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Educación nutricional en las escuelas para reducir la obesidad infantil

padresycolegios.comSábado, 1 de enero de 2022
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Por Diana Oliver

En España uno de cada tres niños padece obesidad o sobrepeso. Esto, que es un problema de salud pública y motivo de preocupación para muchos expertos en nutrición humana, puede revertirse con una de las mejores y más eficaces herramientas: la educación. En este sentido, si bien la familia cumple un importante papel como primer núcleo de aprendizaje en cuanto a los hábitos de vida, también el ámbito escolar aparece como un entorno fundamental para implementar los conocimientos y las habilidades necesarias para una alimentación menos insana.

Luchando contra los malos hábitos alimentarios

En 2011 la Asociación para la promoción del consumo de frutas y hortalizas ‘5 al día’ publicaba un documento redactado por su comité científico en el que insistían en la importancia de implementar la educación alimentaria-nutricional como materia obligatoria en los currículos de los ciclos de infantil, primaria y secundaria. La efectividad de esta medida la confirman investigaciones como la dirigida por Matthew M. Graziose y publicada en 2016 por la revista Journal of nutrition education and behavior, que concluía que teniendo en cuenta la relación coste-efectividad, incluir en el currículum de las escuelas públicas la educación nutricional era una estrategia efectiva y rentable para reducir la obesidad infantil.

Importante, eso sí, que su implementación en la enseñanza pública se hiciera de manera correcta “de la mano de un profesional capacitado para ello”, como señala el experto en nutrición infantil Julio Basulto, dietista-nutricionista y autor de libros como Se me hace bola.

Mientras llega ese momento de toma de conciencia acerca de la importancia de incorporar la educación nutricional al currículo, y en el contexto de crear estrategias globales que promocionen hábitos saludables desde la escuela, surgen pequeñas iniciativas que buscan mejorar la alimentación, tanto desde las aulas como formando a padres, ya sea en forma de extraescolares, talleres y cursos.

Educación nutricional en el aula

Proyectos como el de Nur Al Ali, dietista-nutricionista, que bajo el paraguas de Cómo como school ofrece talleres prácticos que unen nutrición y cocina saludable para niños de 3 a 12 años y charlas informativas sobre cómo integrar mejores hábitos alimenticios para familias y docentes. “Hoy en día tenemos problemas de salud infantiles en España que vienen derivados por los malos hábitos alimentarios pero, a su vez, nos encontramos con que existe un vacío en el tema de la educación nutricional. Es cierto que se realizan ciertas acciones en las escuelas, pero son muy puntuales y muy teóricas; no están adaptadas a los avances pedagógicos actuales”, explica.

«Teniendo en cuenta la relación coste-efectividad, incluir en el currículum de las escuelas públicas la educación nutricional es una estrategia efectiva y rentable para reducir la obesidad infantil»

 

Ese vacío formativo tiene como resultado que la información que tienen en general los escolares sobre alimentación sea “deficitaria y errónea” porque, como asegura Nur Al Ali, “la información que llega a los niños sobre alimentación está muy contaminada por los anuncios publicitarios que inciden sobre ellos, y además por las propias familias, que transfieren los mitos típicos sobre alimentación a los niños”.

Para la dietista-nutricionista, una de las claves para enseñar este tipo de materias es la misma que para el resto: que los escolares sean los protagonistas del aprendizaje, que participen e interactúen. En el caso de la educación nutricional, además, se debe tener en cuenta a las familias como elementos de construcción de buenos hábitos alimentarios desde los hogares. “De nada vale fomentar que los niños coman fruta si en sus casas no está disponible”, lamenta.

Si bien en España aún queda un largo camino por recorrer, ya hay países de nuestro entorno que sí están integrando la educación nutricional en el aula. Señala Nur Al Ali a países como Austria, en los que se fomentan los buenos hábitos alimentarios tomando acciones diarias desde el aula como por ejemplo tener un frutero en la clase accesible a todos los niños. O el caso de otros países en los que está implementada la asignatura de educación nutricional dentro del currículo escolar, como es el caso de Reino Unido, país en el que se fomentan actividades prácticas como talleres de cocina saludables para los niños o la siembra de alimentos en los huertos.

“La información que llega a los niños sobre alimentación está muy contaminada por los anuncios publicitarios que inciden sobre ellos, y además por las propias familias, que transfieren los mitos típicos sobre alimentación a los niños”

En el comedor escolar también se aprende (y se disfruta)

Comer no es sólo nutrirse. Por ello, junto a la educación nutricional en el aula y al ejemplo de las propias familias, el comedor escolar se erige como la tercera pata que sostiene la mejora de hábitos alimenticios. Sin embargo, aquí también queda mucho por hacer. Para Nur Al Ali, uno de los déficits de los comedores escolares es la falta de verduras de forma diaria, mientras que por el contrario, afirma, “los niños pueden llegar a doblar el consumo de proteína que necesitan”.

También destaca como a mejorar la propia experiencia del comedor, ya que señala que “comer es un acto de placer y cualquier condicionante externo desagradable que interactúe con la comida puede interferir en nuestra conducta alimentaria”. Condicionantes como la ausencia de luz, el ruido o las aglomeraciones, que son habituales en muchos centros.

El Libro blanco de la nutrición en España también destaca como déficit la escasa formación continuada de los monitores-educadores de comedor, un personal que debe estar “cualificado” y tener “formación pedagógica” para que el comedor escolar “pueda desempeñar su función integral”.

«Comer es un acto de placer y cualquier condicionante externo desagradable que interactúe con la comida puede interferir en nuestra conducta alimentaria”

 

Ante esta situación, el dietista-nutricionista Julio Basulto y el abogado experto en Derecho Alimentario Francisco José Ojuelos lanzaban a finales de 2017 el curso Comer en el comedor escolar con el objetivo de convertir el comedor en un espacio de aprendizaje y disfrute, tanto para los escolares como para los adultos que les acompañan. A lo largo de la formación, dirigida a padres, monitores, docentes y a todos los profesionales sanitarios implicados en la alimentación infantil, analizan los aspectos nutricionales relacionados con el comedor escolar (desde las características de un menú escolar saludable a la importancia del respeto a la saciedad y el gusto de los menores), pero también detallan los derechos de los niños que hacen uso de este espacio y de sus familias.

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