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¿Cuál es la importancia de educar a los niños en la resiliencia?

La niñez es una etapa en la que todos los seres humanos nos enfrentamos a diferentes retos relacionados con nuestro crecimiento social, personal y educativo. Es erróneo pensar que, durante los primeros años de vida, no existen problemas. Rabietas con amigos, con los padres, estrés por el comienzo de un nuevo curso escolar o centro educativo… Son solo algunas de las adversidades por las que un niño puede pasar y las cuales, si no saben manejar, pueden afectar a su bienestar emocional.
María Delgado
Responsable de convivencia y salvaguarda del Colegio Europeo de Madrid
20 de mayo de 2022
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La mayoría de los niños buscan protección en sus padres, hermanos, profesores o familiares. Es por ello por lo que es de vital importancia dotar a los más pequeños de todos los recursos emocionales necesarios desde sus primeros años de vida, para que así, crezcan sabiendo aceptar la incertidumbre, manejar las emociones y controlar los sentimientos.

La capacidad para que un niño pueda enfrentarse a estas situaciones de vulnerabilidad de forma exitosa se llama resiliencia. Según la Real Academia Española, la resiliencia es “la capacidad humana de asumir con flexibilidad situaciones límite y sobreponerse a ellas”. Gracias a esta, las personas podemos salir fortalecidas de una situación difícil y aprender de ella, gestionando los sentimientos y sabiendo controlar la ansiedad y la incertidumbre.

La resiliencia no es una capacidad innata en los seres humanos. Esta, como todas las capacidades cognitivas, se aprende e interioriza a través del aprendizaje constante. Desarrollar la resiliencia ayuda a hacer frente a los problemas, recuperarse de ellos, manejar el estrés, el dolor emocional y los sentimientos negativos. Por esta razón, enseñar a los más pequeños a trabajarla, tanto desde casa como desde los colegios, es fundamental para que aprendan a desarrollarla con éxito.

Los profesores y los colegios tienen un papel clave durante la enseñanza de la resiliencia. Los niños pasan gran parte de sus vidas en el colegio, donde se enfrentan a diferentes retos cada día y donde evolucionan en diferentes ámbitos. Los centros educativos son lugares de socialización, donde los alumnos expresan con más facilidad sus dificultades o problemas. Por eso es importante que los mismos les provean de estrategias para que puedan afrontar estas situaciones y fortalecer su autoestima. Pero, ¿cómo se puede trabajar este enfoque en la educación desde edades tempranas?

  • Atajar las situaciones negativas desde la base: es fundamental que los profesores conozcan bien a sus alumnos y a sus familias. Esto facilita la detección de cambios de humor de los niños y permite identificar rápidamente si existe algún problema en el cual los puedan ayudar. Los educadores tienen un compromiso con el bienestar de sus alumnos, por lo que deben ayudarles y ofrecerles todos los recursos que estén en sus manos para que puedan superar cualquier situación desfavorable.
  • Tener a una persona de referencia: este aspecto favorece al desarrollo de la resiliencia de una manera más fácil. Tener a una persona de referencia que esté disponible cuando el alumno lo necesite, ya sea para desahogarse o para pedir un consejo, hace que estos trabajen la confianza, tanto en los demás como en ellos mismos. Se recomienda que sea una persona con la que nuestros hijos no tengan miedo a ser juzgados, desde un profesor o un miembro del personal del colegio.
  • Desarrollar la cultura de “hablar y expresar”: aportar a los niños una sólida educación emocional, enseñarles a expresar sus sentimientos y a analizar diferentes tipos de situaciones les ayudará a identificar sus emociones, sentirlas profundamente y gestionarlas con éxito. Esto también influye en que los niños aprendan a enfrentarse a los problemas y a identificar sus errores.
  • Trabajar en la positividad y el optimismo: la actitud positiva, el sentido del humor y la motivación son aspectos clave que influyen en el bienestar emocional. Esto es un aspecto que también fortalece su autoestima y les ayuda a mantener la confianza en ellos mismos.
  • Cuando sea necesario, trabajar con profesionales de salud mental: la búsqueda de ayuda y apoyo contribuye a que los niños fortalezcan su resiliencia. En todos los centros educativos, la presencia de un psicólogo es fundamental, ya que ofrecen sus servicios ayudando a todo aquel que lo necesita sin pedir nada a cambio

Desarrollar la resiliencia desde pequeños es un proceso que influirá en muchos aspectos de la vida de nuestros hijos. Es por ello por lo que es importante asegurarnos de que, tanto el hogar como el colegio, sean espacios emocionalmente seguros para ellos, así pueden aprender a manejar los cambios, las emociones y los sentimientos de manera exitosa.

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