Una jornada para debatir sobre la inversión en Educación y "no dejar a nadie atrás"

En un momento en el que la recesión económica acecha y los peligros que esto supone para muchos pilares básicos del Estado del Bienestar, no dejarlos de lado es fundamental para promover una sociedad lo más equitativa posible. La Educación es uno de esos pilares en los que se sustenta toda base y futuro de un país, y el deterioro de la misma no puede ser más que un pan para hoy, hambre para mañana, como diría el refranero español.

Con la reciente noticia del acuerdo para los Presupuestos Generales del Estado de 2023 (PGE), y visto el aumento de inversión en Educación de un 6,6% (lo que suponen 5.354 millones más), es necesario conocer cómo y a qué se destinan todas esas remesas de dinero proveniente del Estado y de los fondos europeos Next Generation.

Por ello, Siena Educación organizó esta jornada con este mismo objetivo: promover la responsabilidad para la gestión de estos fondos con el objetivo de «cerrar brechas», como declaraba el director general de Siena, José María de Moya.

La primera intervención vino a cargo de la secretaria general de FP del Ministerio de Educación y Formación Profesional, Clara Sanz. A pesar de que la situación económica del entorno no es favorable (de ahí surgieron estos fondos europeos para la recuperación), Sanz apostaba por el optimismo porque «así es como se construyen grandes cosas». Entre esas grandes cosas de las que hablaba la secretaria general de FP estaba la propia recuperación económica, pero aclaraba que esta no puede ser de cualquier manera: «Tiene que venir acompañada de la cohesión social», añadía Sanz.

Los fondos europeos llegaron para transformar la Educación, pero para ello todo cambio debe acogerse a la realidad social del momento. «Se habla mucho de la digitalización de la Educación, pero no vale de nada si no tenemos en cuenta las competencias de los alumnos, ni el contexto del mercado laboral y sus exigencias», explicaba Sanz.

Sobre la digitalización trató la primera de las mesas de la jornada, en la que participaron personalidades de entes públicos y privados. Según el plan del Gobierno, se prevé que el 80% de los docentes no universitarios adquieran esas competencias digitales en dos años, lo que representa unos 700.000 profesores. Ante este reto mayúsculo, todos los ponentes, tanto del sector público como del privado, coincidían en que la colaboración es «más que necesaria». La pandemia obligó a acelerar el proceso de digitalización de todas las comunidades autónomas ante la imposibilidad de continuar presencialmente, como explicaba Gregorio Cabrera, que venía en representación del Gobierno canario. Pero para la digitalización, explicó Sonia Díez (EducAcción), es necesario comprender qué significa digitalizar.

Otro de los retos a superar del sistema educativo es algo de lo que hace unos años apenas se hablaba de ella: la FP. El impulso a los grados medios y superiores de FP ha conllevado que sean muchos los estudiantes que opten por esta alternativa en lugar de los estudios universitarios, y esta afluencia de alumnos no ha sido capaz de soportarla el sistema. Por ello, la ampliación de la oferta de plazas es vital para que este modelo funcione, pero también lo es para un mercado laboral al que le faltan estudiantes cualificados para puestos de empleo específicos. De ahí la necesidad de que instituciones públicas y privadas colaboren por el bien de ambos sistemas, ya que se necesitan los unos los otros para su funcionamiento eficiente: el sistema educativo necesita la cooperación de las empresas para ofertar más plazas de prácticas para sus alumnos, y el sector privado mano de obra.

La tercera mesa trató sobre la «eficacia» de los fondos, tal y como lo describía Luis Domingo González (Castilla y León), pero también que dichos fondos vayan destinados a lo que realmente necesita la Educación y a «no dejar a nadie atrás en la inclusión social», declaraba Isabel Martínez (Fundación ONCE).

Para finalizar, hubo un espacio para el tercer sector. Las fundaciones, tan importantes en el acompañamiento en la cultura y la Educación del alumnado, cerraron la jornada incidiendo en los dos lemas que se repitieron en las ponencias y que son el objetivo final de los fondos: la inclusión social y la colaboración público-privada.