Adolescentes dan un 7 a su vida pegados al móvil y sin saber qué es acoso
Los adolescentes de 16 años encuestados por la Junta de Castilla y León para conocer sus hábitos y estilos de vida dan una nota de 7 a su existencia y, aunque manifiestan un mayoritario bienestar de salud, viven pegados al móvil y desconocen qué es realmente el acoso escolar que sufren el 10 por ciento.
En concreto, el Estudio Hábitos y Estilos de Vida en la Población Joven de Castilla y León revela que estos adolescentes consumen en exceso carne, embutidos, bollería y refrescos azucarados, mientras que los que se inician en el consumo de tabaco y alcohol, lo hacen a los 14 años de media. No obstante, solo uno de cada cuatro chicos confiesa fumar, mientras que en el caso del alcohol casi dos de cada tres ha reconocido haber bebido y el 22 por ciento de éstos han aceptado que se emborracharon al menos una vez en el último mes.
Sobre el consumo de drogas diferentes al tabaco y el alcohol, el 9,1 por ciento de los encuestados reconoce que lo ha hecho en el último mes, con el hachís como principal sustancia (90,5% de los casos), seguido de lejos por los tranquilizantes (5,6%).
Relacionado con el consumo de alcohol, la encuesta ha revelado un preocupante dato como es que el 14,4 por ciento de los jóvenes reconoce haber subido a un vehículo con el conductor ebrio, especialmente en el ámbito rural.
El estudio dedica un apartado al acoso escolar y concluye que, más allá del grado de participación de los jóvenes como víctimas o agresores, existe una "falta de un concepto claro" de los que "es realmente el acoso escolar", por lo que se dificulta su freno.
Uno de cada diez jóvenes reconoce haber sufrido maltrato escolar en algún momento en los dos meses previos a la encuesta, mientras que el 16 por ciento aceptan que fueron partícipes en algún episodio de maltrato a otro compañero.
Destaca el estudio que de entre los que han sufrido este maltrato en el ámbito escolar, el 30 por ciento de estas víctimas han participado en el acoso a otros compañeros.
Las mentiras y cotilleos (27%), las burlas e insultos (22,4%), los comentarios o gestos sexuales (17,7%), el aislamiento social (16,4%), el maltrato físico (7,4%) y el ciberacoso (6,9%) son las pautas más recurrentes, pero el 3,2 por ciento de las víctimas ha manifestado haber sufrido todos estos comportamientos.
Sobre las relaciones sexuales de los adolescentes, el estudio explica que se inician entre los 10 y los 18 años, con una media establecida en los 15 años y con un elevado uso de los métodos anticonceptivos, que llega hasta el 94,4 por ciento de los casos, mayoritariamente el preservativo, aunque el 15,2 por ciento reconoce que ha utilizado la píldora del día después alguna vez en los doce meses previos a la encuesta.
El informe constata la percepción saludable que tienen sobre sí mismos los adolescentes, así como buenos hábitos de actividad física, ya que tres de cada cuatro de los encuestados dice que realiza al menos media hora de ejercicio físico al día, con los chicos en mayor proporción que las chicas, que específicamente en el medio rural son las más sedentarias, ya que cuatro de cada diez asumen que no realizan actividad física alguna.
El 81,3 por ciento de las chicas y el 75,7 por ciento de los chicos tienen un peso normal, dentro de las categorías establecidas por la Organización Mundial de la Salud, aunque la tendencia al sobrepeso es más problemática entre ellos y al infrapeso entre ellas. A estos problemas relacionados con la alimentación contribuye una dinámica detectada por el estudio como es que el 12,1 por ciento de los jóvenes no desayuna y que más de dos tercios de los encuestados comen y cenan mientras ven la televisión.
El 95,2 por ciento de los jóvenes utiliza un móvil smartphone y nueve de cada diez reconoce que lo utiliza varias veces al día o casi constantemente. El 57,2 por ciento reconoce que no apaga su dispositivo en clase, el 60 por ciento no lo apaga cuando duerme y el 51,8 por ciento lo tiene encendido mientras estudia, mientras que en el 40 por ciento de los casos asumen que han chateado con desconocidos en los dos meses previos a la encuesta.
Sobre esas comunicaciones, el 28,2 por ciento ha reconocido que recibió mensajes de contenido sexual y el 11,1 por ciento que fueron ellos quienes enviaron imágenes suyas "provocativas", si bien en estos últimos casos el estudio no indaga sobre si las intercambiaron con desconocidos o su grupo de amistad.
Esta encuesta elaborada por la Consejería de Sanidad con la colaboración de Educación se corresponde con el curso 2015-16 y se basa en cuestionarios periódicos a escolares de 4º de la ESO, que participan voluntariamente en el estudio y que tendrá un nuevo análisis referido al curso que acaba de iniciarse.