Los idiomas más fáciles y más difíciles para aprender por un hispanohablante

Para un hispanohablante, la facilidad o dificultad de aprender un nuevo idioma está muy ligada a la similitud que este tenga con el español, especialmente en cuanto a su origen lingüístico, gramática, vocabulario y fonética.
MagisterioLunes, 16 de junio de 2025
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Si eres hispanohablante, lo mejor es empezar por Portugués o Italiano. Si buscas un desafío importante, el Chino Mandarín, el Árabe o el Japonés serán tus mayores obstáculos. © Vitalii Vodolazskyi

Idiomas más fáciles de aprender

Los idiomas más sencillos para los hispanohablantes son, en su mayoría, lenguas romances, ya que comparten una raíz común con el español (el latín vulgar). Esto se traduce en muchas similitudes en su estructura y léxico.

Aquí tienes los principales:

  • Portugués: Es considerado el más fácil de aprender. La similitud léxica es muy alta (alrededor del 90%), lo que significa que muchas palabras son iguales o muy parecidas en ambos idiomas. Aunque la pronunciación tiene sus diferencias (especialmente en las vocales nasales y la «erre»), la gramática es bastante similar.
  • Italiano: Es el segundo en la lista. Comparte una estructura gramatical y pronunciación fonética muy parecidas al español, lo que facilita mucho el aprendizaje. Muchas palabras se escriben y se pronuncian de forma similar, y ambos idiomas son «transparentes» en su escritura (se pronuncian como se escriben).
  • Gallego: Al ser una lengua que se habla en España y que tiene influencias del portugués y el español, la comprensión es muy alta para un hispanohablante.
  • Francés: Aunque es una lengua romance, presenta algunas diferencias en la pronunciación (vocales nasales, «erre» gutural) y la ortografía que pueden ser un poco más desafiantes que el portugués o el italiano. Sin embargo, la gramática y gran parte del vocabulario son reconocibles.
  • Inglés: Aunque no es una lengua romance, su gramática es relativamente más sencilla que la del español, especialmente en la conjugación verbal. Es un idioma muy extendido y con muchos recursos disponibles, lo que también facilita su aprendizaje. Las principales dificultades suelen estar en la pronunciación irregular y los «phrasal verbs».

Idiomas más difíciles de aprender

Los idiomas más difíciles para un hispanohablante son aquellos que pertenecen a familias lingüísticas muy distintas del español, con sistemas de escritura, estructuras gramaticales, fonética y vocabulario completamente diferentes.

Estos son algunos de los más desafiantes:

  • Chino Mandarín: Considerado uno de los más difíciles a nivel mundial. Sus principales desafíos son:
    • Sistema tonal: El significado de una palabra cambia completamente según el tono con el que se pronuncie.
    • Caracteres ideográficos: Es un sistema de escritura complejo que no se basa en un alfabeto.
    • Gramática: No tiene conjugaciones verbales, género ni número como el español, lo que puede resultar confuso al principio.
  • Árabe: También presenta grandes dificultades:
    • Alfabeto diferente: Se escribe de derecha a izquierda y tiene un sistema de escritura muy distinto.
    • Sonidos guturales: Posee sonidos que no existen en español, lo que dificulta la pronunciación.
    • Gramática compleja: Tiene una morfología verbal intrincada y un sistema de raíces y patrones que difiere mucho del español.
  • Japonés: Es un idioma con varias complejidades:
    • Múltiples sistemas de escritura: Requiere aprender Hiragana, Katakana y Kanji (caracteres de origen chino).
    • Gramática diferente: La estructura de las oraciones es sujeto-objeto-verbo (SOV), a diferencia del español (SVO). No tiene género gramatical ni número en los sustantivos.
    • Niveles de cortesía: El japonés tiene diferentes formas de hablar según el nivel de respeto hacia el interlocutor.
  • Coreano: Similar al japonés en algunos aspectos:
    • Alfabeto propio (Hangul): Aunque es fonético y relativamente fácil de aprender, el idioma en sí presenta dificultades.
    • Gramática compleja: Estructura de la oración diferente y muchos sufijos y partículas que no tienen equivalente directo en español.
    • Diferencias fonéticas: Algunos sonidos pueden ser difíciles de distinguir y pronunciar para los hispanohablantes.
  • Ruso: Aunque utiliza el alfabeto cirílico (que se puede aprender en poco tiempo), el ruso es complejo debido a:
    • Casos gramaticales: Tiene seis casos gramaticales para sustantivos, adjetivos y pronombres, lo que implica muchas declinaciones.
    • Aspecto verbal: Los verbos tienen aspecto perfectivo e imperfectivo, lo cual no tiene un paralelo directo en español.
    • Pronunciación: Algunos sonidos y la acentuación pueden ser difíciles.
  • Húngaro y Finlandés: Estas lenguas son parte de la familia urálica y son conocidos por ser lenguas aglutinantes, lo que significa que añaden muchos sufijos a las palabras para expresar significado gramatical. Esto resulta en una gramática muy diferente y compleja para un hispanohablante.
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