fbpx

Ideas para perder el miedo a una sesión de fotos familiar

padresycolegios.comSábado, 1 de enero de 2022
0

Muchas familias no se plantean crear recuerdos a través de las sesiones de fotos por el miedo paralizador a posar ante la cámara de un fotógrafo. Cada vez son más comunes las sesiones en las que la comodidad y la diversión de todos los integrantes de la familia son lo prioritario.

 

 

Las redes sociales y el mundo digital han aupado la sensación de necesidad de mostrar lo bien que lo pasamos, lo felices que somos y los sitios tan bonitos que visitamos. Y esto, por supuesto, también se ha extrapolado a las familias: cuando van apareciendo nuevos integrantes, queremos compartir, enseñar y contar lo que supone. Sin embargo, a veces, el precio que pagan nuestros hijos e hijas por tener fotos bonitas es muy alto: sonrisas y poses forzadas, cualquier momento es válido, interrupciones en lo que están haciendo, etc.

 

No es de extrañar que, cuando los adultos miran hacia atrás los recuerdos de su infancia siempre incluyen algún juego y en concreto, cuando sus padres jugaban y pasaban tiempo con ellos. De esa conexión y dando vida a sus recuerdos fue como Marta Ahijado, fotógrafa especializada en fotografía familiar de forma respetuosa en la Región de Murcia desde 2017, decidió enfocar sus sesiones de fotos.

 

Con la técnica que ha desarrollado consigue que las familias se sientan cómodas y que se creen conexiones genuinas entre los integrantes. Ella considera que presentar la sesión fotográfica como “una experiencia de tiempo y juego en familia” es la clave para crear unas imágenes reales que tocan el corazón, no solo de la familia retratada sino también de aquellos que disfrutarán de las imágenes después.

 

“Presentar la sesión fotográfica como una experiencia de tiempo y juego en familia es la clave para crear imágenes reales que tocan el corazón”, explica Marta Ahijado

 

De esta forma, fotografiar a las familias mientras se proponen actividades como cantar una canción, preguntarles sobre sus intereses o saltar, asegurará unos buenos resultados. Y añade que hay que ser flexibles: si una actividad no está funcionando, es mejor cambiar antes que seguir insistiendo en que salga bien. Otro recurso que Marta recomienda es dejar fluir la actividad una vez la familia está inmersa en ella, es decir, simplemente observándoles y dejándoles que la hagan suya y a su manera: “pues es así como se consigue que se olviden de que les están fotografiando”.

 

De este modo se consiguen dejar atrás las reticencias sobre ‘no saber posar’ o actuar ante la cámara y, creando una atmósfera de juego y diversión, se disparan fotografías que transmiten naturalidad y conexión entre los integrantes de la familia y donde además se sienten cómodos y respetados para convertir la sesión en una experiencia satisfactoria en todos los sentidos.

 

Marta habla también sobre la necesidad de que cada familia cree sus propios recuerdos en casa: desde el helado que se toman hermanos y primos en el jardín hasta el momento de lavarse los dientes; lo cotidiano es lo que en el futuro se echa de menos y de lo que toda familia quiere tener imágenes porque la ayudarán a transportarse a cómo vivían esos momentos de infancia. En este caso, hace hincapié en que “es importante fotografiarles de forma documental, es decir, sin alterar la escena ni hablarles, intentando que ni siquiera sepan que estamos allí”.

 

Marta anima a las familias a que hagan de las fotografías un juego, olvidándose de pedir a los niños que sonrían o se queden quietos para la foto

 

Por otro lado, fotografiar a los niños en casa se puede convertir en una actividad familiar porque se puede aprovechar a jugar juntos, evitando así pedir a los niños que sonrían o se queden quietos para la foto, y además se puede rotar la cámara entre los miembros de la familia para que todos puedan salir en la foto y ser parte de los recuerdos familiares.

0
Comentarios