Antonio Pérez Molero: "La Historia de España es increíble y desconocida"

Acaba de estrenarse en España el documental Bahía 1625, Historia sobre lienzo, que califica como «la mayor hazaña naval del Siglo de Oro» la recuperación del puerto brasileño de Bahía, tomado en 1624 por los holandeses, a la que el Museo Naval dedicó una exposición temporal. Su director y guionista es Antonio Pérez Molero (Cuenca, 1966), psicólogo de carrera y cineasta profesional, que anteriormente destacó por galardonados documentales de temática social como La Intérprete (sobre el mundo de los trasplantes, 2015, emitido en Documentos TV) y Colgados de un sueño (2012, sobre el Museo de Arte abstracto de Fernando Zóbel). Desde que realizó «La Flota de Indias» en 2023 se ha enfocado en la presentación de episodios de nuestra historia, que considera «desconocida y fascinante». Le entrevistamos tras el preestreno de Bahía 1625, que tuvo lugar en Casa de América el 2 de diciembre de 2025.

Llegué a La Flota de Indias un poco por curiosidad, hasta entonces había tratado más temas sociales, artísticos, y en el proceso de documentación de un proyecto anterior leí alguna mención a las Flotas de Indias. Cuando busqué más información sobre ellas me sorprendió que fuese algo tan desconocido, de hecho cuando trataba de explicar a amigos y colegas que quería hacer un documental sobre las Flotas de Indias, ninguno había oído siquiera hablar de ellas, pero todos conocían al pirata Francis Drake. Así que me pareció una buena idea el volver a contar una historia contada infinidad de veces, como ha sido la conquista y colonización de América, pero aportando otros datos con los que superar los muchos clichés con los que hemos terminado por simplificar esa increíble historia.

Creo que mi formación como psicólogo me ofrece sobre todo un contexto más amplio en algunos temas, como puede ser la Antropología o la historia de la Filosofía y tal vez el interés que tengo en mostrar también el filtro humano de la historia, cómo la personalidad y el carácter de los protagonistas son elementos a tener en cuenta a la hora de describir los hechos históricos.

En el caso de la recuperación de Bahía de 1625 sin duda lo que más debió influir en su olvido histórico fue la independencia de Portugal y el posterior alejamiento de los dos pueblos peninsulares, que terminamos de alguna manera arrancando de nuestra memoria los recuerdos de esa efímera unión política. También el hecho de que dos de los protagonistas de los hechos, Fadrique de Toledo y el Conde-Duque de Olivares, fueran, por distintas razones, defenestrados posteriormente.

Es curioso porque a veces se habla de la historia como de sucesos que ocurrieron hace la tira de años, o siglos, y que no tienen ya ninguna influencia en nuestras vidas, lo cual seguramente sea verdad. Pero creo que la mayoría de nosotros hemos construido nuestra realidad a través de la información histórica que nos ha ido llegando, por las vías más diversas, la mayoría de ellas sin ningún tipo de rigor. Somos lo que nos han contado que somos. Por eso creo que es importante que seamos nosotros quien contemos nuestra historia, porque si no, nos la van a contar otros.

Creo que conocer tu historia te va a ofrecer un contexto más amplio de lo que eres como persona y como pueblo y por ahí entiendo la importancia de la divulgación histórica, como acercar la historia al público general, y en la medida de lo posible, hacerle que se interese por ella. Luego el medio audiovisual ofrece unas herramientas más atractivas para la divulgación, más aún si puedes aderezarlo por ejemplo con animación, como hemos hecho en Bahía, una herramienta que funciona muy bien entre los jóvenes.

Creo que mi presencia en la película debe estar en la historia que se cuenta, que al final no deja de ser mi visión personal de los hechos. Si mi presencia física hubiera tenido algún encaje en la narrativa, la hubiera utilizado, pero creo que no era el caso. Y en todo caso, para ego, ¡ya está el del Conde-Duque de Olivares!

