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Los países están fallando al no acabar con la publicidad nociva de los sustitutivos de la leche materna, advierten la OMS y UNICEF

padresycolegios.comSábado, 1 de enero de 2022
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Un nuevo informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), UNICEF y la Red Internacional de Grupos Pro Alimentación Infantil (IBFAN, por sus siglas en inglés) revela que, a pesar de los esfuerzos para detener la promoción nociva de los sustitutivos de la leche materna, los países aún no logran proteger a los padres de la información engañosa.

La pandemia de COVID-19 pone de relieve la necesidad de una legislación más sólida que proteja a las familias de falsos reclamos sobre la seguridad de los sustitutivos de la leche materna y de las prácticas de comercialización agresivas. La leche materna salva la vida de los niños, ya que proporciona anticuerpos que dan una ayuda saludable a los bebés y los protegen de muchas enfermedades infantiles.

La OMS y UNICEF animan a las mujeres a continuar amamantando durante la pandemia de COVID-19, incluso si han tenido confirmación o sospecha de haber padecido la enfermedad. Mientras los investigadores siguen estudiando la leche materna de madres que han sufrido COVID-19 o sospechan haberlo tenido, la evidencia actual indica que es poco probable que el virus se transmita al amamantar o a través de leche extraída de una madre que ha tenido confirmación o sospechas de tener COVID-19. Los numerosos beneficios de la lactancia materna superan sustancialmente los riesgos potenciales de enfermedad asociados con el virus. No es más seguro dar al bebé leche de fórmula.

De los 194 países analizados en el informe, 136 han implementado alguna forma de medida legal relacionada con el Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna y las resoluciones posteriores adoptadas por la Asamblea Mundial de la Salud (el Código). Cada vez se presta más atención a dicho Código, pues 44 países han fortalecido su regulación sobre publicidad en los últimos dos años.

Sin embargo, las restricciones legales en la mayoría de países no cubren del todo la publicidad que se difunde en los centros sanitarios. Solo 79 países prohíben la publicidad de sustitutivos de la leche materna en dichos centros, y solo 51 cuentan con disposiciones que prohíben la distribución de suministros gratuitos o de bajo costo dentro del sistema de salud.

Solo 19 países han prohibido que los fabricantes de sustitutivos de la leche materna –incluidos fórmula infantil, fórmula de seguimiento y leches de crecimiento destinadas a bebés y niños de hasta 36 meses- patrocinen encuentros de asociaciones científicas y de profesionales sanitarios.

«La publicidad agresiva de sustitutivos de la leche materna, especialmente a través de profesionales sanitarios en los que los padres confían para recibir consejos de nutrición y salud, es una barrera importante para mejorar la salud de los recién nacidos y niños en todo el mundo», ha asegurado Francesco Branca, director del Departamento de Nutrición y Seguridad Alimentaria de la OMS. «Los sistemas de atención médica deben actuar para aumentar la confianza de los padres en la lactancia materna sin la influencia de la industria, para que los niños no se pierdan sus beneficios esenciales».

La OMS y UNICEF recomiendan que los bebés no se alimenten de otra cosa que no sea leche materna durante sus primeros 6 meses de vida, después de lo cual deberían seguir haciéndolo sumando otros alimentos nutritivos y seguros, hasta que tengan 2 años o más.

La lactancia materna se ve amenazada a medida que los sistemas sanitarios se debilitan

Los bebés que reciben lactancia materna exclusiva tienen 14 veces menos probabilidades de morir que los bebés que no son amamantados. Sin embargo, hoy en día, solo el 41% de los bebés de 0 a 6 meses reciben lactancia materna exclusiva, una tasa que los Estados miembros de la OMS se han comprometido a aumentar al menos al 50% para 2025. La publicidad inapropiada de los sustitutivos de la leche materna sigue socavando los esfuerzos para mejorar las tasas de lactancia maternal, y la crisis de la COVID-19 agrava la amenaza.

