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Nueva calificación de películas por edades del ICAA

padresycolegios.comSábado, 1 de enero de 2022
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El Gobierno, a través del Instituto para la Cinematografía y las Artes Audiovisuales (ICAA), ha modificado el sistema de calificación por edades de las películas. Todo el mundo parece estar de acuerdo en que la anterior legislación necesitaba una modificación, pero no parece que el nuevo texto haya satisfecho a todos.

Todos los padres saben de sobra que es prácticamente imposible ver previamente por sí mismos las películas que van a ver sus hijos. Así las cosas, decidir si son convenientes o no para los pequeños determinados títulos no es nada sencillo. Los expertos suelen recomendar ver las películas con ellos, y si surge cualquier cuestión hablar y debatir, pero esto tampoco es sencillo en la práctica, sobre todo cuando a partir de determinadas edades los chicos insisten en que quieren ir al cine con sus amigos.

Lo más rápido ha sido siempre consultar la calificación por edades en busca de aquellas películas para “todos los públicos”, que en principio no planteen ningún problema, ni tengan contenidos inapropiados para determinadas edades. Uno busca desesperadamente el espíritu de aquellas viejas películas “toleradas” de la infancia, calificación que por otro lado parece asociada al tono del cine de aventuras o familiares que son las que ellos van a disfrutar más. Por eso, que se haya revisado el sistema anterior es una buena noticia. El Gobierno ha modificado la legislación al respecto a través de la Orden CUL/314/2010, de 16 de febrero. El día 19 entraba en vigor, un día después de su publicación en el BOE.

Para elaborar la nueva normativa, se han mantenido reuniones con diferentes interlocutores, y el espíritu de los legisladores parece bastante positivo. “El proceso de elaboración de esta norma se ha desarrollado en el marco de diversas consultas con expertos en el ámbito educativo, en el ámbito de la defensa de los consumidores y usuarios, en materia de igualdad y política social, así como con asociaciones y entidades representativas de madres y padres de alumnos”, asegura el texto legal.

Las nuevas categorías
A pesar de la buena disposición aparente, lo cierto es que la legislación ha nacido rodeada por la polémica. Entre las novedades destaca la aprobación de pictogramas, unos símbolos que indican claramente la calificación. A partir de ahora, en la publicidad de la película, la distribuidora podrá optar entre incluir la calificación con letras, o utilizar el pictograma.

La principal novedad es la introducción de la categoría de calificación: “No recomendada para menores de 16 años”. Las películas que antes eran ‘no recomendadas para menores de 13’, pasan a ser para ‘menores de 12’.
“Es prácticamente unánime la opinión de los expertos en el sentido de que entre las vigentes franjas que comprenden los 13 y los 18 años existe un espacio de tiempo demasiado grande que no refleja suficientemente la necesaria evolución en la formación de la persona”, explica la Orden del Ministerio de Cultura. “De donde resulta una consecuencia claramente negativa en materia de calificación, al no permitir la diferenciación de las películas en función de un público tan heterogéneo. Por otro lado, se ha podido constatar que en el sector de los videojuegos sí existe esa franja de edad”.

Como esta categoría ya existe en muchos países europeos, su introducción en España tiene una aplicación práctica muy positiva –según el Gobierno–, pues se puede tener en cuenta la calificación que ha obtenido en otros lugares de cara a “facilitar una más ágil recepción en España de las películas cinematográficas ya calificadas en otros Estados de la Unión Europea”, explica la orden. “Todo ello sin alterar la plena libertad de las autoridades españolas para fijar libremente en cada caso la calificación oportuna con independencia de la que una misma obra haya podido recibir en otro país”.

Más polémica parece la introducción de otra nueva categoría:“Especialmente recomendada para la infancia”. Esta categoría es acumulable a las de “Apta para todos los públicos” y “No recomendada para menores de siete años”. Sobre el papel, parece una buena idea señalar qué títulos son ideales para los niños, pero, ¿quién decide cuáles son esos títulos?
“Un organismo del Estado no tiene por misión recomendar películas. Cuando uno lee que ‘puede tratarse de películas que transmitan valores pedagógicos y sociales específicamente dirigidos a la infancia…’, la verdad, te dan escalofríos. Ítem más, cuando se especifica que esta calificación irá junto a películas para todos los públicos o películas NRM 7 años (por ejemplo: El secreto de sus ojos, In the Loop, An education y Nine). Creo que se comprenderán mejor los temores si se recuerda la actitud del Gobierno socialista en la imposición de la llamada Educación para la Ciudadanía”, explica el analista Alberto Fijo, en ACEPRENSA.

