Svend Brinkmann: "Nuestras capacidades de pensar no cayeron del cielo, sino que han sido formadas por la educación"
En Pensar, el filósofo danés Svend Brinkmann nos invita a redescubrir el valor del pensamiento crítico en un mundo dominado por la inmediatez y la superficialidad.
Con su característico estilo claro y provocador, Brinkmann analiza cómo la sociedad contemporánea, obsesionada con la productividad y el bienestar instantáneo, ha relegado la reflexión pausada a un segundo plano.
Este libro desafía las tendencias actuales de la autoayuda simplista y el optimismo tóxico, argumentando que la verdadera fortaleza mental radica en la capacidad de dudar, cuestionar y enfrentarse a la complejidad del mundo.
Pensar presenta diversos puntos de vista provenientes de las tradiciones filosóficas occidentales, así como de la psicología, la antropología y la sociología. A través de referencias filosóficas y ejemplos de la vida cotidiana, el autor reivindica la importancia de la filosofía como herramienta para navegar la incertidumbre.
En un momento en que la desinformación, las fake news, las redes sociales y la presión de la inmediatez moldean nuestra manera de entender la realidad, Pensar se presenta como una obra necesaria para aquellos que buscan recuperar el espacio de la reflexión crítica y el escepticismo constructivo.
El libro consta esencialmente de dos partes. La primera es descriptiva y explora cuestiones como: «¿Qué entendemos por pensar?», «¿Por qué se ha vuelto difícil pensar en el mundo actual?» y «¿De dónde viene el pensamiento?». La segunda parte es prescriptiva, donde Brinkmann ofrece algunas estrategias rápidas y relativamente sencillas para introducir más reflexión en nuestra vida cotidiana.
Si la meditación puede aumentar la atención plena, sugiere Brinkmann, la filosofía puede aumentar la reflexión. Pensar, como él mismo lo expresa, «no se trata solo de resolver problemas intelectuales», sino que también puede ser «una forma de existir en el mundo». El camino para vivir una vida reflexiva no pasa por seguir un conjunto de instrucciones como un ordenador, sino por dejar que la mente divague.
La vida se ve mermada si no hay tiempo para reflexionar sobre el mundo y para «soñar despierto y ensoñar». Un libro imprescindible para rescatar el poder del pensamiento en una sociedad que parece haber olvidado su valor.
¿Cuáles son los principales obstáculos a los que nos enfrentamos al intentar llevar una vida más reflexiva o consciente?
–Uno de ellos es la velocidad misma, que es enemiga de la reflexión. Otro obstáculo es el pensamiento instrumental. Cuando pensamos, a menudo lo hacemos al servicio de algún objetivo externo como, por ejemplo, resolver un problema en el trabajo. Esto está bien, pero, los seres humanos, también tenemos la capacidad de pensar por el simple hecho de pensar –pensar por pensar y pensar más–, y eso es cada vez más difícil cuando todo debe tener un propósito.
¿Podría compartir un ejemplo de cómo pensar sin el objetivo de ser más productivo?
–Pensar, por sí mismo, puede enseñarnos que las cosas importantes de la vida no se encuentran solo en las actividades instrumentales o funcionales, sino simplemente en el disfrute de la reflexión. Si alguien aprende esto, puede volverse más libre e independiente, porque entonces ya no vive la vida según las normas de los demás.
En el libro menciona tres actitudes esenciales: reflexión, ensoñación y atención plena.
–La atención plena es una forma de meditación cuyo objetivo es estar presente en el aquí y ahora. La reflexión, que yo llamo “pensatividad” en lugar de “atención plena”, consiste en existir en el tiempo y escuchar los pensamientos que uno tiene, por ejemplo, al salir a caminar o al conversar con alguien. Esto es crucial si se quiere desarrollar la capacidad de pensamiento crítico. La ensoñación está relacionada con esto, pero de una manera más imaginativa.
Las cosas importantes de la vida no se encuentran solo en las actividades instrumentales o funcionales, sino simplemente en el disfrute de la reflexión
Una de las frases más llamativas del libro es: “Nuestros pensamientos también están moldeados por la larga historia evolutiva de la humanidad”. ¿Podrías ampliar esta idea?
–Nuestras capacidades de pensar no simplemente cayeron del cielo, sino que han sido formadas por la educación –lo cual es evidente–, pero también por el pasado evolutivo. Tenemos cuerpos y sentidos que juegan un papel importante en nuestro pensamiento, y simplemente reflexionar sobre el misterio de cómo surgieron nuestras capacidades de pensar puede ser una fuente de profundo disfrute.
Si tuvieras que resumir el mensaje central de Pensar en una sola frase para futuros lectores, ¿cuál sería?
–Una buena vida para el ser humano es lograr encontrar un equilibrio entre la vida activa del trabajo y el amor, y la vida contemplativa del pensamiento y la reflexión. Hemos prestado muy poca atención a esta última.
¿Es posible pensar de manera profunda en una era de distracciones constantes?
Vivimos en una sociedad obsesionada con la velocidad y la satisfacción instantánea. Hoy en día, pensar se ha vuelto cada vez más difícil. Se nos empuja a la acción constante, pero rara vez se nos anima a detenernos y reflexionar. ¿Cómo recuperar el tiempo y el espacio para pensar en medio de este ritmo vertiginoso?
El filósofo Svend Brinkmann nos invita a reivindicar la contemplación como un acto de resistencia y libertad. Pensar no es solo un ejercicio intelectual, es un modo de estar en el mundo con más presencia y sentido. No se trata solo de resolver problemas, sino de cuestionar lo establecido, imaginar nuevas posibilidades y conectar con nuestra propia voz. A lo largo de este libro, nos guía para cultivar tres actitudes esenciales: la reflexión crítica, que nos ayuda a desafiar lo que damos por sentado; la ensoñación, que libera nuestra creatividad; y la atención plena, que nos ancla al presente con mayor conciencia.
Este libro nos propone detenernos, mirar más allá de lo inmediato y descubrir que pensar nos ofrece una forma más humana y plena de vivir, porque pensar bien también es vivir bien.
Svend Brinkmann es psicólogo, filósofo, escritor y conferenciante. Nacido en Dinamarca, da clases de Psicología en la Universidad de Aalborg. La publicación de su primer libro, Stand Firm, un éxito de ventas, lo consagró rápidamente como un intelectual destacado y crítico cultural. Ganador del prestigioso premio Rosenkjær, actualmente organiza eventos y da conferencias sobre los grandes desafíos de la vida moderna. Es autor de La alegría de perderse cosas (2024), publicado por Kōan. Ha aparecido en varios documentales de televisión y ha presentado los programas Live Fast!, de la televisión danesa, y la serie Meaningful Life, de la Radio 1 danesa.