Los nuevos robots, ¿aliados o amenazas?

¿Estamos preparados para un mundo donde los robots sean nuestros compañeros de trabajo?
Yurena AfonsoJueves, 5 de junio de 2025
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© ADOBE STOCK

Actualmente estamos siendo testigos de avances tecnológicos que, hasta hace apenas unas décadas, parecían posibles páginas en novelas de ciencia ficción. La robótica es uno de los campos que más rápido está evolucionando. Su impacto en la vida cotidiana y en el mundo laboral, es cada vez más evidente.

Uno de los desarrollos más recientes y mediáticos es el Tesla Optimus, un robot humanoide presentado por Elon Musk en 2021. Desde entonces, ha seguido evolucionando, con la promesa de convertirse en un asistente universal, capaz de realizar cualquier tarea cotidiana. Este robot, no solo ha captado la atención de la industria tecnológica, sino también de educadores, economistas, sociólogos y, por supuesto, de la ciudadanía en general.

Pero Tesla Optimus no es el único protagonista de esta nueva revolución. Empresas como Boston Dynamics, Honda y Toyota llevan años desarrollando robots con capacidades sorprendentes. Por ejemplo, el Atlas, que es capaz de correr, saltar y realizar tareas físicas con una pasmosa agilidad, o Asimo, uno de los primeros robots humanoides diseñados para interactuar con personas.

Del taller a nuestras casas

Hasta hace no mucho, los robots se asociaban casi exclusivamente con las cadenas de montaje de las fábricas y con tareas industriales repetitivas. Eran grandes, caros y difíciles de programar. Sin embargo, en la última década hemos sido testigos de un salto cualitativo gracias a los avances a la par en inteligencia artificial, sensores de última generación, y sistemas de visión por ordenador.

Estos progresos han permitido el desarrollo de robots que pueden realizar tareas físicas con cierta autonomía, interactuar con personas, o incluso aprender de su entorno y adaptarse a situaciones cambiantes. Esto los convierte en asistentes potenciales en entornos tan variados como la sanidad (robots de apoyo en quirófano o de asistencia geriátrica), educación (robots que ayudan en el aula) o el hogar (robots que limpian, cocinan o asisten en el cuidado de personas).

Tesla Optimus ejemplifica esta tendencia. La idea es que este robot pueda hacer de todo. Desde cargar y transportar cajas en un almacén, hasta convertirse en un ayudante doméstico completo, que pueda preparar comidas, doblar la ropa o cuidar de mascotas. Aunque aún está en fase de prototipo y no hay fecha concreta para su comercialización masiva, se busca que Optimus sea un compañero útil para la humanidad.

Entre la fascinación y el recelo

Los robots humanoides ejercen una doble acción. Por un lado, nos fascinan porque se parecen a nosotros, prometen liberarnos de tareas tediosas, trabajos duros, peligrosos o aburridos. Por otro lado, nos generan inquietud porque, al tener forma humana, despiertan preguntas fundamentales. ¿Hasta qué punto pueden reemplazar el trabajo humano? ¿Qué papel tendremos nosotros en un mundo donde las máquinas pueden hacer lo mismo que nosotros? ¿Podrán llegar a desarrollar algo parecido a la empatía o la creatividad?

Esta ambivalencia no es nueva, se ha tratado a lo largo de los siglos en literatura y cine. Desde el mítico Frankenstein de Mary Shelley, hasta los androides de Blade Runner, pasando por el popular Terminator. La cultura ha reflejado nuestros miedos y esperanzas ante la idea de crear “vida artificial”.

Hoy, estos dilemas han dejado de ser simples ficciones. Cada vez más estudios apuntan a que la automatización de tareas podría desplazar a millones de trabajadores en todo el mundo, especialmente en sectores como logística, transporte y manufactura. A la vez, hay quienes sostienen que estos cambios crearían nuevas oportunidades laborales, especialmente en áreas como programación, mantenimiento de robots y desarrollo de servicios personalizados.

¿Qué mundo queremos construir?

En este contexto, surge la necesidad de reflexionar, de forma crítica y colectiva, sobre el papel de los robots en nuestras vidas y sobre el mundo que queremos construir. ¿Cómo podemos asegurarnos de que la tecnología esté al servicio de las personas y no al revés? ¿Cómo podemos preparar a futuras generaciones para convivir y trabajar con robots, y para defender sus derechos en un mundo automatizado?

El centro educativo tiene un papel clave en este proceso. Incluir estos temas en el aula no solo permite desarrollar el pensamiento crítico y la capacidad de argumentar. También conecta con el currículo y las competencias clave: aprender a aprender, conciencia y expresión cultural, competencia digital y, por supuesto, competencia social y cívica.

Por ello, proponemos convertir el aula en un espacio de reflexión y debate donde el alumnado pueda investigar, contrastar ideas y construir su propio punto de vista sobre este fenómeno tecnológico. A continuación, te presentamos una propuesta didáctica para trabajar este tema de forma participativa y motivadora.

Actividad propuesta: Investiga, debate, reflexiona

Te proponemos una secuencia didáctica para trabajar este tema en el aula, fomentando la investigación, el debate y la reflexión crítica:

Paso 1. Investigación previa

  • Divide la clase en grupos y reparte el tema: algunos investigarán ventajas de la robótica avanzada y otros sus posibles riesgos.
  • Cada grupo debe buscar información veraz, contrastada y actualizada (pueden utilizar artículos de prensa, páginas oficiales de las diferentes marcas, informes de organismos internacionales sobre automatización,…).
  • Orienta al alumnado a contrastar fuentes y a anotar ideas clave que servirán de base para el debate.

Paso 2. Preparación del debate

  • Cada grupo debe preparar una exposición breve (de 3 a 5 minutos) defendiendo su postura:
    • Grupo A (a favor): Argumentará sobre los beneficios de los robots para la sociedad (eficiencia, seguridad, progreso tecnológico,…).
    • Grupo B (en contra): Argumentará sobre los riesgos potenciales (pérdida de empleos, desigualdad, problemas éticos y legales,…).

Paso 3. Debate en el aula

  • Organiza un debate estructurado: cada grupo expone sus argumentos y, después, se abre un turno de preguntas y respuestas cruzadas.
  • Puedes hacer las funciones de moderación para asegurar el respeto y el orden en las intervenciones.

Paso 4. Reflexión individual

  • Tras el debate, pide al alumnado que escriba una breve reflexión personal:
    • ¿Ha cambiado tu opinión tras escuchar el resto de opiniones?
    • ¿Qué has aprendido sobre la robótica avanzada y sus implicaciones para la sociedad?
    • ¿Crees que la educación debería preparar al alumnado para convivir con robots?

Para apoyar la investigación del alumnado y el desarrollo del debate, te sugerimos proporcionar algunos enlaces y referencias:

En un mundo en constante evolución, comprender el impacto de la robótica avanzada se vuelve esencial. Esta propuesta de actividad ofrece una oportunidad para investigar, debatir y reflexionar de forma crítica sobre el papel de los robots humanoides en nuestra sociedad. Anímate a llevar esta experiencia al aula y compártenos tus resultados. ¿Cómo ha respondido tu grupo? ¿Qué preguntas y conclusiones han surgido? ¡Cuéntanos tu experiencia!

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