Emilio Díaz (ECM): “La norma [antipantallas] invade la autonomía y la capacidad de dirección de los centros”
José Carlos Fernández Borreguero, viceconsejero de Educación y Rosario Cardo, videpresidenta de ECM.
La crítica se enmarca dentro de un contexto más amplio que la organización quiso poner sobre la mesa en la Asamblea: la necesidad de diálogo con la administración autonómica. En este sentido, el presidente de ECM, Miguel Ángel Fraile, había abierto la jornada reclamando “un esfuerzo en la ampliación y potenciación de diálogo con la Consejería de Educación”, ante los cambios normativos que afectan a la escuela concertada.
Díaz lamentó que Escuelas Católicas no haya sido consultada en el diseño del decreto: “La presidenta regional informó en el Debate sobre el Estado de la Región en septiembre y desde entonces supimos que estaba en marcha la iniciativa, hemos contactado con la Consejería y nos han informado, pero no se nos ha pedido opinión”.
El secretario general también manifestó que, en el caso del anuncio sobre la jubilación parcial del profesorado concertado para el curso 25/26, “tampoco se nos ha consultado nada”. Por otro lado, denunció que “las cuatro recomendaciones que hizo el Consejo Escolar de Madrid al Decreto anti pantallas no parecen haber sido tenidas en cuenta”.
Digitalización: oportunidad, no amenaza
En línea con la preocupación de Emilio Díaz, el presidente de ECM subrayó que “es importante que las organizaciones sociales participemos en la concreción y desarrollo de estas iniciativas”. En especial, pidió que se respeten las recomendaciones del Consejo Escolar sobre el futuro Decreto de pantallas, para garantizar la autonomía de los centros.
Emilio Díaz defendió con claridad la trayectoria de ECM en este ámbito: “Escuelas Católicas de Madrid ha trabajado la digitalización con esa mesura y rigor y lo hacen desde antes de la pandemia”. Reconoció que “en situaciones concretas los dispositivos digitales hayan podido producir algún exceso”, pero insistió en que “se han incorporado las correcciones necesarias”.
Frente a la prohibición generalizada de dispositivos, expresó: “Prohíbe o proscribe los dispositivos en Infantil y Primaria sin ninguna justificación argumental”. Por ello, reclamó una revisión más ponderada: “Una medida de esa trascendencia debía haber venido acompañada de un diálogo mucho más sosegado y completo”.
Díaz subrayó el papel formativo de la tecnología: “La tecnología y la digitalización tienen amenazas pero enormes oportunidades siempre que se lleve a cabo con rigor y con un plan que dinamice la enseñanza”. Y concluyó: “La escuela tiene una clarísima misión alfabetizadora atendiendo a la sociedad digital en la que vivimos actualmente”. Para él, es esencial: “Hay que enseñar a los niños a utilizar bien los dispositivos y la escuela es un lugar propicio para ello porque es un entorno seguro”.
El Gobierno regional defiende su voluntad de diálogo
El viceconsejero de Educación, José Carlos Fernández Borreguero, respondió a estas preocupaciones afirmando que la Comunidad de Madrid mantiene su disposición al entendimiento. “Aunque los puntos de vista puedan ser diferentes, siempre ha prevalecido el respeto mutuo y la voluntad de alcanzar acuerdos”.
Además, anunció nuevas medidas relevantes para el sector concertado: “El Gobierno de Madrid cubrirá la financiación de todas las sustituciones de los profesores de colegios concertados desde el primer día de la baja”, lo que definió como “una medida de justicia”. También adelantó que se volverá a financiar la jubilación parcial de cara al curso 25/26.
Sin embargo, Inés García, directora de la Asesoría Jurídica de ECM, puntualizó que esta última medida está aún sujeta a condiciones jurídicas por definir, y que existen dudas sobre su alcance.
Carisma, identidad y sostenibilidad
Más allá del debate sobre pantallas, otros ponentes pusieron el foco en los elementos esenciales de la identidad de los centros. Jesús Muñoz de Priego explicó que el cumplimiento normativo debe respetar la especificidad de los centros católicos: “Se trata de plantear cómo desde nuestro carisma, cumplimos la misión que tenemos encomendada”.
El asesor jurídico insistió en que el programa propuesto por ECM es “específico y singular para cada centro”, porque se basa en su identidad particular. Invitó a los equipos directivos a acogerse al acompañamiento ofrecido por la entidad.
Por su parte, Javier Cortés ofreció una ponencia centrada en la sostenibilidad de la escuela católica. En su opinión, el problema no es económico, sino vocacional: “Hay déficit de vocación en el profesorado”. Afirmó que es necesario “comprobar” la vocación educativa y valoró el papel de las comunidades carismáticas: “Serán verdaderas portadoras del espíritu”. Su mensaje final fue de aliento: “Estamos ante una gran oportunidad de poner en pie escuelas verdaderamente nuevas. Nadie posee más recursos educativos que la tradición católica”.