayor de una año puedes realizar la maniobra de Heimlich (comprimir el abdomen desde atrás) hasta que el niño expulse el objeto y pueda respirar.

2Parada Cardiorespiratoria. Un niño que está en parada cardiorespiratoria está insconsciente, no respira y no tiene signos de vida (no responde a ningún estímulo, está muy pálido o morado, no se mueve, no tose, no hace nada), por lo que hay que iniciar inmediatamente maniobras de reanimación cardiopulmonar mediante el boca a boca y comprensiones torácicas.
Para reanimar al niño hay que abrir la vía aérea inclinándole la cabeza hacia atrás y comprobar si respira (mueve el pecho, se oye o siente el aire…). Si no respira, dar dos insuflaciones boca-boca en niños o boca-boca/nariz en bebés. Si sigue sin mostrar signos de vida, hay que realizar compresiones torácicas: presionar fuerte y rápido en el centro del pecho hasta hundirlo (4 cm en bebés y 5 cm. en niños). Completar un ciclo de 30 compresiones y dos instalaciones hasta que el niño responda o llegue la ambulancia.

3Fiebre. Si hay temperatura mayor de 38º, hay que retirar la ropa, colocar al niño en un lugar fresco y alternar cada cinco minutos paños con agua templada y fría en cabeza, ingles y axilas. Los baños con agua tibia también ayudan a reducir la fiebre y es conveniente que beba líquidos con frecuencia. Hay que administrar antitérmicos (paracetamol, ibuprofeno, meta mizol) según la dosis recomendada por el pediatra. La fiebre no es peligrosa. Si el niño está contento y activo podéis estar tranquilos. Hay que acudir al médico si es un bebé menor de tres meses; si el niño está adormilado, decaído o muy irritable; tiene dolor de cabeza intenso; vomita de forma repetida; respira con dificultad o tiene manchas rojas en la piel.

4Sarpullido, Exantema, Petequias. El exantema o sarpullido son manchas rojizas en la piel producidas por infecciones leves o alergias y suelen picar. Desaparecen al estirar la piel con los dedos o al presionar con un vaso transparente. Si el niño tiene fiebre o muestra decaimiento, hay que consultar al médico. Las petequias se diferencian del exantema con la prueba del vaso: si al ponerlo encima de la mancha y apretar no desaparece, es que son petequias. Pueden ser graves (infección grave o trastorno de la coagulación) por lo que hay que consultar al médico con urgencia.

5Vómitos. Tras el vómito no hay que comer ni beber nada durante 20-30 minutos. Transcurrido este tiempo, hay que dar suero hiposódico (de venta en farmacias) en pequeña cantidades y con frecuencia: 5-10 ml (una o dos cucharadas) cada diez minutos durante una hora e ir aumentando progresivamente la cantidad si no vuelve a motivar. Cuando tolere los líquidos, puede empezar a ingerir comida en pequeñas cantidades pero sin forzarle. No administrar medicamentos para cortar los vómitos sin prescripción médica. Es importante vigilar los signos de deshidratación (boca seca o pegajosa, llanto sin lágrimas, ojos hundidos. En los bebés, pañales secos por falta de orina). Hay que acudir al médico si los vómitos son persistentes, de color verde o con sangre, si tiene fuerte dolor de cabeza o de abdomen.
6Diarrea. Cuando las deposiciones son blandas o líquidas y más frecuentes de lo habitual, lo más importante es mantener una hidratación adecuada con suero hiposódico (de venta en farmacias). Hay que acudir al médico si hay signos de deshidratación, episodios numerosos de diarrea abundante, dolor fuerte de abdomen, diarrea con sangre, heces de color blanco o negro intenso o vómitos de bilis de color verdoso o con sangre.

7Dificultad para respirar. Hay que incorporar al niño y mantenerlo erguido y en reposo. Si es un bebé, mantener la nariz limpia de mucosidad. Los alimentos deben ofrecerse en tomas pequeñas y frecuentes. Hay que evitar los ambientes con humos. En el caso de que el médico lo haya recetado, administrar tratamiento con inhalador. Hay que acudir al médico si el niño tiene mal estado general, está agitado o somnoliento, se cansa mucho con las tomas, se pone morado o pálido, la respiración es muy rápida o se le marcan las costillas, el abdomen o el hueco por encima del esternón.