Los servicios de atención médica destinados a ayudar a las madres a amamantar, incluyendo el asesoramiento y el apoyo especializado en lactancia, están muy tensionados como resultado de la crisis de la pandemia. Las medidas para prevenir contagios, como el distanciamiento físico, dificultan el asesoramiento comunitario y los servicios de apoyo de madre a madre, lo que abre la puerta a que la industria de sustitutivos de la leche materna aproveche la crisis y merme la confianza en la lactancia.

“A medida que la pandemia avanza, se está derivando a los trabajadores sanitarios a la respuesta a esta, por lo que los sistemas de salud están sobrecargados. En este momento, la lactancia materna puede proteger la vida de millones de niños, pero las madres no pueden hacerlo sin el apoyo de los proveedores de salud», ha explicado Victor Aguayo, jefe de Nutrición de UNICEF. «Debemos, más que nunca, intensificar los esfuerzos para garantizar que todas las madres y familias reciban la orientación y el apoyo que necesitan por parte de un trabajador sanitario capacitado para amamantar a sus hijos, desde el nacimiento, en todas partes».

El Código prohíbe todas las formas de promoción de sustitutivos de la leche materna, incluida la publicidad, los obsequios a los trabajadores sanitarios y el reparto de muestras gratuitas. Las etiquetas no pueden utilizar reclamos nutricionales ni de salud, ni tampoco incluir imágenes que idealicen la fórmula infantil. Por el contrario, sí deben incluir mensajes sobre la superioridad de la lactancia materna sobre la fórmula y los riesgos de no amamantar.

La OMS y UNICEF instan a los gobiernos a fortalecer urgentemente la legislación sobre el Código durante la pandemia de COVID-19. Los gobiernos y las organizaciones de la sociedad civil tampoco deben buscar o aceptar donaciones de sustitutivos de la leche materna en situaciones de emergencia.

“El temor a la transmisión de laCOVID-19 está eclipsando la importancia de la lactancia materna, y en muchos países las madres y los bebés están siendo separados al nacer, lo que hace que la lactancia materna y el contacto piel con piel sean difíciles, si no imposibles. Todo ello sin ninguna base científica. Mientras, la industria de los alimentos para bebés está explotando el miedo al contagio, promoviendo y distribuyendo fórmulas gratuitas y dando consejos engañosos, alegando que se trata de donaciones humanitarias y que son aliados en los que se puede confiar”, ha asegurado Patti Rundall, del Consejo Global de IBFAN.

La monitorización y la aplicación del Código no se llevan a cabo adecuadamente en la mayoría de países. El informe Marketing de sustitutivos de la leche materna: implementación nacional del Código Internacional – Informe de situación 2020 proporciona información actualizada de los países, incluyendo las medidas que se han promulgado y las que no.

Dado el importante papel que desempeñan los trabajadores sanitarios en la protección de las mujeres embarazadas y sus bebés frente a la promoción inapropiada de los sustitutivos de la leche materna, el informe 2020 proporciona un análisis exhaustivo de las medidas legales adoptadas para prohibir la promoción de los sustitutos de la leche materna dirigida a los trabajadores sanitarios y en los centros de salud.

Lactancia materna y COVID-19

Hasta la fecha, el virus de la COVID-19 no se ha detectado activo en la leche de ninguna madre con COVID-19 o que sospeche tenerlo. Parece poco probable, por lo tanto, que la COVID-19 se transmita a través de la lactancia materna o mediante la administración de leche extraída de una madre con COVID-19 o con sospechas de tenerlo.

Por lo tanto, las mujeres con casos confirmados de COVID-19 o sospechas de tenerlo pueden amamantar si lo desean. Las recomendaciones son:

  • Lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón o usar un desinfectante para manos a base de alcohol, especialmente antes de tocar al bebé;
  • Llevar mascarilla durante cualquier contacto con el bebé, incluyendo cuando se le alimente.
  • Toser o estornudar en un pañuelo de papel. Después, tirarlo inmediatamente y lavarse de nuevo las manos.
  • Limpiar y desinfectar con frecuencia las superficies después de tocarlas.

Incluso si las madres no tienen mascarilla médica, deben seguir todas las demás medidas de prevención de infecciones enumeradas y seguir amamantando.

 

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