Javier Urra y la separación: "Hay que utilizar el amor como antídoto a la falta de respeto"

En esta nueva entrega del podcast '¡Hip, Hip Urra!', el psicólogo Javier Urra expone las bases para que una separación de pareja sea lo más sana posible, especialmente si tienen hijos. 
Alba UcedaViernes, 20 de junio de 2025
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Hace 50 años, la idea de pareja tradicional se basaba en el amor entre un hombre y una mujer, unidos en matrimonio hasta el final de sus días. Sin embargo, el concepto de familia ha evolucionado y, con él, los múltiples tipos de hogares que se puedan encontrar. De hecho, actualmente tres de cada cuatro parejas acaban separándose. «La idea de encontrar a la persona ideal no es cierta».

La unión sentimental

Conforme la relación de una pareja avanza en el tiempo, la idea del amor evoluciona. «Cuando tú tienes 18 años, el amor es pasión. Cuando tú tienes casi 68, el amor es ternura«, explica Javier Urra.

El doctor en Psicología expone la importancia de tener aspectos en común. Especialmente, tener un nivel cultural similar y compartir los mismos valores permite que el vínculo se mantenga en el tiempo. También es fundamental dirigirse hacia los mismos objetivos vitales.

No obstante, no solo basta con tener cosas en común, porque las personas cambian con el paso de los años. Hay que cuidar los detalles: «el tono de voz, no se arregla cuando está el otro […], eructar, tirarse malamente en el sofá», ejemplifica el doctor Urra.

Y si, finalmente, ocurre la separación, ¿qué se debe hacer?

Javier Urra hace un llamamiento al civismo en una separación. El odio es la mayor lacra en este proceso. «El ser humano puede olvidar perfectamente lo que se le dijo. Nunca olvida lo que se le hizo sentir«.

El psicólogo aconseja contar con un mediador que ponga en común las necesidades de cada miembro de la pareja, en lugar de que cada uno contrate un abogado, ya que puede generar conflictos.

¿Cómo viven los niños la separación?

Las separaciones de pareja más complejas son de aquellas que tienen hijos. Según la Convención de Derechos de la Infancia, debe priorizarse el interés de los menores, por lo que una organización adaptada a ellos es esencial.

En algunos casos, puede haber cierta manipulación por parte de alguno de los progenitores. Preguntas como «a quién quieres más, ¿a papá o a mamá?» son calificadas como «terroríficas» por Urra. «A veces se hace queriendo, otras veces por error».

¿Cómo llevan la separación otros miembros de la familia?

Asimismo, Javier Urra, como abuelo de cuatro nietos, repara en la necesidad de la presencia de los abuelos. «Los abuelos transmitimos la esencia de la vida […], porque tú sabes ya que el tiempo se está acortando». Actualmente, ha conseguido legislarse que los niños tengan derecho a tener contacto con los abuelos, pero no al contrario. Los hijos son quienes deciden si quieren verlos.

En cambio, quien peor lleva la separación de los padres son los adolescentes, pues tienden a inclinarse hacia el progenitor que más les consienta. «Un adolescente está en un periodo de cambio. No tiene muy claro quién quiere ser y, de pronto, lo único que le equilibra y le estabiliza, que son los padres, entran en discusión».

Los adolescentes suelen dejar de lado al progenitor que más «les exige», aunque Javier Urra revela que este es siempre quien más te quiere y te «prepara para la vida».

Conclusiones

Urra concluye que, aunque la separación no es lo ideal, a veces es mejor que vivir en un entorno asfixiante, siempre que se respete a los demás y se priorice el interés del menor. «Hay que utilizar el cariño y el amor como antídoto de la falta de respeto, inclusive del rencor o del odio».

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