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Una sorpresa circense en la vuelta al cole

Con una grata sorpresa iniciaron el curso los más pequeños del centro "Pablo Picasso" de Laredo, ya que en su regreso al cole las aulas se han convertido en un circo, que les dio la bienvenida con globos, música, palomitas y un escenario con actuaciones.
Miguel RamosLunes, 19 de septiembre de 2022
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El CEIP ya ha sido premiado en otras ocasiones por sus buenas prácticas educativas.

Sobre el tablado no hubo acrobáticos trapecistas, habilidosos malabaristas, el lunático ‘hombre bala’ o la exótica ‘mujer barbuda’, sino los profesores del centro educativo caracterizados como payasos para arrancar risas y aplausos a los asistentes con números cómicos y animadas coreografías. El objetivo: conseguir que los niños, sobre todo, los pequeños de dos años, que se estrenan en su primera gran aventura de la vida, tengan una agradable «transición» de lo que supone el cambio de la casa al colegio.

Así ha explicado a Efe este novedoso inicio del curso el director del CEIP «Pablo Picasso», Samuel Vada, quien ha mostrado su satisfacción por el resultado de una puesta en escena circense en la que se ha cuidado hasta el más mínimo detalle, no solo decorativo o de vestuario. Y es que, tal y como antaño ocurría con la llegada de este tipo de espectáculos a los pueblos, en la radio y la televisión local se ha estado emitiendo un anuncio sobre la actuación del «Gran Circo Picasso», con la idea de caldear el ambiente en los días previos a la función.

También los profesores recorrieron con sus propios vehículos las calles de Laredo para informar, megáfono en mano, que para disfrutar del único pase era necesario retirar las entradas de una taquilla instalada en el colegio. Eso sí, hasta casi el inicio del curso no se desveló ninguna pista a los alumnos sobre cómo iba a ser esa vuelta al cole, para que la sorpresa no se diluyera durante el verano, por lo que la expectación hasta entonces fue máxima.

«Si hemos conseguido que vengan motivados, con ganas y que disfruten de la vida escolar es fantástico, porque nuestra prioridad es la atención emocional de los niños como base para construir el aprendizaje», defiende el director.

Durante el curso los escolares trabajarán, asimismo, dinámicas relacionadas con las artes circenses y, por ejemplo, en Educación Física practicarán malabares con mazas y platos chinos

Durante el curso los escolares trabajarán, asimismo, dinámicas relacionadas con las artes circenses y, por ejemplo, en Educación Física practicarán malabares con mazas y platos chinos. También el clásico sonido del timbre que avisa del inicio de las clases se ha sustituido por canciones relacionadas con el mundo del circo y se celebrarán tallares enfocados a artes escénicas, danza o plástica.

Para que este tipo de iniciativas salgan adelante es necesaria la implicación del claustro de profesores, quienes durante el curso analizan qué temática elegir y los elementos que precisarán para recrear de forma fidedigna el recibimiento a los alumnos. Una vez elegida la idea, utilizan materiales reciclados y autogestionados del propio centro educativo porque el presupuesto es limitado e, incluso, prescinden de días de vacaciones en agosto para tenerlo todo preparado. «Es muy gratificante y al final, los que mejor lo pasamos, somos nosotros», bromea el director. De hecho, acumulan ya cuatro años consecutivos con este tipo de bienvenidas al curso escolar que han propiciado la obtención, en dos ocasiones, del Premio Nacional de Buenas Prácticas Educativas que otorga el Ministerio de Educación.

Se estrenaron reproduciendo el Colegio «Hogwarts» de Magia y Hechicería de la saga de Harry Potter, luego combatieron el coronavirus transformando el centro en una estación espacial de la NASA y aprovecharon la celebración de los Juegos Olímpicos para homenajear los valores del deporte. Ahora buscan la siguiente entrega y, pese a que el director no quiere desvelar más detalles, deja entrever su relación con el mundo de la gastronomía.

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