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Cinco sectores recomendados para el acceso laboral de jóvenes en exclusión

Los sectores de Economía verde, Turismo, Comercio, TIC y Servicios tienen la capacidad de generar 202.600 empleos.
Estrella MartínezMartes, 21 de febrero de 2017
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Acción Contra el Hambre y Fundación Tomillo han publicado el estudio Sectores emergentes de emprendimiento para jóvenes en riesgo de exclusión. Como ha resaltado Luis González, director de Acción Social y Cooperación Internacional Descentralizada de Acción Contra el Hambre, durante la presentación, una de las conclusiones extraídas es que “hemos detectado la importancia de trabajar por competencias, tanto en España como fuera. Los conocimientos técnicos, que es en lo que se hacía hincapié hasta ahora, son tan importantes como las competencias”. Por este motivo, el estudio incluye una guía para fortalecer las competencias que los jóvenes necesitan, como puede ser la autoconfianza, la toma de decisiones o la iniciativa.

El estudio ha identificado los cinco sectores más adecuados para que los jóvenes desarrollen su actividad profesional, tanto por cuenta ajena como propia. Jóvenes con dificultades de inserción laboral, incluso los que tienen una baja formación. Los cinco sectores son:

•Economía verde: agricultura ecológica, gestión de residuos y la construcción y rehabilitación sostenibles.

•Turismo: software de realidad aumentada, aplicaciones para reservas, servicios a domicilio y catering, viajes personalizados, turismo ecológico y deportivo, y servicios de guía.

•Comercio: comercio electrónico muy especializado, comercio de barrio y comercio de productos especializados o híbridos.

•TIC: ciberseguridad, smart cities, big data, impresión 3D y 4D, y desarrollo de chips y robots.

•Servicios a las personas: según el estudio, presenta numerosas opciones para los jóvenes con más baja cualificación. A este nicho pertenecen los cuidados e higiene personal, tareas del hogar o acompañamiento en gestiones, centros de día o ludotecas para personas mayores, atención y cuidados a las personas dependientes basados en las nuevas tecnologías y en la domótica.

Estos sectores, establecidos como los más competitivos y con mayor proyección para las personas con dificultades de inserción sociolaboral, tienen una “capacidad actual para crear 202.600 empleos para menores de 29 años, de los que más de 23.000 serían empleos por cuenta propia”, afirma el estudio.

Los datos que maneja el estudio afirman que el 39’7% de las jóvenes y el 37’8% de los jóvenes está en situación de desempleo, y que el 34% de las personas de entre 18 y 34 años, más de tres millones, está en riesgo de exclusión.

La idea es que “conociendo estos nichos de mercado y la formación necesaria para acceder a estos trabajos, las entidades sociales que trabajamos con el colectivo joven en riesgo de exclusión podemos adaptar nuestros programas y oferta formativa para darles las herramientas que necesitan para crear sus propios negocios”, explicó Mercedes Valcárcel, directora general de Fundación Tomillo.

Formación Profesional
Luis González quiso resaltar la importancia de la Formación Profesional, pues, entre otras cosas, “dos sectores, de los cinco, son oficios”. Por este motivo el estudio recoge la necesidad de “actualizar de forma permanente los sistemas de formación oficiales para que se ofrezca una oferta formativa adaptada a lo que pide el mercado y a los nuevos yacimientos laborales”. También es importante la metodología para conseguir que los jóvenes salgan lo mejor preparados posible. Valcárcel explicó, por ejemplo, que “en Fundación Tomillo trabajamos con aprendizaje basado en proyectos, lo que nos permite tener una tasa de inserción laboral de nuestros alumnos muy alta”.

Tanto González como Valcárcel insistieron en la importancia de que haya un acompañamiento a estos jóvenes tras su inserción en el mundo laboral. Y, por supuesto, en el caso de querer emprender y crear un negocio propio, el estudio señala la importancia de “favorecer el acceso a financiación con sistemas financieros inclusivos, así como un régimen fiscal adaptado, y prolongar las medidas de apoyo a los primeros años de modo que el emprendedor no se vea dejado a su suerte una vez creado el negocio”.

En definitiva, el estudio quiere contribuir a que “colectivos con dificultad tengan las mismas oportunidades para acceder a un empleo o autoempleo”.

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