¿Existe un punto intermedio para niños entre el móvil y la desconexión total?
Todo empezó en la playa. Jorge Álvarez, CEO de SaveFamily, jugaba con su hija Sofía de cinco años cuando, durante apenas dos minutos, la perdió de vista. «Fueron los dos minutos más angustiosos de mi vida», recuerda. Aquella experiencia, tan común como aterradora para cualquier padre o madre, fue el detonante de una idea que acabaría transformándose en una empresa: «Hablé con mi mujer y socia y pensamos que la tecnología tenía que ser capaz de ofrecer una solución viable y práctica». Así nació SaveFamily, una marca que hoy lidera el mercado de los relojes inteligentes con GPS pensados para niños y adolescentes.
Hablamos con el CEO de SaveFamily para saber cómo estos dispositivos pueden aportar seguridad y tranquilidad a las familias, mientras reflexiona sobre el controvertido papel que juega la tecnología —y la inteligencia artificial— en la infancia actual.

¿Cuál fue la motivación detrás del desarrollo de los relojes inteligentes?
–La motivación nació de una necesidad muy concreta: dar tranquilidad a las familias y autonomía a los niños. En SaveFamily somos padres y madres, y entendimos que había un vacío entre los móviles —que muchos padres consideran prematuros— y la desconexión total. Queríamos una solución que permitiera a los peques comunicarse de forma segura, sin redes sociales, y a los padres saber que están bien. Así nació el primer SaveWatch.
¿Qué beneficios tiene para las familias?
–Lo más importante: su paz mental. Las familias nos cuentan que los niños ganan confianza y los padres reducen su ansiedad y preocupación en determinadas situaciones. Además, fomentamos una autonomía saludable: los niños pueden ir al cole o al parque sabiendo que están conectados. Pueden hacer pequeños recados, estar en el parque, salir a la calle a jugar… todo ello estando conectados con la familia sin necesidad de un móvil. Y en situaciones de emergencia, la localización y el botón SOS han marcado la diferencia. El 87% de nuestros clientes recomiendan SaveFamily y el uso diario de nuestros dispositivos está creciendo exponencialmente. Para las familias se está convirtiendo en una herramienta de uso diario.
Los relojes incorporan funciones basadas en inteligencia artificial, como el asistente por voz o la geolocalización inteligente. ¿Cómo garantizáis que estos sistemas sean seguros y comprensibles para los niños?
–Diseñamos todo pensando primero en la seguridad y después en la sencillez. La IA que usamos, como el asistente de voz o la geolocalización inteligente, está integrada de forma que sea accesible y útil, no invasiva. Todos los datos están cifrados y alojados en servidores europeos. Además, las interfaces están adaptadas a edades tempranas, con menús intuitivos adaptados a las necesidades reales del usuario. Has mencionado la IA, estamos muy orgullosos de la inteligencia artificial creada para niños. Desarrollada por nuestro equipo de IT supone el primer compañero virtual seguro e inteligente pensado para niños en un entorno totalmente controlado.
¿Cómo conseguís este entorno controlado que mencionas y no fomentar una dependencia digital temprana?
–Nuestros dispositivos no tienen acceso a redes sociales, tienen acceso a herramientas de comunicación de un modo seguro. Nuestro control parental es capaz de bloquear todas y cada una de las funciones del reloj para que los padres tengan total tranquilidad. Son herramientas, no juguetes tecnológicos. Aquí no se trata de entretener al niño sin límites, sino de ofrecerle una vía de comunicación controlada. Es una alternativa mucho más saludable que dar un móvil con 8 años.
Es una alternativa mucho más saludable que dar un móvil con 8 años
"¿A qué edad van dirigidos estos relojes y cómo se adaptan al nivel de madurez de cada niño?
–Generalmente lo recomendamos a partir de los 5 años, pero todo depende del contexto familiar. Tenemos modelos como el Iconic Plus 2, pensado para niños más pequeños, con funciones básicas y resistentes al uso diario, y otros como el SaveWatch Plus, ideal para preadolescentes. Modificamos tanto el hardware como el software para que se adapte a esa realidad del niño. Siempre hemos tenido claro que un niño de 5 años no es igual que otro de 11. Están en etapas madurativas diferentes, por lo que necesitan dispositivos diferentes.
La privacidad es un tema central, especialmente tratándose de menores. ¿Qué medidas de protección de datos implementáis?
–Es un tema que nos tomamos muy en serio. Todos nuestros dispositivos cumplen con el RGPD y los datos se alojan en servidores europeos, encriptados. Solo los padres o tutores tienen acceso a la información del niño y pueden gestionarla desde una app de control parental. Además, ofrecemos guías de privacidad claras y soporte humano para resolver cualquier duda que tengan las familias. Somos la única compañía española con servicio técnico propio y atención al cliente todo ello in house para acompañar y asesorar a las familias que se acercan a nosotros.
¿Basta con el control parental por parte de las familias?
–El control parental sirve para poner límites, pero siempre debe ir acompañado de una conversación abierta sobre el uso responsable de la tecnología. Nosotros partimos siempre de realidades y no de situaciones aspiracionales, es decir, los niños acceden a herramientas tecnológicas cada vez más temprano, esto es una realidad, ¿es posible eliminar esto del todo y poner puertas al campo? Creemos que no, que lo que tenemos que hacer es crear herramientas digitales seguras adaptadas a este perfil de usuario infantil con el mejor hardware y software posible y con un equipo humano detrás que intenta sinceramente ofrecer el mejor servicio posible a las familias que contactan con nosotros.
¿Qué papel crees que jugarán este tipo de dispositivos en el futuro?
–Van a jugar un papel enorme, pero deben estar bien enfocados. Si se usan para acompañar, guiar y proteger, pueden ser aliados muy poderosos. En SaveFamily ya estamos trabajando en relojes con IA que ayuden a identificar patrones de salud, que fomenten la organización diaria del niño o incluso refuercen el aprendizaje con funciones adaptadas a su edad. Pero siempre desde una visión ética, educativa y humana.