La animación del cuadro creo que es lo que hace especial esta película. De alguna manera a partir de ella, respetando la estética de la época, vemos los hechos desde los ojos de sus protagonistas. La animación, complementada con las voces de los protagonistas extraídas de sus crónicas, aporta también mucha fuerza narrativa a la historia.

Creo que hay un verdadero tesoro en nuestros archivos históricos. De niño me fascinaban por ejemplo los mapas y ahora disfruto mucho utilizándolos. Es como mostrar la visión, cambiante, del mundo. En Bahía hemos utilizad también muchos grabados antiguos, las fotografías de la época, y algunos de ellos, como el grabado del Conde-Duque de Olivares que hemos utilizado para retratar al personaje, son auténticas obras de arte, que en el caso de este grabado, parten de un retrato de Velázquez y de la alegoría final de Rubens, un auténtico lujo.

Es verdad que pueden resultar un poco “viejunos” para nuestro jóvenes, pero con la ayuda de la animación digital creo que se pueden hacer mucho más atractivos. Al menos esa ha sido la opinión de mis propios hijos!

Puede servir… si se conoce. Una de las sorpresas que tuvimos durante el rodaje en Brasil era el absoluto desconocimiento que en Brasil se tiene de su pasado conjunto con España, algo que ni tan siquiera se menciona en las escuelas, mientras que es muy conocido el paso holandés por Brasil.

Es curioso porque entre los historiadores (españoles, portugueses, holandeses, brasileños) existe un consenso bastante amplio sobre lo que fueron estos hechos, incluidos los más dolorosos como puede ser la implicación de todas las potencias europeas en el comercio de esclavos, pero entre el público general sigue habiendo clichés sobre, por ejemplo, los distintos modelos de colonización. Así que por ahí estamos muy contentos de hacer que esta historia conjunta se pueda conocer finalmente en Brasil y me encantaría también poder proyectar el documental en Portugal y Holanda y tener la posibilidad de comentarlo con el público de cada país.

Bahía 1625 parte del descubrimiento de un cuadro del silgo XVII, algo que no sucede todos los días, y del proceso de investigación que sobre la obra se inicia por parte del equipo dirigido por David García Hernán, que para mí ofrecía unas enormes posibilidades narrativas para contar la historia. Luego se sumó la oportunidad del momento, el 400 aniversario de los hechos, con lo que la elección estaba más que justificada.

Mi principal objetivo a la hora de iniciar un proyecto es contar una historia, y para ello, además de los hechos históricos, se necesita encontrar una narrativa con la que acercarla al espectador. Eso supone un trabajo primero de documentación histórica y luego de escritura de guión. Hay efectivamente infinidad de episodios en nuestra historia susceptibles de llevar a la pantalla, pero hay que encontrar también la manera y los elementos históricos y estéticos con que hacerlo. Y luego hay que contar con la financiación necesaria para llevarlos a cabo, seguramente la parte más complicada de todo el proceso y en la que, desgraciadamente, el documental histórico no está muy bien tratado. Creo que sería necesario un poco más de apoyo por parte de los organismos públicos a los proyectos que, desde el rigor histórico, traten de acercar al espectador nuestra historia.

Y en cuanto al hecho de que muchos de estos episodios no sean muy conocidos podemos decir que es un elemento de doble filo. Para mí es un plus a la hora de abordarlos, pero precisamente su desconocimiento puede hacerlos menos atractivos para las empresas productoras.

Utilizar imágenes actuales ha sido para mí un gran descubrimiento en esta película, al que hemos llegado en gran parte por no tener ni tiempo material ni presupuesto para haber rodado, por ejemplo, recreaciones de ficción. Hemos tenido la suerte además que el Juan Sebastián Elcano hizo en 2025 el mismo trayecto que la flota de Don Fadrique en 1625, o que el Salón de Reinos, la gran obra propagandística del Conde-Duque, esté en plena rehabilitación ahora. Es una herramienta que pienso seguir utilizando en mis siguientes documentales porque creo que ayuda a acercar la historia a nuestros días.