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“En Mundo Pocoyó el niño reconoce su realidad pero nunca la sustituye”

padresycolegios.comSábado, 1 de enero de 2022
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La productora de entretenimiento Zinkia, creadora del premiado personaje Pocoyó que está triunfando  en medio mundo, acaba de embarcarse en una nueva y ambiciosa aventura, www.mundopocoyo.com. Se trata de un espacio virtual en el que pequeños y grandes pueden adentrarse en un mundo mágico y divertido para jugar, reir y aprender con Pocoyó y sus amigos: Pato, Elly, Loula y Pajaroto.

Esmeralda Mardomingo

P. Pocoyó nació como una serie infantil y se ha convertido en una marca de reconocimiento internacional. ¿Cómo se consigue este rotundo éxito?

R. La parte más mágica de Pocoyó es su conexión con un público que traspasa culturas y barreras generacionales. Atrae a los padres y a niños de muchas edades. Otra baza clave es el buen trabajo que hay detrás para el desarrollo de la marca, así como la gran ambición internacional que hemos demostrado.

 

P. ¿Cómo describiría el mundo fantástico y con personalidad que representa su premiado personaje?

R. Es un mundo muy sencillo; pero esa misma sencillez es la que le dota de su gran atractivo y carácter innovador. El fondo blanco y el uso los colores primarios, unido a unos guiones muy elaborados con un enfoque lúdico y educativo, nos permite resaltar el gran trabajo que hay detrás. Pocoyó es un niño y, como tal, a veces se porta mal, se enfada y es egoísta pero siempre sabe pedir perdón. Es muy bueno y humano.

 

P. Mundo Pocoyó nace con vocación de entretenimiento pero también es un espacio educativo. ¿Qué equipo pedagógico les ha asesorado?

R. En cada uno de los proyectos involucramos a personas especializadas en Educación Infantil o gente que profesionalmente enfoca su trabajo al apoyo educativo, como pueden ser los gabinetes psicopedagógicos. En la serie de TV Pocoyó tuvimos a un equipo de profesionales del mundo educativo que vino de Reino Unido de la mano de nuestro coproductor ITV.

 

P. Pocoyó enseña a aprender riendo y su didáctiva funciona muy bien, ¿este método se podría trasladar a los colegios?

R. Creo que cada vez es más el entorno en el que los pequeños aprenden en el colegio. No es el recuerdo de la educación que yo tuve en mi infancia, pero sí lo veo ahora con mis hijos. Nada más entrar en un colegio, el aspecto y la decoración de las aulas y pasillos ya transmiten esa idea de que los niños aprenden mientras juegan y se divierten que en el fondo es lo que hay detrás de nuestro lema “Aprende riendo”.

 

P. En este espacio virtual ¿se busca que un niño identifique su mundo real?

R. Lo que hemos intentado es que el niño identifique ese mundo con su realidad, que le resulte familiar y encuentre cosas propias de su edad. En ningún momento pretendemos que sustituya el mundo real, su tiempo de salir al parque, de jugar con sus primos o amigos. Nuestra única voluntad es que sea un entretenimiento más del tiempo de ocio del niño.

 

P. En Mundo Pocoyó se demuestra que la interactividad no está reñida con la seguridad.

R. En el tema de Internet se requiere un conocimiento por parte de todos. Los que desarrollamos contenidos para niños debemos hacerlos accesibles para los pequeños y los padres deben adquirir más cultura sobre Internet y promover un uso seguro y responsable de la Red. Nuestros contenidos son seguros con todas las garantías. Mundo Pocoyó goza del respaldo y la confianza de la Asociación Protégeles.

 

P. Internet es un espacio muy presente en la vida de los escolares, ¿era esperado el paso que ha dado Pocoyó?

R. Mundo Pocoyó es el proyecto que siempre ha estado flotando en la mente de la gente que dirige Zinkia y ahora se ha hecho realidad. Tenemos gente muy joven que ha crecido con Internet, igual que los mayores de 40 años lo hicimos con la televisión. Pero Zinkia ha tenido un desarrollo profesional muy cercano a las nuevas tecnologías. Siempre hemos sabido que el futuro del entretenimiento pasaba por Internet y por aplicaciones interactivas. Desde sus orígenes, Pocoyó ha tenido una web muy activa y avanzada para lo que había en su tiempo.

 

P. La confianza de los padres garantiza el éxito de los productos dirigidos al público infantil. ¿Esta premisa es clave cuando se habla de Internet?

R. Sí. La complicidad con los padres es básica. Afortunadamente en los niños más pequeños, de 4 a 7 años, la influencia paterna para la selección del ocio es muy importante. Por tanto el contenido que vean en TV, en un libro o en Internet debe convencer no sólo a los niños, también a los padres. Deben verlo como algo adecuado, seguro, con un lenguaje apropiado y unos valores con los que se identifiquen.

 

P. La esencia de Zinkia se define en creatividad, negocio y tecnología. ¿A partes iguales?

R. Cualquier compañía no puede perder de vista que es una empresa con accionistas detrás que, según crece, se van despegando de la parte más romántica y la ven como una inversión. En Zinkia somos conscientes de esto y cuidamos al máximo nuestra faceta empresarial. Pero somos una compañía creativa, nuestros éxitos vienen de ahí y nuestro futuro depende de esa creatividad. Y en el tipo de productos que hacemos, la tecnología es otra pata esencial. Por tanto, te diría que a partes iguales.

 

P. Además de Pocoyó, ¿qué otras series y productos ha desarrollado Zinkia?

R. En el área audiovisual hemos creado, para un publico más mayor que el de Pocoyó, la serie Shuriken School que emite TVE y acabamos de finalizar el desarrollo de dos series nuevas que están listas para entrar en producción. Por el lado de los videojuegos, el año pasado lanzamos juegos para móviles, disponibles en las principales operadoras, y en consolas, desarrollamos Playchapas para PSP y Hello, Pocoyó! para Nintendo DS, dos rotundos éxitos.No nos interesa un nivel de producción muy alto sino tener productos muy cuidados.

 

P. La pregunta de rigor: ¿por qué el nombre de Pocoyó?

R. Llegó un día David Cantolla, uno de los creadores de Pocoyó y la persona que tenía la visión del personaje, y comunicó al resto del equipo: “ya tengo nombre, se llamará Pocoyó”. Contó que al rezar por la noche con sus hijos el “jesusito de mi vida…” su hija Vega se equivocó y en lugar de decir “eres niño como yo”, dijo “eres niño pocoyó”. Realmente fue todo un acierto.

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