En suma, las actuales franjas de calificación por edades son las siguientes:
a) Especialmente recomendada para la infancia.

b) Apta para todos los públicos.

c) No recomendada para menores de siete años.

d) No recomendada para menores de doce años.

e) No recomendada para menores de dieciséis años.

f) No recomendada para menores de dieciocho años.

g) Película X.

Todas ellas son meramente informativas. La única que tiene consecuencias legales es la calificación de “Película X”. Las películas que hayan obtenido esa calificación sólo podrán ser exhibidas en salas X.

Recientemente levantó una gran polvareda el caso del film de terror Saw VI, pues fue calificada de esta forma por su cruda violencia, cuando las anteriores entregas de la saga, algunas aún más violentas, no habían obtenido una calificación tan severa.

 

El comité de calificación

El Gobierno ha sido muy criticado por su falta de transparencia a la hora de escoger a los miembros del comité que lleva a la práctica la nueva normativa. El director del ICAA, Ignasi Guardans, designó a la nueva Comisión de Calificación de películas el pasado 10 de diciembre. Pero la Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y Padres de Alumnos (CONCAPA) ha señalado en una nota de prensa que la designación de los nuevos miembros se ha hecho con “parcialidad y falta de transparencia”.

Según CONCAPA, Guardans les invitó a una reunión para explicar la creación de esta nueva comisión, y les aseguró que iba a contar con personas procedentes de “instituciones y entidades vinculadas a la educación, a la infancia y a la juventud”. Pues bien, después de esta reunión, Guardans nombró a los miembros del comité sin contar con ellos, “privando a las Confederaciones de padres de representación en un tema esencial para la formación de nuestros hijos como es el mundo audiovisual”.

“Nos sentimos utilizados. Es inaceptable en una sociedad democrática moderna que una entidad que representa a tres millones de familias no esté presente en un tema como éste”, explica Luis Carbonell, presidente de CONCAPA.
El propio Guardans se ha defendido de estas acusaciones, alegando que “no es una Comisión de representantes de asociaciones, pues de ser así tendrían que estar los colectivos de gays y lesbianas, los de los amantes de los animales o los de la escuela laica”. Al parecer, habría aceptado que CONCAPA sugiriese algún candidato, pero según su versión, no le dijeron ningún nombre.

“En este órgano hay vocales de distintas sensibilidades, edades y perfiles y todos vinculados al ámbito educativo y social, de diferentes orientaciones personales e ideológicas. Por eso rechazo de plano cualquier acusación de este estilo. Ni CONCAPA ni ninguna asociación puede tener un vocal en esa Comisión. Lo que CONCAPA representa está también perfectamente representado en la misma”, explica Guardans.
A pesar de las buenas palabras del director del ICAA, el caso es que parece que se han escogido “a dedo” a los miembros del comité. Al menos, no se explica el sistema que se ha usado, ni mucho menos los criterios que se han escogido a la hora de nombrar a alguien para desempeñar esta tarea. Los únicos datos que se conocen figuran en una escueta nota del ICAA al respecto. Todo lo que explica es que se ha tenido en cuenta la paridad de género –así que de los 10 miembros hay 5 hombres y 5 mujeres– y que la mitad de los miembros son padres de familia. Por lo demás, estamos ante un ‘Expediente X’ de los de Mulder y Scully. En otros países como Estados Unidos, la legislación establece al milímetro cómo se nombra este comité.

 

Casos discutibles

Tanto antes como ahora, algunas calificaciones resultan bastante discutibles. Un padre que se fíe de ellas se podría llevar una gran sorpresa si finalmente llega a ver él mismo la película más tarde. Por ejemplo, Habitación en Roma, la última película de Julio Medem ha sido calificada como “no recomendada para menores de 16 años”, cuando narra el encuentro sexual lésbico de dos mujeres, una española y una rusa, a lo largo de una noche, con secuencias que sin llegar a ser pornográficas, son bastante explícitas.

Por su parte, Tensión sexual no resuelta, una comedia en torno al sexo, cuyos protagonistas mantienen relaciones en todas las combinaciones posibles, fue calificada como “no recomendada para menores de 13” (calificada por el nuevo comité antes de las nuevas categorías). Resulta más informativo y útil el título que le ha puesto la productora al film que la calificación del Ministerio.

Como las calificaciones no se revisan a lo largo de los años, se puede llegar al disparate. Por ejemplo, Gilda, una película que a pesar de que en su momento estaba considerada bastante “subida de tono” y que hoy no escandalizaría a nadie, tiene la calificación “No recomendada para menores de 13 años”, la misma que títulos actuales como El cónsul de Sodoma, en torno al escritor homosexual Jaime Gil de Biedma, y que se acerca por momentos a la pura pornografía.

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