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Un colegio rural de Segovia, el proyecto piloto de un mundo igualitario

Entrar en el Colegio Rural Agrupado "Los Llanos", en la localidad segoviana de Valverde del Majano, es como llegar a un colegio del futuro; no porque los profesores hayan sido sustituidos por robots y las pizarras por hologramas, sino porque el alumnado juega a las mismas cosas y tiene a mujeres entre sus referentes.
Laura LópezLunes, 9 de mayo de 2022
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El Ayuntamiento de Valverde del Majano dedica los fondos del Pacto de Estado contra la Violencia de Género a un proyecto de igualdad en el CRA "Los Llanos". La subdelegada del Gobierno visitó el centro, junto al alcalde y el equipo directivo.

A raíz de un cambio en la dirección del centro este curso, el colegio se ha propuesto acelerar el camino hacia la igualdad entre sus alumnos a través de diversos proyectos con los que ha acabado con la separación de espacios y actividades entre niñas y niños en el patio y llenado el centro y el currículo de imágenes de mujeres históricamente invisibilizadas.

En este colegio rural estudian 417 alumnos de entre 3 y 12 años, 241 chicos y 176 chicas residentes de este municipio y otros cinco, que suman menos de 5.000 habitantes. Este curso estrena equipo directivo, encabezado por las hermanas Paloma (directora) y María (jefa de Estudios) Iglesias, dos educadoras que en apenas ocho meses han revolucionado el centro hasta convertirlo en un oasis de igualdad. “Lo que queremos es transformar todos los espacios que hay en el centro para que sean recursos educativos. En el patio, había una hegemonía del fútbol y pensamos que había que conquistar el espacio para el resto de alumnos que están en el centro y que también tienen derecho a ocupar esas zonas”, explica Paloma Iglesias en una entrevista con Efe.

Ellas mismas observaron que, si un patio se deja “al azar”, lo más probable es que los niños cojan un balón y jueguen juntos al fútbol y las niñas queden relegadas a los espacios restantes, más pequeños y con actividades más pasivas, sin hacer uso apenas de los materiales. Lo que hicieron fue implementar los llamados «patios violetas», al ampliar la oferta de juegos con un abanico mayor de posibilidades y con materiales que no tienen sesgo de género, como construcciones, juegos de mesa, neumáticos, circuitos para triciclos, cajas de plástico, pizarras para dibujar o rayuelas, de forma que niños y niñas han empezado a jugar juntos.

“Incluso mucho niños que eran del fútbol han agradecido tener más oferta y conocer otro tipo de juegos porque ellos también se sentían un poco encasillados”, ha relatado Sara Paredes, tutora de 2º de Primaria, que también ha señalado que con el nuevo modelo se ha reducido drásticamente el número de conflictos entre el alumnado. Esto también tiene un impacto más allá del horario escolar, según señala Paloma Iglesias: “En el colegio pasan muchísimas horas y es donde aprenden a relacionarse socialmente. Si no rompes estas dinámicas e intervienes para que tengan relaciones igualitarias, cuando salen lo reproducen fuera”, apunta la directora.

Cuando se relacionan como iguales, a nivel laboral luego también ven a las mujeres como iguales

Pequeños cambios que en el futuro tendrán un impacto gigante: “Cuando se relacionan como iguales, a nivel laboral luego también ven a las mujeres como iguales. Durante muchos años, no se ha visto a las mujeres capaces de hacer ciertos tipos de trabajo porque no se las veía como iguales a los hombres, o con las mismas capacidades», explica María Iglesias, la jefa de Estudios.

También este curso el centro ha culminado un segundo proyecto con el que se han llenado las paredes y puertas del centro educativo con imágenes de mujeres referentes en diversos ámbitos: la poeta segoviana Elvira Sastre en la Biblioteca, la exjugadora de baloncesto Amaya Valdemoro en el almacén de Educación Física o la actriz Leonor Watling en el Salón de Actos. La cantante Rosana preside el aula de música, la científica Elena García Armada, la sala STEM; la pintora Elena Gual, el aula de Artes; la bioquímica Margarita Salas, la sala de profesores; la jueza María Luisa Segoviano Astaburuaga el despacho de la jefatura de Estudios y la presidenta de Microsoft en España, Pilar López Álvarez, la Secretaría, entre otros muchos ejemplos.

“Esto nace de una reflexión conjunta que hicimos desde el equipo docente, de que en los libros de texto siempre se da más visibilidad a los hombre que a las mujeres”, comenta Paloma Iglesias, cuyo puerta del despacho sea quizá la más importante. No porque sea la de dirección, sino porque su diseño es el que da sentido a todo el proyecto: en ella hay un espejo en el que alumnas y alumnos se pueden ver reflejados, y las palabras «Y tú serás lo que quieras ser».

El centro participa en el desafío de robótica First Lego League y para animar a más chicas a participar y así conseguir equipos paritarios, organizó entrevistas y charlas por parte de ingenieras que trabajan en el mundo de la Moto GP y la Fórmula 1 y funcionó; ahora ellas son mayoría entre las voluntarias.

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