8Convulsiones. Pueden producirse por fiebre o también por bajada de azúcar, algunas medicinas o tóxicos, golpes en la cabeza, enfermedades neurológicas o infecciones. Hay que colocar al niño tumbado de lado con una almohada o toalla bajo la cabeza. Si en dos minutos la convulsión continúa, hay que administrar medicación si la ha recetado el médico. No hay que sujetar al niño intentando impedir el ataque, no hay que introducirle nada en la boca, ni darle de comer o de beber hasta que esté consciente. Hay que acudir al médico si es la primera vez que le ocurre, la crisis ha sido muy larga, el niño tiene dolor de cabeza intenso, ha sufrido un golpe en la cabeza o no se ha recuperado adecuadamente (está dormido, decaído o irritable).

9Desmayos y Lipotimias. Suele estar provocado por cambios en la circulación que hacen que momentáneamente disminuya la cantidad de sangre que llega al cerebro. Es frecuente que vayan acompañados de otros síntomas como sensación previa de mareo, palidez, sudación fría, visión borrosa, nauseas… Una buena forma de prevención es beber mucho líquido si se prevén situaciones de riesgo (ver sangre, lugares calurosos…). Si el niño pierde el conocimiento y se desploma inconsciente hay que tumbarle con las piernas en alto y comprobar que en menos de un minuto recupera la consciencia. Si el niño no ha perdido la consciencia, puede sentarse con la cabeza entre las rodillas. Si el desvanecimiento ha durado más de un minuto, ha sucedido mientras realizaba ejercicio físico, con convulsiones, tiene dolor en el pecho, o se ha producido por un fuerte golpe en la cabeza, hay que ir al médico.

10Reacción Alérgica. Pueden ser desencadenadas por alimentos, medicinas, picaduras de insectos, pólenes y otras sustancias. Las leves provocan ronchas o enrojecimiento en la piel, moqueo nasal, estornudos, picor o hinchazón muy leve. Las graves (anafilaxia) se manifiestan con lesiones en la piel (habones o ronchas, hinchazón de labios o lengua, picor) junto con dificultad en la respiración, sensación de hinchazón en la garganta, mareos, desvanecimientos, vómitos o dolor abdominal. Los síntomas suelen progresar rápidamente por lo que hay que actuar de inmediato. si es leve, administrad un antihistamínico por boca y observar la progresión de los síntomas. Si es grave, retirad la sustancia que ha provocado la alergia y nunca provocar el vómito. Si disponéis de un autoinyector de adrenalina recetado por el médico, administrarlo

11Mordeduras y Arañazos de Animales. Si sangra abundantemente, hay que aplicar presión con una gasa o toalla limpia hasta que deje de sangrar. A continuación, limpiar la herida con agua y jabón, dejarla bajo el chorro de agua durante unos minutos y cubrirla. Es conveniente identificar si es un animal desconocido o salvaje o si tiene dueño para conocer su estado vacunal. Acudid al médico si no son sólo erosiones superficiales, ya que puede el niño necesite tomar antibióticos o una dosis de refuerzo de la vacuna antitetánica.

12Picaduras. De Abeja y Avispa. Cuando pican suelen dejar el aguijón que contiene el veneno. Si se ve, hay que extraerlo raspando con una tarjeta u objeto de borde recto. No utilizar pinzas, pues se puede exprimir la vesícula venenosa e inyectar el veneno. Después, hay que limpiar la herida con agua y jabón y aplicar un paño con hielo, pomada corticoide, amoniaco rebajado o producto específico para las picaduras.
De Medusa. Produce dolor, ardor, inflamación y enrojecimiento de la zona. Hay que retirar los tentáculos con una toalla (No tocad sin protección). Después hay que enjuagar la zona con agua de mar o suero salino fisiológico, nunca con agua dulce. Por último, aplicad compresas con amoniaco rebajado o pomadas contriciones.
De Garrapata. Utilizad una pinza pequeña para agarrar la garrapata por la cabeza o por la boca, cerca de la piel. Hay que tirar de manera continua y firme de la garrapata, sin girar las pinzas, hacia el exterior hasta que se desprenda de la piel.

