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Falta de vitamina D: No estar al aire libre les enferma

padresycolegios.comSábado, 1 de enero de 2022
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Los niños pasan cada vez menos tiempo al aire libre y esto tiene consecuencias directas sobre su salud. ¿Cómo les influye y qué efectos puede conllevar en su desarrollo futuro?

Por Terry Gragera

Los menores están el 90% de su tiempo en espacios cerrados. Es una tendencia al alza, que se lleva constatando desde hace décadas y que se ha acentuado en los últimos años con la irrupción de las consolas y los juegos en red. Pero, y lo dice la neurociencia, los niños necesitan del aire libre y de espacios abiertos para desarrollarse adecuadamente. Necesitan jugar en libertad, especialmente en un medio natural, necesitan del sol, la actividad física, el movimiento… Este cambio que ha llevado a tener cada vez niños más sedentarios y más encerrados en casa tiene sus repercusiones en la salud física y emocional.

Depresiones y ansiedad

“Los niños deberían estar al aire libre y en contacto con la naturaleza para que aprendan a interactuar con el entorno que les rodea desde pequeños”, resalta la Dra. María José Agustí, pediatra en Vithas Salut Lleida. “Los juegos al aire libre potencian la energía de los niños y también su creatividad e imaginación, ya que deben agudizar más el ingenio que en los juegos de casa. Decidir libremente con quién, dónde, cuándo y a qué jugar permite la adquisición de habilidades y destrezas, obliga a aceptar, negociar, pactar, tomar decisiones, resolver conflictos, asumir riesgos… y eso mejora la confianza en uno mismo”, explica.

Los juegos al aire libre potencian la energía de los niños y también su creatividad e imaginación, ya que deben agudizar más el ingenio que en los juegos de casa.

Sin embargo, los niños de hoy día casi no salen a la calle, pues la inmensa mayoría de su tiempo lo pasan en entornos cerrados, ¿cómo les afecta emocionalmente? “El estilo de vida actual ha supuesto un cambio en los hábitos de nuestros niños y se ha documentado una relación entre el declive en los juegos al aire libre y el aumentos de patologías psicológicas en las nuevas generaciones. Cada vez son más los psicólogos y pedagogos que apoyan esta teoría, observando un aumento de enfermedades mentales, incluyendo depresión y ansiedad”, advierte la especialista.

Un estudio realizado por la Universidad Complutense de Madrid en diez colegios españoles durante 2015 daba la voz de alarma: tan solo el 17% de los menores presentaba valores adecuados de vitamina D. Un 90% de la vitamina D que necesitamos la obtenemos a través de la exposición al sol, por lo que el poco tiempo al aire libre puede estar detrás de este déficit que se ha convertido en uno de los problemas de salud más generalizados entre las nuevas generaciones.

“El estilo de vida en espacios interiores provoca que los niveles de vitamina D se hayan ido reduciendo progresivamente”, confirma la pediatra. “El déficit de vitamina D puede, en algunas ocasiones, producir cansancio, dolor o debilidad muscular. Unos niveles correctos de vitamina D garantizan una correcta absorción de calcio y fósforo. En niños, el déficit de vitamina D puede causar retraso de crecimiento, debilidad ósea y también raquitismo, una enfermedad rara que provoca fragilidad y fracturas óseas”, detalla la Dra. Agustí.

Aumenta la miopía

En otra investigación realizada por el Erasmus Medical Center de Rotterdan se demostró que los niños que pasan más tiempo al aire libre tienen menos miopía, además de niveles más altos de vitamina D. ¿Por qué afecta a la vista estar en entornos cerrados? “Animar a los niños a que pasen más tiempo al aire libre puede ser una forma simple y económica de mejorar su visión, al igual que es un beneficio para su salud en general.

Se ha demostrado que por cada hora que los niños pasan al aire libre el riesgo de desarrollar miopía se reduce, aproximadamente, en un 2%. Parece ser, según los expertos, que la tasa de crecimiento del ojo varía en relación con la exposición a la luz del día. También puede estar relacionado con que los niños pasan más tiempo en casa y por tanto realizan más consumo de pantallas. La acomodación del ojo a los dispositivos electrónicos durante periodos prolongados de tiempo ocasiona que utilicen indebidamente la reserva de acomodación con lo cual puede aumentar la incidencia de miopía en las próximas generaciones”, advierte la Dra. María José Agustí.

Cada hora que los niños pasan al aire libre el riesgo de desarrollar miopía se reduce, aproximadamente, en un 2%.

Liberad a los niños

Los niños españoles pasan, de media, menos de una hora al día al aire libre, un tiempo inferior al que disfruta un preso. Por este motivo, una impactante campaña publicitaria de 2016 ambientada en cárceles y que se denominó “Liberad a los niños” trataba de hacer reflexionar a los padres sobre la importancia de favorecer los espacios de juego en entornos abiertos.

“Para que los niños puedan desarrollarse de forma adecuada necesitan pasar mucho tiempo al aire libre”, explica la doctora. Según los expertos, se recomiendan tres horas al día, sin incluir los deportes organizados. “Los beneficios de estar al aire libre merecen la pena y sería muy recomendable permitir que los niños, con supervisión, se entretengan solos, ya que es muy beneficioso para su desarrollo neurosensorial. Dejar que los niños creen sus propios juegos y que den rienda suelta a su imaginación implica que aprenden a pensar de forma creativa”, concluye.

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