Antonio Amate: "No creo en ese un juego de suma cero de si la concertada pierde, la pública gana"
Amate reivindica su independencia y huye del frentismo: “No somos de derechas ni de izquierdas. Defendemos a todos los trabajadores con independencia de la titularidad del centro”. Subraya también que el conflicto entre redes educativas está alimentado por la «lógica de suma cero». Para el secretario general de FEUSO, esa visión de que lo que gana la escuela pública es a costa de la concertada “es falsa y perjudica a la calidad educativa en su conjunto”.
En cuanto a la relación con otros sindicatos como ANPE, reconoce coincidencias puntuales, pero también distancias ideológicas y estructurales: “Hay quienes están instalados en discursos excluyentes [en alusión al posicionamiento de ANPE contra el concierto del Bachillerato]. Nosotros no lo hacemos”.
Los grandes olvidados: Infantil, Bachillerato y PAS
Uno de los ejes de la entrevista fue la denuncia de las discriminaciones que sufren algunos sectores del profesorado y del personal no docente. Amate se detiene especialmente en tres frentes: el primer ciclo de Infantil (0-3 años), el Bachillerato y el Personal de Administración y Servicios (PAS).
Sobre la etapa 0-3, defiende su universalización gratuita, también en centros privados: “No hace falta que sea obligatoria para que sea gratuita. Como ya vimos en el segundo ciclo de Infantil”. Y lamenta que el Gobierno no aproveche todos los fondos europeos disponibles: “En lugar de apoyar la red que ya existe, se devuelven fondos. Es una locura”.
En relación con el Bachillerato, insiste: “La concertación debería extenderse también a esta etapa. Cada vez más familias quieren un proyecto educativo integral, hasta los 18 años”. Y respecto al personal complementario, recuerda que “el PAS no es un personal menor. Su relación educativa con las familias y el alumnado es esencial”.
El PAS no es un personal menor. Su relación educativa con las familias y el alumnado es esencial
"«La homologación real pasa por reducir también el horario lectivo»
El secretario general de FEUSO denuncia también la brecha laboral que se mantiene entre los docentes de la pública y la concertada, especialmente en Secundaria: “Mientras en la pública la nueva ley plantea 18 horas lectivas, en la concertada hay docentes con 27 o 28 clases a la semana”. A su juicio, “es imposible hablar de homologación si no se tiene en cuenta el horario lectivo. El salario no se puede medir solo en euros, sino en tiempo de trabajo”.
Es imposible hablar de homologación si el profesorado de la concertada da 28 horas semanales
"La situación, dice, es tan grave que “el propio Ministerio está escandalizado”. Y lanza una advertencia: “El alumnado no recibe la misma calidad educativa si su profesor tiene el doble de carga lectiva. Lo dice el preámbulo del anteproyecto de ley, no solo nosotros”.
Reducción de ratios y respeto a la diversidad: más allá de la natalidad
Amate también se refiere a las ratios y la atención a la diversidad. Aunque reconoce que la bajada de la natalidad ha reducido la masificación, considera que hoy las aulas son mucho más complejas: “No es lo mismo atender a 25 alumnos con perfiles similares que a 20 muy diversos. La heterogeneidad actual exige más tiempo, más formación y más recursos”.
Denuncia asimismo la creciente carga burocrática sobre el profesorado: “Ahora hay plataformas, informes, reuniones, correos… Atender a 20 alumnos puede suponer más trabajo que dar clase a 40 hace 30 años”. Y reivindica una educación más centrada en las personas: “Se ha perdido el sosiego necesario para fijarse en los detalles, que son los que marcan la diferencia”.