13Dolor. Para calmar el dolor de los lactantes se puede recurrir al chupete y a las caricias y en niños mayores un masaje o analgésicos según la dosis recomendada por el pediatra. Si persiste el dolor, hay que consultar al médico, no tanto para tratarlo sino para conocer su causa. En el caso del dolor de cabeza, suele producirse por fiebre, estrés, tensión escolar o catarros.

14Accidentes Infantiles. Antes de atender al niño accidentado hay que asegurarse de que no existe peligro para él o para ti. Esto es muy importante en incendios, explosiones, accidentes de tráfico, grandes corrientes de agua o electrocución. Realice una llamada de alerta a los servicios médicos manteniendo la calma, comunicando la dirección exacta del suceso explicando qué ha ocurrido y el número de heridos. Es muy recomendable enseñar a los niños a utilizar el número de teléfono de emergencias (112).

15Intoxicación y Envenenamiento. Lo primero, intenta identificar si hay restos del producto en la piel o en la ropa, si desprende un olor raro, si tiene quemaduras alrededor de la boca o si aparecen síntomas como dificultad para respirar, vómitos, dolor en el abdomen, somnolencia o alteraciones en el comportamiento. Llama a toxicología (91 562 04 20), no intentéis, provocar el vómito, ni neutralizar el tóxico con leche o aceite.

16Quemaduras. En quemaduras eléctricas, aseguraos antes de tocad al niño de que no está en contacto con la fuente eléctrica. Quitadle inmediatamente la ropa caliente (excepto la que está pegada a la piel). Enfriad la zona con agua corriente durante 15-20 minutos, excepto si la quemadura está producida por gasolina y después cubridla con un paño limpio. No aplicar pomadas, ni romper las ampollas. Para aliviar el dolor de las quemaduras se puede administrar un analgésico (paracetamos o ibuprofeno). Si la quemadura afecta a la cara, las manos, los pies o lo genitales, acudid al médico.
17Traumatismo en la Cabeza. Si es leve aplica frío en el lugar del hematoma y observa al niño durante las siguientes 24 horas. En el caso de que sea un bebé menor de tres meses, que el niño sea mayor pero tiene herida abierta que precisa puntos, le ha salido un chichón muy grande, ha perdido la consciencia (aunque sea por pocos minutos), tiene vómitos, dolor de cabeza, hace movimientos raros con los ojos o le sale sangre o líquido mucoso por las orejas o la nariz, acudid al médico.

18Golpes. En las extremidades: Aplicar frío sobre la zona golpeada comprimiendo durante diez minutos para evitar hematoma y después poner en alto para evitar hinchazón. Si existe deformidad inmovilizar con férulas, maderas o cartones duros y acudid a un centro médico.
En la boca y en los dientes. Si sangra el frenillo, comprimir el labio superior durante 6-8 minutos. Si se sale por completo un diente que no es de leche debe reimplantarse. Guardad el diente en suero salino, leche, agua para que el dentista lo reimplante cuanto antes mejor. Lo óptimo es antes de 30 minutos.
En el pecho. Si el dolor es intenso o dificulta la respiración o si se produce expectoración con sangre, hay que ir al médico.
En el abdomen: Si después del golpe aparecen vómitos repetidos, aumento o hinchazón del abdomen, palidez de la piel o los labios, dolor intenso en el abdomen u orina con sangre, acudid a un centro médico.

19Heridas. Lavaos las manos con agua y jabón antes de curar al pequeño. Haced lo mismo con la herida y aclarar con un chorro de agua. Para detener la hemorragia, se presiona la herida con una gasa o paño limpio. Después, elevad la parte dañada. Si aparecen signos de infección, la herida no deja de sangrar o es muy profunda, acudir al médico.

20Sangrado Nasal. Suele ser escandaloso pero benigno. Puede producirse por sequedad ambiental, catarro o por introducción del dedo en la nariz. Transmitid tranquilidad al niño y colocarle en posición sentada, hacia delante y nunca tumbado. Comprimir el orificio sangrante a modo de pinza durante 8 y 10 minutos. Si después de diez minutos continúa sangrando, acudid al médico.

21Ahogamiento. Sáquelo del agua lo más rápido posible. Si respira, quítadle la ropa mojada, acuéstelo de lado y tapadlo para evitar que se enfríe. No intentéis dar golpes en el estómago o pecho para sacar agua. Si no respira, iniciad las maniobras de resucitación cardiopulmonar.

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